Capitulo 4

1.3K 76 0
                                    


P.O.V LINA
La mañana se sentía muy tranquila. No había ruido en el departamento.
Eso se debía a qué mi abuela no estaba.
Sospeché que había ido a comprar más alcohol ya que en la basura había tres botellas vacías.
Le di una mordida a mi manzana camino a la escuela. No pensaba desayunar más, bastante me estaba arriesgando al llevarme esa fruta y que mi abuela se diera cuenta.
El día transcurrió con normalidad. Me mantuve concentrada en mis clases, tratando de ignorar a los alumnos que decidan molestarme.
No todos eran así. Algunos seguían mi ejemplo y prestaban atención a las clases y otros, simplemente dormían sobre sus escritorios.
Arreglé mi capucha en la salida de la escuela y me dirigí directo a la parada de autobuses. Sin embargo, al doblar la esquina, me ví obligada a detenerme ya que el ví a Chris y a su grupo esperando el mismo transporte que necesitaba usar.
Esto era extraño ya que normalmente acostumbran a irse en la Ban de uno de los amigos de Chris.
Tenía que llegar a tiempo a casa o mi abuela se iba a enojar, no le gusta que llegara ni siquiera cinco minutos tarde. Mi horario de llegada era siempre a las cinco en punto.
Pero no estaba loca. No iba a tomar el riesgo de ir a la misma parada en la que se encontraban esos brutos, ya que no dudarían en molestarme.
  Crucé la calle y decidí que me iría a la próxima parada que viera. Pero claro, la suerte nunca esta de mi lado y los chicos vieron como traté de alejarme de ellos a paso rápido.
-¡Allí va la loca!- Gritó unos de ellos. Miré disimuladamente hacía su dirección y vi como Chris le susurró algo a su grupo, me miraron y cruzaron la calle.
Traté de caminar mas rápido, pero uno de ellos tomó mi brazo derecho. Ahogué un grito cuando lo hizo ya que mis brazos no se habían terminado de cicatrizar y sentía que algunos cortes estaban infectados. Cuando vi al dueño de la mano que sostenía mi brazo con fuerza, descubrí que era Chris. Traté de zafarme de su agarre, pero apretó con más fuerza, tomó mi otro brazo y comenzó a sacudirme como si fuera jugo.

-Miren.- Dijo dirigiéndose a sus amigos.- Atrapé a un animal salvaje. Mike ahí te va.- Dijo alegremente y me empujó hacia un chico muy alto.

-¡Guácala, yo no la quiero, me va a pegar su piojos!.- Y volvió a empujarme hacia Chris, quien terminó por tirarme al piso.
Estaba rodeada, no había ningún espacio por el cual pudiera escapar.
El tal Mike le dio una patada a mi mochila y la alejó a unos cuantos metros detrás de mi. Todos estaban riéndose, como el montón de idiotas que eran.

-Bien loca.- Prosiguió Chris.- Ahora me darás tu tarea de matemática y te dejaré ir.- Dijo con una cínica sonrisa plasmada en su cara.

¡Estoy harta!

-Vete a la mierda.- Dije con odio. Oh, oh. Ahora iba a pensar que me estoy revelando.
Sus ojos se abrieron ante mi atrevimiento y mientras sus amigos se reían, él tomó mi pelo, me levantó del piso y acercó su cara a la mía. Sus ojos estaban rojos y su respiración se aceleró. Siempre creí que Chris tenía problemas para controlar la ira. Pero no entendía por qué nadie hacía nada al respecto.

-Parece que la loca está tratando de enfrentarme.- Dijo apretando los dientes y tirando mi pelo.- Si no te retractas y me das tu tarea, voy a...

-¿Qué le vas a hacer?- Lo cortó una voz masculina. No puede ver de quién se trataba ya que estaba de espaldas. Chris miró detrás mio y frunció el ceño.

-¿Qué te importa imbécil?- Respondió sin soltar mi pelo.

-Suéltala, la estás lastimando, animal.

-¿Y tú quién te crees que eres para decirme que tengo que hacer?- Chris se estaba enojando cada vez más.

-El hijo del jefe de policía y si no la sueltas tendré que llamarlo.- Dijo el chico.

Chris me empujó provocando que cayera al piso.

-No vale la pena meterse con un idiota por culpa de una loca. No sé si te has dado cuenta, pero somos cinco contra uno ¿Crees que te tengo miedo porque eres el mimado de un policía?- Preguntó desafiante Chris.

¡Esto Es Vida!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora