Capítulo 26

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 CALEB P.O.V.

 -¿Por qué ignoras a Teo?.- Levante la mirada de mi celular y clavé los ojos en los de Mara.

 -Hizo algo malo... ¡Y no pienso decirte que hizo!.- Me apresuré a decir cuando abrió la boca.

 -De acuerdo.- Dijo poniendo los ojos en blanco y volvió a prestar atención a sus notas.

 Teníamos una hora libre, algunos alumnos decidieron quedarse en el salón de clases y otros decidieron salir al patio o a algún otro lado. En mi caso decidí quedarme en el salón y Mara se quedó haciéndome compañía.

 Desde la cena de ayer que ignoro a Teo, de verdad estoy muy enojado con él. ¿Por qué no puede guardar un maldito secreto?... espero que Lina no crea lo que le dijo Teo o se me hará mucho más difícil hablar con ella y pedirle disculpas.

  -Caleb.- La voz de Mara llamó mi atención.- ¿Recuerdas nuestro trato?.

  -¿Qué trato?.

  -Si mi cita con Martin resultaba ser un desastre, tú y Teo serían mis sirvientes por una semana.- Mara no quiso darnos detalles de su desastrosa cita lo cual es raro porque a ella le encanta contar con detalle las cosas que hace, sean buenas o malas.

 -Si...- Ya entendía a donde quería llegar con esto.

 -Es hora de empezar.- Dijo con una sonrisa maliciosa en sus labios.- Ya le di a Teo su tarea... Te toca a ti.

 Dios no...

 (...)

 ¡Ya no lo soporto más!

 Mara realmente nos ha explotado, en tres días me obligó a hacer muchas cosas, entre ellos lavar su ropa y bañar al perro. Y si, bañar a un perro puede ser fácil, pero no es fácil si se debe bañar a un perro como el de Mara. Ella no es la clase de chica la cual le gustan los chiguaguas o esa clase de razas pequeñas, no... Mara tiene un Gran Danés. Ese perro es enorme y no es fanático de los baños tampoco, trataba de escapar en cada oportunidad que se le presentaba. Finalmente, Teo se subió sobre él y con mucho esfuerzo logramos bañarlo.

 -Hicieron que Thor oliera a flores.- Dijo Mara con una enorme sonrisa mientras abrazaba a su bestia.

 Como había dicho, Mara es fanáticas de las historietas y Thor es uno de sus super héroes favoritos, así que decidió llamar a su perro así. El nombre le sienta bien, es enorme, su pelaje es de un rubio platino y es grosero a veces. Son tal para cual.

 -Me las pagarás.- Murmuró Teo por lo bajo pero desgraciadamente Mara logró oírlo. Ella nos había dicho que ante la primer queja o "amenaza" que escuchara salir de nuestras bocas nos daría un tarea peor que la anterior.

 -Sólo por eso Teo tendrás el honor de ordenar y limpiar el garage.- Teo abrió sus ojos como platos sorprendido.- Se supone que yo debía hacerlo la primavera pasada pero lo pospuse... hasta que se me olvidó hacerlo, así que seguramente debe haber mucha basura en él.

 -¡¿Estás loca?!

 -¿Disculpa? ¿Quieres que sea el garage y el ático?.- Dijo cruzándose de brazos. Teo suspiró y bajó la mirada.

 -No señora.

 -Así me gusta.- Sonrió.- Caleb eres libre, pero mañana te quiero aquí apenas salgamos de la escuela. Mis padres saldrán y tengo que cuidar al demonio de mi hermano pequeño, así que mañana serás niñero mientras yo salgo.- Mordí mi labio inferior con fuerza para tragarme todas las groserías que quería decirle y asentí con la mirada gacha.- Teo, ven conmigo.

 Teo me lanzó una última mirada antes de ir detrás de Mara. Pobre Teo.

 (...)

  A penas llegué a mis casa me fui directo a la cocina. Estaba hambriento.

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