The Lake || Kookmin [ADAPTACIÓN]

Toxic

Después de la cena en casa de los Kim, Jungkook había notado que Jin se encontraba más serio de lo usual, siempre mirando a la nada, varias veces le encontró sentado en el comedor de la cocina con la mirada perdida y su mente en otro lado.

Quería ayudarlo pero el no era como Hoseok o como el mismo Jin para saber como confortar a alguien, para saber que decir o que hacer, para ayudar a quien lo necesita.

El era Jungkook, el serio y frío Jungkook. Aunque desde que conoció a Jimin sentía algo más cálido su interior.

Yoongi era otro asunto el cual Jungkook tampoco sabía cómo manejar.

Aquella despedida que le dejó tan confundido no solo lo había afectado a él. El menor se había vuelto más cerrado, o esa impresión quería dar pero el mayor había notado como el chico le miraba intensamente cuando creía que no le observaban.

Error.

Jungkook había notado todas y cada una de aquellas miradas "disimuladas". Lo entendía y a la vez no. Se sentía apunto de descubrir algo, como si supiera la respuesta pero que al final esta escapaba de sus manos justo antes de alcanzarla.

Como ese sentimiento frustrante de tener la palabra que buscas en la punta de la lengua.

Tomó su cuello con una de sus manos y lo masajeó buscando deshacer la tensión que se estaba acumulando.

Los últimos días todo parecía sumido en bruma. Namjoon intentaba aparentar que estaba bien pero él sabía que no era así, se veía destrozado por dentro. Yoongi se veía perdido y confundido, Jin parecía que le habían arrancado su razón de vivir y Hoseok se la pasaba pensando más y más en Taehyung por lo que su brillo se veía opaco.

Era de esos momentos en la vida donde todo parece estar mal.

Irónico que Jimin quien estaba muerto parecía más vivo y brillaba con más intensidad que todos ellos.

Se sentía agotado y no había hecho realmente nada. Dejó caer su cuerpo como saco de papas en la silla mullida de la cabina.

Posó su brazo sobre sus ojos deseando estar en su cama y no en el trabajo. Creía que un buen descanso le haría reponerse, pero trabajo es trabajo. Y las responsabilidades nunca descansan.

—¿Hyung?— La voz tímida de Yoongi lo agarró desprevenido. Se sentó bien y miró a la puerta.

Ahí estaba él.

Yoongi lo miraba con timidez pero parecía querer decirle algo importante.

—¿Qué necesitas Yoongi?— Preguntó mirándolo a los ojos. Tres segundos después el chico desvió la mirada.

—Y-yo quería... Yo...— El menor se veía indeciso.— H-hablar con... Con usted.— aquello había salido forzado.

—...— Jungkook no respondía porque simplemente estaba analizando la situación, pero su silencio ponía más nervioso al menor.— Bien. ¿De que quieres hablar?— Dijo finalmente indicándole con un gesto que entrara.