LINA P.O.V.
Miré la hora en mi celular y me sorprendí al ver que ya era casi la una y media de la madrugada. Es la última vez que dejo la tarea para último momento.
Guardé mis libros en mi mochila y me acomodé para dormir.
Estos días han sido un poco extraños, aún no me acostumbro a llevarme bien con Chris. Aunque él me aseguró que ya no me haría daño, no puedo evitar estar alerta siempre que lo encuentro.
Le parece gracioso cuando hace algún movimiento brusco y yo me encojo en mi lugar.
También es extraño que todo este tiempo él haya sido anónimo. Se rió mucho cuando fui a preguntarle.
"Por supuesto que yo soy anónimo tonta. ¿Cómo crees que yo sabía que tenías dinero en tu casillero?"
Me dijo entre risas.
Me sentí muy tonta cuando se lo pregunté, pero necesitaba estar cien por ciento segura de mis sospechas.
Por otro lado estaba Caleb, lo evito desde la última vez que lo vi. No quiero ni siquiera verlo, la vergüenza que siento es más fuerte que yo. Aún no creo que le guste a Caleb, es decir, es mucho para una chica como yo. Y si fuera cierto, no entiendo que tiene en la cabeza. Hay muchas chicas bonitas en la escuela, chicas que le darían todo lo que él quisiera, chicas con vidas normales, no como yo.
Chris dijo que si la oportunidad de tener algo con él se presentara, que debería aprovecharla, pero es algo que yo no haría, no quiero ser una carga para él.
(...)
-¡Despierta!¡Ya vas tarde a la escuela!.- Abrí los ojos lentamente ante los gritos y los golpes en la puerta por parte de mi abuela, y froté mis ojos con mis manos.
Tomé mi celular y miré la hora. No creía que llegara tarde. A veces hace eso para alarmarme, sin embargo, esta vez no fue así, mis ojos casi se salieron de órbita al ver que tan sólo quedaban veinte minutos para que cierren las rejas de la escuela.
Me levanté de un salto y me puse el uniforme de la escuela tratando de arreglarlo lo más posible. No me molesté en peinarme, no había mucha diferencia de cuando lo hacía. Tomé mi mochila, mi campera y me apresuré a llegar a la cocina donde se encontraba mi abuela enojada.
-Si me llego a enterar que llegaste tarde, te voy a matar. Lo digo en serio Angelina.- Asentí con la mirada clavada en el piso intimidada por la amenaza de mi abuela.
Al salir del edificio, corrí lo más rápido que pude hasta la parada de autobús más cercana. Por suerte, llegó uno justo en el momento en que me detuve.
Miré la hora en mi celular una vez más. Sólo faltaban 10 minutos, no lo lograría.
Quería llorar, tenía miedo, nunca había legado tarde a la escuela y no quería que ésta sea la primera vez. Tal vez mi abuela si me mate ésta vez.
Traté de calmarme y convencerme de que llegaría a tiempo porque... ¿Cómo era ese dicho?
La esperanza es lo último que se pierde.
(...)
CALEB P.O.V.
Golpeé la bocina con furia varias veces. Estaba varado en medio del tráfico sólo porque un idiota no sabe manejar un camión de carga. Ahora toda la porquería que transportaba estaba esparcida por toda la calle bloqueando el paso de todos los vehículos.
Me maldigo por tomar una ruta diferente a la que suelo tomar. Aún no entiendo porqué lo hice. Soy un maldito imbécil.
Teo ha tenido suerte ya que como me ignora y yo lo ignoro a él, no se molesta en esperarme para que lo lleve a la escuela. Él va por sus propios medios.
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¡Esto Es Vida!
RomanceTodos tenemos secretos, no importa de que clase, todos los tenemos. Angelina tiene su propio secreto, uno muy oscuro, pero jamás lo comentó con nadie ya que si lo revela su vida correría riesgo, y pasó por mucho como para tirar todo por la borda...