The Lake || Kookmin [ADAPTACIÓN]

Serendipity

¿Que era ese agujero en su pecho? Que consumía todo su cuerpo en un lento pesar, que le llenaba de angustia y lo dejaba sin aire, que parecía cavar un pozo sin fondo devorando su todo a su paso. ¿Que era esa desgracia? Que negaba a volverse real en su consciencia pero inútil no cambiaba la realidad de su vida. ¿Que era? Ese sentimiento de perdida y desolación, como cuando su madre soltaba su mano en un lugar concurrido en su niñez o cuando desertaba solo a media noche después de una pesadilla.

Esto no era una pesadilla.

Era la verdad, su verdad, su realidad injusta que se cernía sobre él. Se sentía solo, perdido y traicionando. Se había ido dejándolo con esa carga, ese dolor punzante en su pecho y cuando sintió unos temblorosos dedos tomarle de la mano, cuando vio en esos ojos acuosos buscando refugio y una guía se sintió mas perdido aún.

¿Como se suponía ahora que debía ser el mayor, el más fuerte, el sabio? Cuando ni él mismo podía comprender en donde estaba parado.

El lugar, un cementerio.

Rodeado de personas vestidas de negro, llorando lágrimas de culpa y arrepentimiento. ¿Como se atrevían a decir que nunca estuvo solo y que solo debían ver cuantas personas estaban ahí para ver cuanto fue amado? Pero la ira no se despejaba con esas palabras, solo crecía, el odio a lo falso, a lo injusto, lo hipócrita. ¿Donde habían estado ellos cuando su hermano los necesito? En ningun lado, todos vivían sus vidas sin importarles como había cambiado, como dejo de sonreír, como se alejo de todos y nadie se preocupo por buscarle. ¿Donde habían estado ellos cuando debieron demostrar ese supuesto amor?

Y también... ¿Donde había estado él?

Estuvo encerrado en su mundo perfecto, enfocado en sus metas, en sus sueños. Bailando con una sonrisa mientras su hermano lloraba lágrimas silenciosas; cantando con pasión mientras él se ahogaba en su propia miseria.

No estuvo ahí, nunca lo estuvo. Fue egoísta, unilateral. Corriendo siempre a buscar refugió, pidiendo apoyo, encontrando paz; pero nunca ofreciendo nada, no una mano, no un hombro, nada de su tiempo o preocupación. Todo siempre fue por si mismo, nunca por él y ahora se daba cuenta.

Cuando llegó a casa no dijo nada y subió a su habitación, la puerta contigua a la de su hermano. Se encerró por horas, llorando sin pedir ayuda y negando la ofrecida, había un deseo silencioso en su interior por buscar un castigo a modo de disculpa, el precio por su egoísmo y a la vez su dolor solo le hacia rogar en llantos que volviera, que regresara a él porque le necesitaba y lo extrañaba demasiado.

Sentía tantas cosas que al final del día no era capaz de decir que era lo que sentía en realidad. Miedo, angustia, tristeza, dolor, añoranza y culpa, una mezcla de emociones lacerantes y sin cura que no parecían cicatrizar nunca.

Sus días entonces se volvieron grices. Vivía en un mundo sin sentido, mirando en el rostro de las personas, máscaras de marfil que ocultaban la verdad detrás de ellos, consciente ahora de que las sonrisas también ocultaban llantos.

Y entonces el mismo se volvió así.

Sonreía porque debía de, convivía porque temía estar solo, actuaba cada día, a cada momento porque no sabia que mas hacer y porque queria fingir que estaba bien.

Que todo estaba bien.

Y con el tiempo el Jimin normal regreso, salía con sus amigos, reía a carcajadas, disfrutaba de su vida de cartón y maché. Bailó y canto con la misma intensidad, con la misma determinación pero en el fondo lo sabia, lo hacia pero quería ignorarlo; ya no habia pasión, ya no había motivo ni amor en lo que hacía.

Solo fingir.

Su vida se volvió una continúa obra ante los demás y ante si mismo; no podía abrirse, algo estaba roto, algo funsamental y no habia quien lo reparara. Nadie podía verlo, pero estaba en pedazos, su cuerpo en uno más su alma en añicos. Ni siquiera Taehyung, su mejor amigo lo pudo ver, porque cualquier extraño actuar en él era "lógico" pues habia perdido a su hermano, estaba herido y todos lo sabían pero nadie imaginaba que tan destrozado en realidad estaba.