(O46) REAL LIFE | Heal

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Heal de Tom Odell,
reproduzcanle la
canción.

Heal de Tom Odell, reproduzcanle la canción

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🛣️📍NEW YORK CITY, NEW YORK (USA)

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🛣️📍NEW YORK CITY,
NEW YORK (USA).
🗓️ AGOSTO, 2019.
🗣️ POV FLEUR.

Cuando muchas cosas malas suceden, la alegría parece quedar en pause al igual que las horas. Es como si el minutero se detuviera, el tiempo dejase de pasar y la realidad se volviera irreal. Te pierdes en una nebulosa que pinta una oscuridad de apariencia eterna: no lo es. Quieres y deseas gritar, pedir ayuda pero en lugar de eso acabas sumergiendote más en un pozo de tristeza que te ahoga con cada movimiento.

Mis ilusiones fueron destrozadas, de raíz.

Mi amor fue quebrantado.

Mi hogar fue azotado por un huracán de situaciones que dejaron un desastre, no quería limpiarlo aún. Deseaba, quería y esperaba quedarme con el fantasma de ella. Desconecte del mundo en cuanto el doctor dió su diagnóstico, Harry parecía soportar todo por los dos y una que otra vez lo sentí apretar mi hombro con eso que considere apoyo. Un día mientras me hacían exámenes para saber porque mi cuerpo no podía soportarlo, ¿Cuál era mi problema?. Acabe saliendo del hospital con toda mi familia detrás en cada paso que daba hasta el auto, pero ninguno deseaba lidear con mi silencio y agredecí el que me dieran espacio.

Apenas llegamos me encerré, pase las cadenas a la puerta y puse el pestillo antes de dejarme caer recostada a esta. Cerré mis ojos mientras la realidad me invadía: ya no habría más bebé, ni más Scarlett, no podría tener hijos, existía la posibilidad de que la abuela falleciera, mi estima se hallaba en decadencia ante la gente y parecía volvía a estar en el pozo. Me abrace a mis rodillas, había estado en shock desde el momento en que supe que podía perder al bebé y oír el diagnóstico no ayudo, pero el volver a casa y ver la mancha de sangre sobre la alfombra en la que Scarlett me dejó, eso era dolor.

El primer día después de mi llegada del hospital la pase sobre el piso, el segundo fue transitar como un ente en lamento por la casa. El tercero mire al piano con temor, como si pudiera morderme ante mi cercanía. El cuarto día acepté que ya era tiempo de mordisquear algo, fue ese día en que me hice un sándwich y una botella de agua me acompaño en mi era ermitaña. El quinto ignore los llamados de la puerta y me dediqué a armar ese puzzle que Rose y yo no culminamos. El sexto lloré lo que creí ya no podía. Fue en el séptimo cuando acepté, era tiempo de pedir ayuda. Necesitaba con urgencia ayuda, pero seguía en shock. Ausente y en algunos casos, hasta podía sentir que era una extraña en mi propio cuerpo. La adversidad derribó mis defensas. Frote mi rostro entre mis manos, solo quería ser mejor, pero no quería ser la carga. Ese día el piano que antes parecía tener dientes de sable me llamaba, insitaba a que lo tocará.

Cherry, Scarlett J ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora