Capitulo 21

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 LINA P.O.V

 -Lina, despierta.- Sentí unas suaves caricias en mi pelo. Abrí los ojos lentamente me encontré con la señora Simons sonriéndome.- Ven a desayunar, debes ir a la escuela.- Asentí ladeando una sonrisa y luego ella se retiró.

 Me estiré en la cama mientras bostezaba. Amo dormir aquí, la cama del cuarto de invitados de la señora Simons es tan cómoda y cálida, no como mi viejo y gastado colchón.

 -¿Cómo dormiste Lina?- Preguntó la señora Simons cuando entré a la cocina. Tomé asiento frente a ella y sonreí un poco.

 -Muy bien señora Simons. Gracias por dejarme quedar.

 -De nada Lina, sabes que es un placer para mi tenerte aquí. Ahora come.- Dijo mientras me tendía un plato con tostadas.

 (...)

 Apenas llegué a la escuela, fui directo a mi casillero para buscar los libros correspondientes del día. Me tomé mi tiempo, siempre tratando de pasar desapercibida, últimamente mis compañeros han estado más pesados que de costumbre y estoy haciendo hasta lo imposible para evitarlos y ahora que no tengo el respaldo de Teo y Caleb evitarlos va a ser aún más difícil.

 Guardé mis libros en mi mochila y la colgué en mis hombros. Estaba a punto de cerrar la puerta de mi casillero, pero una mano de me adelantó cerrándola de golpe.

 -Hola loquita.- Mi cuerpo se tensó por completo al escuchar esa voz. Mike se encontraba detrás de mi.- ¿Cómo amaneciste?.- Tragué saliva y bajé la mirada a mis pies mientras mordía mi labio inferior.- Es de mala educación no contestar cuando te hace una pregunta ¿Lo sabías loca?- Su mano tomó mi brazo y lo apretó con fuerza.- ¿No responderás?- Me volteó bruscamente sin soltar mi brazo y se acercó a mi rostro.- ¿Te pareció gracioso lo que pasó ayer?- El rostro de Mike estaba tan cerca del mio que podía sentir su aliento chocar contra mi frente; mis latidos estaban acelerados.- Si no me miras en este instante y me contestas lo que te pregunté, te arrepentirás.- Mike apretó con más fuerza mi brazo y yo tuve que reprimir un grito para no llamar la atención. Alcé la mirada, los ojos de Mike estaban completamente rojos, como otras veces en las que lo había visto, la droga va a acabar con el futuro de este chico y él no lo entiende.- ¿No vas a contestar?- El timbre sonó y todos los estudiantes comenzaron a ir a sus respectivas clases ignorando que Mike me tenía acorralada contra los casilleros.- Vamos.  

 Mike comenzó a caminar arrastrándome con él. Esto es como un déjà vu, se parece a la vez en la que Chris me llevó al baño donde se encontraban Vanessa y las demás, sólo que esta vez es Mike.

 Intenté zafarme de su agarre, intenté correr hacia el lado contrario hasta intenté golpear su mano para que me soltar, pero nada detenía a Mike. 

 -Quédate quieta mierda.- Siguió su camino por el desolado pasillo.

 Luego de unos minutos caminando, llegamos al lugar al que más temor le tenía en la escuela.

 El natatorio.

 Entramos al enorme recinto y caminamos hasta el borde de la piscina.

 -Quédate aquí, no te muevas o va a ser peor de lo que crees.- Asentí asustada y bajé la mirada.

 Mike soltó mi brazo y luego escuché unos pasos alejándose de mi. Froté mi brazo suavemente, seguro me saldría un nuevo moretón.

Unos minutos después en los que me cuestioné si debía escaparme o quedarme, las luces del recinto se encendieron y Mike apareció de inmediato.

 Mi corazón no podía estar más acelerado y mi manos debajo de mi mangas estaban sudando más de lo normal. Estaba aterrada, Mike estaba drogado, en ese estado él podía hacer cualquier cosa conmigo.

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