The Lake || Kookmin [ADAPTACIÓN]

Wings~ 5

-El llanto de las mariposas.-

Recuerdo el primer golpe que recibí, fue un golpe seco contra mi rostro. Fue tan duro que la sangre no tardó en salir. Tenía miedo y estaba confundido acababa de despertar en un cuarto frío y pobremente alumbrado, le miré y él se quitó la máscara y vi sus labios torcidos en una mueca grotesca y cruel que pretendía ser una sonrisa.

—Hola Chimchim.—No entendí a lo que se refería y no dije nada. Eso debió molestarlo porque me tomo del brazo y me obligó a levantarme, el agarre eran como garras de halcón sobre mi piel. Sus dedos hacían arder mi carne con dolor.—Dije. Hola.— gruñó con su rostro sobre mi cara.

Temí. Sus ojos tenían un brillo siniestro y temí por mi. A pesar de las dudas y la confusión, el miedo se apoderó de mi.

—H-hola.— Dije con mi voz temblorosa de pánico pero él pareció satisfecho con ella y me dejo ir. Tropecé un par de veces con mis tobillos e instintivamente sujete mi brazo en la zona donde me había sujetado.—¿Q-quien eres? ¿Dónde estoy?—pregunté aterrado y desesperado.

—Soy yo. ¿No me recuerdas?—me dice con una cara de sorpresa y molestia en ella. Instintivamente di dos pasos hacia atrás y pegué mi espalda contra la pared cuando el quiso acercarse pero fue lo peor que pude hacer porque la ira se posó en sus ojos y dejo caer el segundo golpe esta vez contra mi estomago. El aire escapó tan rápido de mis pulmones que no pude hacer más que encorvarme del dolor que sentí, me ardía el pecho y mis ojos se sintieron calientes, como si fueran a salirse de su lugar. Caí entonces de rodillas aspirando todo el aire que me era posible, pero nada parecía funcionar para calmar la sensación abrazadora que su golpe dejo en mi cuerpo.—¿No me recuerdas eh? ¡Perra! SABES QUIEN SOY. ¡DILO!— me gritó agachando su rostro a mi nivel en el suelo.

—N-no lo s-se.— respondí con dificultad tanto por el dolor como por el miedo. Un golpe más cae y me desoriento cuando este llega a mi cabeza, el duro suelo me recibió cuando caí cual peso muerto y me encogí en mi lugar lo más que pude con mis torpes movimientos. Supe entonces que nunca estaría satisfecho hasta que no dijera quien era él, pero temo que no tengo idea de quien es.

No recuerdo su rostro, no tengo un nombre para él, no se donde llego a verme.

Seguramente solo esta loco.

—Pequeña perra mentirosa. Pero ya verás. Vas a recordarme. ¡VAS A GRITAR MI NOMBRE JIMIN!—

Después de eso la lluvia interminable de golpes jamas paró.

◆◆◆

No recuerdo cuando perdí la noción del tiempo en este lugar. Atado y en el frío sótano, solo miro el suelo intentado encontrar un consuelo que jamás encontraré. El tiempo pasa lento, casi de manera eterna y mi cuerpo nunca dejaba de doler. Pero era mi alma la que más sufría en medio de ese desolado infierno. Miles de recuerdos se aglomeran en mi mente y poco a poco siento que soy incapaz de entender que es lo que busco. Respuestas, eso es lo que quiero más, el porque estaba ahí, el porque esto me pasa a mi, pero solo veo los insectos que se cuelan de la planta superior hasta lo que ahora es mi hogar.

Aunque eterno el tiempo ha transcurrido indiferente, sin piedad y cruel. Las memorias de la vida que lleve antes de esta tortura ahora parecen mas ilusiones, fantasías que llenan mi roto corazón cuando cierro los ojos. He comenzado a odiar el dormir. En ese instante en que mi debilidad me gana y caigo rendido ante los sueños es lo peor que me podría pasar, a veces sueño con él, con las torturas que ha infligido en mi cuerpo y en mi ser, heridas que jamás curaran y permanecerán abiertas a carne viva dentro de mi. Y aún así, a pesar del miedo que siento al despertar de aquellas pesadillas tan reales lo peor no es eso, mis peores sueños son con mi pasado, con lo que tuve y perdí, suelo soñar con mi madre y su cálida sonrisa, con aquel abrazo lleno de orgullo de mi padre cuando fui aceptado en la universidad de artes, y también sueño con mi pequeño hermano. Los sueños con él no son cálidos pero son significativos, sueño el momento en que estábamos parados frente al ataúd de nuestro hyung, él lloraba desconsoladamente y me dolía no ser capaz de calmar su dolor por lo que solo tomé su mano y le abrace para que llorara en mi pecho. Ese día sufrí tanto que creí era imposible sufrir más.

Pero ahora hasta el recuerdo de mi familia duele.

He empezado a sentir algo dentro de mi crecer, algo que no entiendo y que se oculta pero que mancha todo a su alrededor. Es como un capullo y ahí siento como el miedo se convierte en dolor y el dolor en odio. No se que es lo que me pasa, quizá ya estoy demasiado roto porque a veces desearía jamás haber tenido una familia, así no sufriría extrañandolos y no guardaría la minúscula pero lacerante ilusión de que vendrán a rescatarme. Así... así por lo menos no tendría el doloroso recuerdo de lo que era la felicidad, y tal vez... tal vez, sin ellos, yo no estaría aquí. Si tan solo no hubiera nacido, si yo no existiera, no sufriría así.

Me di cuenta de que esto que estaba en mi interior y que crecía cada día, era algo que me cambiaba, que tomaba todo mi ser, lo que yo una vez fui y lo retorcía hasta que no quedar nada, lo entendí así un día como cualquier otro en el cual Yihun hizo su visita regular. Ese día experimente un dolor más allá de lo inhumano y todo porque aquello en mi hablo sin mi permiso.

"Matame" fue el ruego que salio de mis labios y las quemaduras en mi espalda dejaron de llegar dejando solo el dolor calcinante de las anteriores sobre mi piel.

Mi voz había sonado tan distinta a... a mi. Ese de ahí no era yo, yo jamás me habría rendido, yo jamás perdería la esperanza, yo jamás ... y aún así. Por favor. Matame.

Yihun se detuvo ante mi suplica, igual que yo, estaba impactado, lleno de incredulidad, pero luego eso fue remplazado por una satisfacción que solo él podía disfrutar. Le estaba dando todo de mi, el máximo derecho a reclamarme como suyo, él, quien ahora y aunque me duela admitir, siempre, ha tenido mi vida en sus manos. Y ahora yo le ruego que me deje morir.

"Te amo tanto Park Jimin. Te amo y no te puedo dejar ir. Te necesito. Eres mi único amor." dijo y en vez de llorar, de suplicar mas, de sentirme desolado. Me llene de rabia, una ciega y furiosa rabia que solo yo podía sentir.

"¡ENTONCES MUÉRETE MALDITO BASTARDO MAL NACIDO! JAMÁS TE AMARÉ ¿ME ESCUCHAS? ¡JAMÁS! ENFERMO DE MIERDA. TE ODIO. ¡SIEMPRE TE HE ODIADO Y JURO QUE TE MATARÉ MALDITO!"

Y jamás en mi vida había dicho unas palabras mas llenas de convicción que esas. Porque eran verdad, si pudiera, si solo se diera la oportunidad. Lo mataría. Arrancaría cada parte de su piel, su cuerpo, dejaría expuesto a los ojos de todos el monstruo que se oculta bajo esa piel de cordero y le haría sentir con exactitud todo lo que he sufrido.

Después de que desperté luego de caer inconsciente debido al shock por el dolor que sentí esa vez, entendí entonces que aquella cosa crecía en mi contaminaba mi alma y mi mente hasta borrar el Park Jimin que alguna vez fui y dejando solo un cascaron vacío, tan hueco como un muñeco y tan loco como un demonio.

Porque yo realmente, realmente odio con todo mi ser este mundo de mierda.

Cuando caigo en cuenta lágrimas están cayendo de mis ojos y arden como el mismo fuego del infierno, mi ira me ciega e incluso esa repulsiva cucaracha en el piso que es mas libre que yo me llena de coraje. ¡¿Por que a mi?! Me cuestiono con tanta ira y cólera que no resisto ver un ser vivo disfrutando de su libertad.

Si yo no puedo ser libre. Nadie tampoco.

Aplasto con todas mis fuerzas aquel insecto. Lo aplasto una y otra vez, una y otra, una y otra, con toda la furia de la que mi cuerpo es capaz. Mis pies descalzos empiezan a sangrar pero el dolor no es nada, ya no es nada y solo sigo sin pensar en más hasta que caigo exhausto de rodillas y lloro nuevamente.

¿En que me estoy convirtiendo?

Te estás convirtiendo en algo mega cañón Xd.

Si encuentran errores en cuanto a nombres me avisan para corregir.

Besos.