Caleb p.o.v.
Para ser sincero, jamás me gusto el olor a hospital. Aquel fuerte olor a desinfectante y látex me asqueaba, sin embargo, el ambiente que había en él me parecía de lo más interesante.
Es un lugar donde se pueden encontrar muchas historias y emociones. Donde en un pasillo encuentras a personas llorando por la pérdida de un familiar; en otro a personas festejando porque un familiar que le ganó al cáncer. En otro puede haber adolescentes preocupados a la espera del test de embarazo o encontrar a gente ansiosa por saber como termina una cirugía o un parto.
Sin embargo, mi lugar preferido era internación psicológica. Allí estaba lo que realmente me interesaba. Me gusta mucho escucha la historia de algún chico o chica y tratar de ayudarlos. Era como un desafío para mi.
En el mostrador de internación se encontraba Mark firmando unos papeles. Mordía su labio con fuerza y fruncía el ceño. Se veía muy preocupado.
Me acerqué y toqué su hombro para llamar su atención. Se volteó rápidamente y suspiró aliviado.
-Me alegro que te levantaras de la cama.- Dijo mientras acomodada unos papeles. Me los entregó y me hizo un ademán con la mano para que lo siguiera.- Vamos. Esto te va a interesar mucho.- Tomó dos barbijos de una bandeja y me entregó uno para que me lo pusiera.- Este caso es diferente a los que acostumbras a escuchar. Esta persona no sólo intento suicidarse, si no que también presenta heridas graves en el ochenta por ciento de su cuerpo y la mayoría están infectadas. No estamos muy seguros quien y que las provocó, pero eso no lo hizo ella misma.- Frunció el ceño y miré a Mark.- Hace unos dias su abuela falleció. También tuvo una fuerte discusión con sus padres.- Comencé a analizar las hojas que me había entregado Mark. Allí estaba el peso, la altura, su masa corporal y el diagnóstico. Era impresionante ver que su peso no coincidía con la altura. Era demasiado bajo para estar sana.
-Es una persona muy delgada.
-Es anoréxica. Sus padres no estaban muy informados ya que casi no le prestaban atención. Están muy decepcionados de la persona que se supone que debía cuidarla.- Asentí y traté de ver el nombre del paciente, pero Mark me arrebató las hojas antes de hacerlo.
-¡Hey!- Traté de quitarle las hojas, pero no me dejó.
-Aún no.- Dijo serio.- Sus padres no la encontraron cuando despertaron, pero asumieron que habían ido a la escuela, sin embargo, jamás regresó.
»Está madrugada recibimos una llamada para que envíen una ambulancia, porque una chica tomó medio frasco de pastillas para dormir junto con una botella de vodka. El hombre que la encontró dijo que la vio justo cuando cayó al lago que frecuenta pescar. Dijo que la botella estaba casi vacía y que habían un frasco de pastillas para dormir tirado en el piso. Luego de que la sacó del agua, pudo hacer que vomitara la mayor parte de las pastillas, pero desgraciadamente comenzó a convulsionar cuando la ambulancia llegó.- Doblamos el pasillo y nos detuvimos frente a una puerta.- La intoxicación, la infección, las convulsiones... Es muy complicada su situación. Así que, no nos quedó otra opción que inducirla a un coma.- Pasó la mano en el picaporte y me miró.- La vida de esta chica prende de un hilo.- Tomó una bocanada de aire y me miró.- Caleb, te presento el caso de hoy... Angelina Deluca.- Mark abrió la puerta al mismo tiempo que mi respiración se detuvo y un escalofrío me recorrió la espalda.
Miré la habitación con miedo y confusión.
Allí estaba ella. Con un tubo en la boca y muchos cables que se aseguraban de mantenerla con vida.
Me quedé petrificado en el umbral de la puerta.
Esta es una pesadilla ¿Verdad?
Mark no dijo nada, sólo se quedó a mi lado observando con tristeza.
Avance lentamente hacia la camilla y cuando estuve a su lado, tomé su mano suavemente y la acaricié. Estaba muy fría y áspera.
-Lamento no habertelo dicho antes, Caleb.- Dijo Mark.- Los dejaré un momento solos.- Y con esto se marchó de la habitación.
Observé a Lina con detenimiento. Me impresionó verla así. La hermosa chica que conocí había desaparecido por completo. No era ella. Su rostro estaba demacrado y estaba cubierto de moretones. Sus labios pálidos y quebrados rodeaban un tubo que la ayudaba a respirar. Sus brazos se veían aún más delgados de lo normal. Estaban llenos de marcas y cicatrices. Como si fueran cortes.
¿Ella hacia eso y yo no lo sabía?
Me siento como una mierda.
No quería imaginar cómo estaba el resto de su cuerpo, me impresionab
a mucho.
No lo entiendo.
Lina intentó suicidarse.
¿Por qué?
¿Acaso es mi culpa?
O tal vez fue por la muerte de su abuela.
Debía dejar de hacerme historias. Tendría que esperar a que mejorara.
Acaricié sus manos suavemente, pero por más que me esforcé por retener las lágrimas, no pude hacerlo.
Lina casi muere. Puede haberla perdido para siempre.
Como hubiera seguido con mi vida sabiendo que Lina ya no iba a estar.
No lo hubiera logrado. No soportaría otra pérdida.
(...)
A los minutos, llegó una enfermera junto con Mark. Traían un carrito con un contenedor lleno de agua, frascos de alcohol, vendas y otras cosas.
-Eehhmm... Caleb, debemos curar las heridas de su espalda. Así que debes irte.- Fruncí el ceño y miré a Lina. No quería dejarla, pero debía hacerlo.
-De acuerdo.
Me incliné y besé su frente antes de alejarme.
No me fui de la habitación, me quedé en un rincón observando la escena.
Entre Mark y la enfermera voltearon a Lina y comenzaron a retirar el vendaje viejo.
Me llevé una mano a la boca debido a las náuseas que me provocó la imagen.
La espalda de Lina, totalmente lastimada. Llena de cortes y golpes que llegaban hasta sus piernas. Estaba tan delgada. Podía ver todos y cada uno de sus huesos.
- Vete Caleb.- Ordenó Mark.- No puedes estar aquí.
No me negué y salí rápidamente cerrando la puerta detrás de mi.
Me senté en el piso y traté de respirar. Estaba muy perturbado. No pude evitar llorar desesperadamente.
Como podía ser posible que después de tantos meses de relación, no había sido consciente de lo que le ocurría a mi novia.
¿Cómo pude ser tan ciego?
Mi teléfono comenzó a sonar. Era Teo. Contesté rápido entre sollozos.
-Caleb ¿En dónde estás? Arlet me contó algo grave sobre Lina. Debes saberlo.- Comencé a llorar con más fuerza.- ¿Caleb? ¿Estas llorando? ¿Qué te pasa?
-Estoy en el hospital.- Dijo entre llantos.- Es Lina. Esta internada. Intentó suicidarse. Esta muy grave.
Hubo un largo silencio en la otra línea. Era una noticia muy fuerte, sin embargo, Teo debía saberlo.
-¿Que hizo qué?- Dijo suavemente Teo.
-Sólo ven. Por favor.
-De acuerdo. Iré.- Contestó mi amigo antes de colgar.
Suspiré y traté de calmarme.
No lo comprendía.
¿Cómo es posible que el mundo se me volteara en un segundo?
Fui un idiota. Pude haber perdido a Lina y yo estaba enojado por un estúpido mal entendido.
Lina debe despertar y yo debo disculparme.
Realmente la amo.
(...)
Una hora después, Teo y Let llegaron al hospital agitado. Let se acercó hacia mi llorando y me abrazó.
-¡Es mi culpa! ¡Es mi culpa, Caleb!- Dijo entre llantos. La alejé un poco y la miré confundido.- Es mi culpa. Yo pude haberlo evitado, pero...-Sollozó y tiró de su pelo.- No sabía que hacer. Tenía miedo y estaba confundida.
-¿De qué hablas?
-¡Ella me llamó! Ella me llamó para que la ayudara y luego me corrió. Me pidió que me fuera porque estaba a punto de volver y que me haría lo mismo a mi también.
-¡¿Quién lo hizo, Let?!
-¡No lo sé! No sé, ella no me dijo. Me corrió antes de que me dijera.
-¡¿Por qué no me dijiste nada?!- Le grité mientras agitaba sus hombros.
-¡Basta!- Gritó Teo al mismo tiempo que alejaba a Let, quien lloraba desesperadamente.- Estamos en un hospital. Respeten que hay personas enfermas tratando de descansar.- Suspiró.- ahora Let. Tranquilizate y explica lo que pasó.
Ella respiró varias veces antes de contar lo que había visto.
Dijo que Lina la llamó llorando pidiendo ayuda y que cuando llegó a la casa, Lina estaba en el piso de la cocina, envuelta en sangre, con heridas en la mayoría de su cuerpo y casi inconsciente.
-¿Por qué no lo dijiste antes?- Pregunté enojado.
-Lo lamento, no pensé que Lina haría algo como eso. Ella me dijo que iba a estar bien. Pero me espanté. No sabía que decir... y, la evité.- Cubrió su cara con sus manos.- Soy una idiota.
-No puedo creerlo.- Dije frustrado mientras agitaba mi pelo.
-Ya, Caleb. Ponte en su lugar. Cada persona reacciona diferente. No la culpes por asustarse.
Suspiré y cerré los ojos tratando de calmarme.
-Es cierto... Es verdad, Teo. Lo lamento, Let. No debí gritarle.- Le dije tomando sus hombros.- No fue tu culpa.
-Es verdad. Algo debió empujarla a hacerlo.- Acotó Teo.
-No lo sabremos hasta que mejore.
Tomé asiento y suspiré.
¿Qué habrá pasado con Lina? Necesitaba que ella despertara y me explicara. Necesitaba que todo esto sea un sueño. Quiero cruzar esa puerta y que ella esté sonriendo preparándose para que la abrazara y la besara.
Necesitaba a Lina.
(...)
Los padres de Lina llegaron al hospital junto con dos policías unas horas después.
Se veían muy asustados.
Detrás de ellos, estaba el señor Adam con un semblante muy serio.
Los cuatro había salido de la habitación de Lina.
-Sr. Berlusconi. Tomaremos su declaración y la enviaremos a la Fiscalía. Allí nos dirán como proceder.- Dijo uno de los policías al señor Adam.
-De acuerdo oficial. Como usted diga.- Contestó tranquilamente.
Se veía muy mal. Estaba pálido y ojeroso. No parecía ser el hombre alegre que vi por última vez.
Los oficiales se retiraron dejando al señor Adam y a los padres de Lina en medio del pasillo.
-Realmente, no sabemos que decir.- Comenzó el señor Deluca al señor Adam.- Más que agradecerle por sacar a Lina del agua y haber actuado tan rápido para salvarla.
-No, no. No me agradezcas; realmente me hubiera gustado haber llegado antes.
-Señor Berlusconi, no se lamente por eso, lo importante es que llegó a tiempo.- Dijo la señora Deluca tomando las manos del señor Adam.- De verdad, gracias. Usted salvó a mi niña.- Una pequeña sonrisa se formó en el rostro del señor Adam. Pero no duró mucho.
-Mi piccola... ¿Por qué se atrevió a hacer algo como eso?
El señor Adam miró el piso triste y suspiró.
Se veían muy mal.
Debe ser difícil para sus padres saber que su hija intentó quitarse la vida dejando todo atrás.
Cuando Let vio a los padres de Lina, corrió hacia ellos llamandolos entre lágrimas.
-Arlet.- Dijo la señora Deluca abrazandola con fuerza.- ¿Hace cuánto llegaste?
-Hace unas horas. Caleb me avisó.
-¿Quién es Caleb?- Me apresuré a acercarme junto con Teo.
-Hola señora Deluca. Yo soy Caleb, un gusto.- Dije extendiendo la mano. Ella copió mi acción y me miró con curiosidad.- Yo soy el novio de Lina.
-¡¿Novio?!- Dijo el padre de Lina exaltado.- ¿Hace cuánto?
-Hace algunos meses. De verdad lamento que se enteraran de esta manera.
-No te preocupes, Caleb. No es tema de conversación en este momento.- Dijo la señora Deluca entre dientes y mirando mal a su marido.
Este no dijo nada, sin embargo, frunció el ceño y se cruzó de brazos.
-Caleb ¿Cómo te enteraste?
-Mi hermano es el médico de Lina.
-Oh... eso es bueno...
(...)
No pude dormir en toda la noche. No podía dejar de pensar en lo que pasó con Lina.
Yo sabía que ella no estaba bien, pero jamás pensé que ella sería capaz de hacer algo como eso. No creí que su cabeza estaba tan mal.
Me sentía muy culpable.
Yo había actuado muy mal. No me detuve a pensar en ese momento y le grité muchas cosas malas.
Soy un idiota.
En la mañana, mientras desayunabamos, el timbre sonó.
-Yo iré.- Dijo Teo dejando de lado su comida y dirigiéndose a la puerta.
A los minutos, Teo volvió con cara confundida.
-Eehhmm... Es el oficial Brown de la comisaría. Está buscándonos, Caleb.- Charlie y Mark se sorprendieron.
-¡¿Qué hicieron?!- Gritó Charlie poniéndose de pie.- ¡Voy a matarlos!
-¡Charlie, no! Solo quiere hablar sobre Lina.- Dijo Teo tranquilizado a Charlotte.
-¿Qué? ¿Y por qué ustedes?
-No lo sé. Tal vez porque somos cercanos a ella. Sólo quiere una declaración.
-Oh... De acuerdo.- Dije y me puse de pie siguiendo a Teo a la sala.
Apenas crucé la puerta de la sala, me encontré con un hombre algo bajito, canoso y un poco rellenito.
-Buenos días, tú debes ser Caleb.- Tendió su mano hacia mi y la apretó firmemente.- Yo soy el oficial Brown. Estoy a cargo del caso de Angelina Deluca. El señor Berlusconi pidió hacer una investigación en contra de los padres de la víctima, puesto que él dice que fue la abuela quien abusó de ella todo este tiempo y que seguramente sus padres sabían sobre eso.
Me quedé boquiabierto ante eso. No podía creerlo. Si bien Lina se quejaba de su abuela, jamás creí que fuera capaz de abusar físicamente de Angelina
¿Y que sus padres lo ignoraban?
Tampoco lo creía. Lina siempre hablaba bien de sus padres. Ella decía que si bien no siempre estaban con ella, ellos se preocupaban mucho.
Estaban pendientes de sus necesidades. Qué eran buenos padres, atentos y amorosos.
Es extraño que sus padres no estuvieran enterados de tal atrocidad.
Tal vez Lina jamás fue sincera conmigo.--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Holii
Ya se que había dicho que en febrero iba a subir un capitulo, pero mi papá me rompió la computadora 😒😒
Les pido perdón por haber tardado tanto, de verdad, pero en mi vida (sin cuarentena) tengo libre, aproximadamente, 3hs. Y no me alcanza el tiempo si trato de dividirlo entre mis tareas y un capitulo.
Espero que les guste este capitulo 😳😳
Y les agradezco que sigan atentas a la novela 😍😍
L@s adoro 💕💕💕💕💕Chochii 😘😘
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¡Esto Es Vida!
RomanceTodos tenemos secretos, no importa de que clase, todos los tenemos. Angelina tiene su propio secreto, uno muy oscuro, pero jamás lo comentó con nadie ya que si lo revela su vida correría riesgo, y pasó por mucho como para tirar todo por la borda...