Capitulo 3

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 CALEB P.O.V

Abrí los ojos asustado al sentir que algo saltaba sobre mi.

 -¡Despierta que debemos irnos!.- Gritó mi mejor amigo Teo. Continuó saltando sobre mi para despertarme, así que solo me limite a quitarmelo de encima de una patada provocando que cayera al suelo.

-Solo cinco minutos más.- Balbucee antes de darme media vuelta para continuar con mi descanso.

Al escuchar sus pasos alejándose, me relajé creyendo que lo había convencido y que me dejaría dormir un poco más. Sin embargo, me había equivocado.

-¡Arriba, arriba, princesa!- Se me cortó el aire cuando sentí un chorro de agua helada en mi cuerpo.

 Sorprendido, me levanté de golpe y miré al responsable.

 -El camión de mudanzas debe llevarse las últimas cosas, levanta tu culo de ese colchón y deja que hagan su trabajo, tenemos que llegar a la nueva casa y dijo Mark que si no te apresuras el vendrá por ti.- Dijo Teo, quien sostenía un balde en su mano.

 Lentamente me levanté y lo miré con furia.

-Teo.- Dije apretando los dientes.- ¡VOY A MATARTE!- Teo salió corriendo entre risas mientras que yo estaba detrás de él tratando de alcanzarlo.- ¡VEN AQUÍ MALDITO!.- Grité enfurecido. Cuando seguí a Teo hacia la sala, una mano sostuvo mi brazo deteniéndome. La mano era de mi hermano Mark.

 -Si no quieres ir en ropa interior, será mejor que te vistas.- Me dijo. Miró a Teo quien estaba riéndose a carcajadas. Y tú, es mejor que limpies el desastre que hiciste en la habitación de Caleb.- Comentario que hizo que detuviera su risa y su sonrisa se borrara.

 Fui hacia Teo para golpearlo en la cabeza y subí corriendo las escaleras mientras Teo me seguía.

 Después de bañarme, lavé mis dientes y me vestí con lo que había dejado la noche anterior. Una camiseta y unos jeans negros.
Salí del baño y me dirigí a mi habitación que ya estaba completamente vacía y seca. Ya se habían llevado mi colchón.

 -¿Emocionado por la nueva casa?.- Preguntó un sonriente Teo en la puerta de mi habitación, con una pelota de tennis en sus manos.

 -No veo por que debería estarlo.- Respondí mientras cerraba la última maleta.- A donde sea que vaya tú vas. Va a ser lo mismo pero en otra casa. Eres como una garrapata.

 -Una garrapata, la cual si eliminas no podrías vivir. Admítelo, soy tu segundo pulmón.- Dijo con una gran sonrisa

 -Si, claro.- Dije sin importancia.

 Levanté la maleta al mismo tiempo que nos gritaban desde la primer planta.

 -¡CALEB TEO, BAJEN!. ¡DEBEMOS IRNOS!.- Gritó Charlie, la esposa de mi hermano Mark.

 Después de que Teo y yo saliéramos corriendo de la habitación para llegar primero al auto y que Teo casi se rompa una pierna, por fin emprendimos viaje a la nueva casa.
Para que el viaje sea menos aburrido me puse a escuchar música. Iba a ser un viaje algo largo, ya que Virginia no está muy cerca de Brooklyn.
Mark y Charlie encontraron un trabajo bastante lejos y si, me duele alejarme de mis amigos y del lugar donde crecí y me crié, pero es lo mejor para todos. Encontraron trabajo en un hospital de la ciudad, que dicen que es muy bueno. Mark se recibió de médico clínico hace unos 2 años y Charlie hace un año de pediatra.

 Puse mi mirada en Teo. Vive con nosotros hace poco más de un año. Sus padres lo descubrieron en su habitación fumando marihuana, lo cual los enfureció mucho.

Quería experimentar, y al muy tonto se le ocurrió hacerlo en su casa cuando sus padres estaban en la sala. Sus padres olieron algo raro y cuando entraron a su habitación, se le armó un gran problema.

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