Todo comenzó como una historia contada por los dioses, una historias acerca de un chico que se enamoró de lo imposible, una historia sobre un hombre que buscaba amor y comprensión, sobre un alma que estaba perdida sin rumbo. El cómo termino esa historia no importo realmente, fue el camino lo que entretuvo a las estrellas, que hizo llorar al cielo, que volvió a la luna triste. Fue una historia acerca de un amor perdido, un trágico final a una historia predecible...
Fue más acerca de encontrarse a sí mismo más que lo que fue por justicia. No hay justicia que puede compensar un mal, y no hay esperanza en un final fatal. Pero hay amor más allá de la vida.
Hay fortuna y hay destino.
Hay significado.
Y hay verdad.
Cuando miraba hacia atrás no veía una historia llena de errores ni defectos, veía una historia llena de enseñanzas que dolieron ser aprendidas en su momento. Cuando pensaba en el pasado, en aquella vida lejana que una vez tuvo, se veía solitario, necesitado de amor y un lugar donde encontrar su hogar.
Y hogar encontró, pero aun no era tiempo, aun había un camino por recorrer.
—¡Papá! — grito a lo lejos una pequeña niña de diez años. Tenía unas orejas de gato afelpadas del mismo color que su falda y su colita amarrada a la cintura. Instintivamente se agacho y la atrapo en brazos a pesar de que ya no tenía el tamaño para ser cargada en brazos. —Tío Jin dijo que vamos a partir el pastel. ¡Me compro uno rosa con forma de gato! —dijo con gran entusiasmo.
Él sonrió cálidamente mientras caminaba hasta donde sus amigos y familia le esperaban. Al llegar, una joven delicada, de cuerpo pequeño y esbelto pero con rostro casi aniñado le miro y sonrió.
—Por poco y te pierdes el pastel. Jin y Tae están que explotan por una rebanada. — Lentamente se inclinó y deposito un casto beso sobre sus labios.
—Lo siento, me perdí en mis pensamientos. —
—Siempre te pasa cuando venimos a casa de tío Jin, papá. — hubo una sonrisa burlesca en el rostro de su hija pero solo se animó a responder con una sonrisa melancólica. Jeon HyoRi jamás entendería el porqué de repente sus tíos se quedaban en silencio cada vez que mencionaban la obsesión de JungKook por ir al lago.
—Bien. ¿Quién quería pastel? — el ambiente súbitamente cambio de ánimo y todos volvieron a resumir sus pláticas y risas para festejar en décimo cumpleaños de su pequeña.
—Anda, cariño. — dijo Lee Heeyoung dejando frente a él un pedazo de pastel de un color rosa artificial. Su mano se posó sobre su hombro con una sutil muestra de apoyo. Ella tampoco sabía la historia completa, solo que la persona que amó había muerto en ese lago y por ello, cada verano cuando visitaban la casa del lago, se encargaba de llevar un ramo de flores que dejaba flotar en el agua. Ella decía que era para respetar y agradecer a esa persona por haber salvado a JungKook darle la oportunidad de conocerlo.
La fiesta continúo sin ningún problema hasta que llego la noche. El resto de los invitados se fueron conforme el sol se ocultaba mientras que ellos recogían las mesas y demás rastros de la fiesta infantil. Para cuando la luna brillo libremente sin nubes que le obstruyeran, JungKook se excusó por un momento y comenzó a caminar por la orilla del lago hasta llegar al pequeño muelle. Tantos años habían pasado y aun seguía ahí, intacto.
—Hola, JiMin. — dijo suavemente al aire, no habría respuesta pero ya no dolía tanto como antes. Heeyoung y HyoRi habían ayudado mucho en ello. –He vuelto. — susurro, el agua se meció lentamente y quiso creer que era su forma de saludar. —HyoRi cumplió años hoy. Se burló de mí por venir siempre a pensar en ti a la orilla del lago. Claro, ella no sabía que lo hacía, aún es muy pequeña para entender. Heeyoung te trajo un ramo de lirios, espero te hayan gustado. He intentado hablar con ella pero dice que no quiere dejar de hacerlo. Espero que no te moleste, ella es realmente un alma muy dulce... como tú lo fuiste. — el aire acaricio su rostro. — Sé que me dijiste que te olvidara... lo siento, creo que eres parte de mí ya. Es muy tarde para arrepentirse. Pero logre seguir adelante... como querías. Mi esposa es buena y mi hija es hermosa. Las amo con todo mi corazón y lo hare hasta el día en que muera pero... No. Lo siento. Sé que no quieres escucharlo así que no lo diré. No ahora. No aun. — Jungkook guardo silencio por un largo tiempo, intentando que el nudo en su garganta se deshiciera antes de poder hablar. — Te extraño. Cada día, no es mucho la verdad. Lo siento por eso. Decidí avanzar hace mucho y lo he hecho. Me volví productor junto a Namjoon. Hoseok también trabaja con nosotros y Jin... Jin sigue siendo el mismo pero ahora tiene un perro al que cuida junto a Namjoon. Y Tae... ah, ya te he contado eso. ¿Cierto? — una vez más junto sus pensamientos mientras un ligero ardo se abría paso en su pecho. —Este año liberan a Yoongi... — dijo con voz temblorosa. —Sé... sé que lo odias. No puedo decir que yo no lo hice pero... ha pasado tanto tiempo y... y cada vez que lo veo pienso en mí, en lo parecidos que somos... que fuimos y en lo solo que esta. Te juro que no es el mismo niño que fue, lo que él ha tenido que vivir... tampoco fue fácil. Yo... —las lágrimas habían comenzado a caer como ligera lluvia de verano. — Yo quiero ayudarlo. No pude ayudarte a ti, tampoco pude ayudar a mi mamá... y tampoco pude ayudar a Yihun pero... pero puedo ayudarlo a él. Necesito ayudarlo. Necesito... necesito que ambos podamos dejar el dolor atrás de una vez por todas... este odio no es bueno. —
>>En fin... yo solo... solo quería decírtelo. Así que no te enojes. ¿Está bien? Es algo que tengo que hacer por mí mismo. Esta vez será la última vez que vendré así que, no te enojes demasiado conmigo. Incluso si no vuelvo aquí, sabes que siempre serás parte de mí, justo como yo soy parte de ti. Pero esta vez realmente quiero poder vivir libre de miedo y resentimiento. Por ello te pido perdón. Te extrañaré, como siempre lo hago, solo un poco mientras vivo momentos felices y momentos tristes, solo un poco como el recuerdo de una vida que pudo ser y no fue. Te extrañare hasta que sea el momento indicado... aunque siendo honesto... creo que prefiero hacerte esperar. Quiero ver a mi hija crecer, quiero ver a mis nietos, quiero ser tío si es que algún día Hoseok y Tae se deciden a adoptar finalmente. Serian excelentes padres. Quiero ver a Yoongi pararse por sí mismo y quiero pasar mis días con Heeyoung. Hay tantas cosas que quiero hacer, tanto que quiero ver y por primera vez... Jimin, por primera vez quiero ser egoísta. ¿Lo entiendes, verdad? Es lo que esperabas que hiciera... Así que espérame... no te vayas sin mí. ¿Está bien? Solo... solo necesito más tiempo, y prometo que volveré. Una promesa que planeo cumplir. —Solo el sonido de las aguas acariciando los pilares del muelle, el lento bailar de los árboles y el viento fresco y húmedo eran sus únicos acompañantes.
Un par de brazos le envolvieron tiernamente, con su pecho contra su espalda y su frente descansando suavemente en su hombro.
No dijo nada. Hacia años había dejado de hablarle porque sabía que su voz le haría arrepentirse y sabía que decidiría quedarse con él y no podía pedirle eso, no después de todo lo que había hecho por él.
Jimin apretó aún más su abrazo y contuvo las ganas de llorar porque sabía que lo extrañaría como si todo el sentido del mundo se hubiera perdido, como si con él se llevara su corazón pero eso era lo que él había querido, lo que él le pidió la última vez que se vieron aquella oscura noche sin luna. Aquella noche cuando Yihun regreso al lago y entro por su propio pie a las aguas turbulentas.
Aquella noche que pudo obtener su venganza.
JungKook poso sus cálidos dedos sobre sus frías manos pero no intento voltear. No debían verse o la voluntad de ambos se haría añicos y todo el esfuerzo y todo el dolor y la tristeza de tantos años habría sido por nada. Jimin quería que viviera, JungKook quería vivir.
Y por ello, Jimin tenía que dejarlo marchar.
Como una brisa comenzó a desaparecer, lentamente.
Ambos aferrándose a un recuerdo, a un hasta luego y no un adiós.
Este capítulo es muy nostálgico.
Ya saben si encuentran errores pueden etiquetarme.
Saludos.
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The Lake || Kookmin [ADAPTACIÓN]
FanfictionJimin murió en un accidente donde se ahogo en un lago. Solo tenía 20 años de edad. Muchos dijeron que estaba en la flor de su juventud, una vida joven desperdiciada. Pero, ¿fue realmente un accidente? Se dice que se ha visto a un chico de cabello...