LINA P.O.V.
Mis pulmones quemaban, no podía seguir el ritmo de Caleb, era muy rápido, además no me recompuse de la paliza de mi abuela. Cada paso era como si un cuchillo cortara todos los músculos de mi cuerpo, pero no debía detenerme, Mike iba a atraparnos.
-¡Deténgase!- Miré hacia atrás y encontré a Mike unos pasos de nosotros. Mi corazón subió a mi garganta y comencé a asustarme de verdad, estaba muy cerca.
Me forcé a correr más rápido e ignoré el horrible dolor que sentía, logré ponerme a la par de Caleb, pero él, al ver que pude correr más rápido, aceleró y me arrastró con él.
Estaba agitada, mis piernas estaban temblando y sentía un enorme revoltijo en mi estómago; no me sentía capaz de seguir corriendo, pero si me detenía Mike me atraparía.
-Caleb... ya no... no pued-do.- Dije entre cortadamente.
-Un poco más Lina.- Yo ya no podía más, mis piernas comenzaron a fallar y el dolor que sentía empeoró.- No pares Lina.- Caleb se volteó, me miró unos segundo y luego se volteó a Mike.- Mierda.- Caleb se detuvo de golpe y cuando estaba por preguntarle que demonios hacia, se agachó, me cargó en su hombro como si fuera una bolsa de papas y volvió a correr.
-¡Caleb!...¿Qué haces? ¡Bájame!- Caleb me ignoró y siguió corriendo.- ¡Detente ahora mismo! ¡Bájame!- Caleb comenzó a reducir la velocidad pero no dejó de correr. Por reflejo, levanté la mirada y encontré a Mike doblando el pasillo que nosotros habíamos cruzado, acercándose a pasos agigantados.- ¡No te detengas! ¡Corre Caleb!- Él sujetó mis piernas con fuerza y corrió más rápido.
Sus dedos se clavaron en mis piernas lastimando mi frágil piel, pero hice todo lo posible para ignorar el dolor y evitar caerme del hombro de Caleb.
Luego de unos minutos alcé la mirada y encontré el pasillo vacío. Mike ya no nos seguía, sin embargo, Caleb no daba señales de querer detenerse y bajarme.
- Caleb... él ya no nos si-gue.- Dije entre cortadamente debido a los saltos que daba sobre el hombro de Caleb.
Él miró hacia atrás y se detuvo al comprobar que Mike ya no estaba detrás de nosotros. Su respiración estaba agitada y sus mejillas levemente rojas.
-Caleb, me harías un enorme favor si me bajas.
-Si, claro.- Dijo tratando de recuperar el aliento. Me bajó lentamente y soltó mis piernas cuando se cercioró que mis pies estuvieran firmes en el piso. Cuando se enderezó, frunció el ceño y sacó su celular de su bolsillo y leyó algo en la pantalla. Lentamente alzó la mirada y observó sobre mi hombro.- Mierda... debemos escondernos Lina.
-¿Por qué?
-La chica que derribó a Mike, logró detenerlo, pero dijo que ahora se dirige hacia aquí.- Tomó mi mano con cuidado y comenzó a caminar rápidamente. Seguí su paso ignorando el hormigueo que sentía en mi estómago y luego de unos metros doblamos un pasillo.
Me detuve de golpe alertando a Caleb y miré hacia atrás. Unos gritos se escuchaban al final del pasillo, unos gritos que provenían de una persona que estaba furiosa.
No necesité mucho tiempo para reconocer el dueño de la voz. Me desesperé en ese momento y lo primero que se me ocurrió fue tomar el cuello de la camisa de Caleb y arrastrarlo hacia la primer puerta que encontré. Pude comprobar al ver todos los productos de limpieza y el olor a desinfectante que nos encontrábamos en el cuarto del conserje; no me importó el olor ni el espacio reducido que había y empujé a Caleb dentro, luego entré yo y cerré la puerta con seguro.
-¿Qué estás...- No dejé que Caleb continuara y cubrí su boca con mi mano.
-No hables.- Susurré mirándolo directo a los ojos.- Es Mike y está muy enojado.- Caleb asintió lentamente.
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¡Esto Es Vida!
RomanceTodos tenemos secretos, no importa de que clase, todos los tenemos. Angelina tiene su propio secreto, uno muy oscuro, pero jamás lo comentó con nadie ya que si lo revela su vida correría riesgo, y pasó por mucho como para tirar todo por la borda...