The Lucky No.3

176 34 1
                                    

Salió del cuarto cuando después de dejar el cuadro justo donde lo encontró y espero jamás tener que volver a entrar a ese ese lugar nunca más.

Ya fuera del manicomio que se había vuelto ese cuarto caminó por el pasillo de la casa; la luz era suave y aunque a veces sentía que el mundo giraba había el lado opuesto él no perdía su camino. Era como un gimnasta, aun cuando su mundo girará en mil direcciones diferentes él mantenía el equilibro en su mente, ya no había perturbaciones, ya no había alucinaciones y voces en su cabeza, solo silencio, uno que él mismo creo.

Control, caminaba en control hasta la puerta número tres.

Cuando tomo el plomo de la puerta no hubo ningún sobre salto asi que sin miramientos entro a la nueva habitación y  de nueva cuenta estuvo seguro a quien pertenecía.

Había póster en las paredes y aunque era ordenada aun seguía teniendo esa aura de cuarto de chico. Había una cama con cobijas negras y rojas con blanco y un librero lleno de libros y mangas en una pared, en la otra había un escritorio de madera y una laptop sobre él.

El aire de la habitación era totalmente diferente a su predecesora ¿o era quizá era él mismo quien era diferente? Más fuerte quizá no, pero si más preparado. Al final del día no importaba,  lo único de relevancia era ahora estaba ahí dentro y sin escrúpulos ni indecisiones comenzó a buscar entre las cosas de la habitación.

¿Por qué? ¿Realmente dudaba de Yoongi ?  No. No lo hacía pero no iba a tomar riesgos se recordó mientras urgaba en la habitación. Lo único que podía hacer por el joven era sacarlo de la lista tan pronto como pudiera y concentrarse en quien sabía era peligroso.

Como supuso todo estaba limpio y admitía que eso le quitaba un peso sobre sus hombros, no había nada y eso para Jungkook era algo bueno.

Aunque eso  significa que no había ninguna pista, a la vez se sentía aliviado de que fuera así, por lo menos en esa habitación.

Con la calma colándose detrás de sus preocupaciones Jungkook se sentó en la orilla de la cama. Solo por un momento quería disfrutar de ese nuevo sentimiento ligero en su pecho, Yoongi era inocente, debía serlo.

Tomo un marco con una foto que estaba justo a lado de la cama. La foto era hermosa, era un simple paisaje del océano, tomado desde la playa y con el atardecer en su punto más alto. El sol se acercaba poco a poco a tocar las aguas y se reflejaba en ellas rodeado de un cielo extenso y naranja.

Recorrió los colores de la fotografía con los dedos sobre el cristal y pudo recordarlo casi como si el hubiera estado ahí, comí la fotografía solo fuera un reflejo de Jimin.   Sus ojos café oscuro eran la arena que cada vez se oscurecía más ante el caer del sol pero que a la vez parecía brillar como pequeños diamantes, recordó sus labios grises azulados y las aguas se volvieron tan suaves en la fotografía como lo eran esos labios que sabían a mar, y su suave cabello naranja de tonos color atardecer muy similares al de la fotografía.

Esa imagen le recordaba todo a Jimin.

Soltó el aire en sus pulmones que ni se dio cuenta que sostenía cuando se puso a recordar cada aspecto del fantasma. Con su corazón tranquilo gracias a su recuerdo,  Jungkook solo sabía que se sentía bien amarlo, se sentía correcto y completo, tanto que el hecho de que estuviera muerto perdía sentido, incluso si eso mismo era irracional.

Dejo de nuevo la foto en su lugar y se se levantó de la cama para continuar con su búsqueda pero al levantarse el talón de su zapato chocó con algo debajo de la cama.

Se quedo quieto unos segundos, como si una lucha interna diera lugar pero la verdad era que su mente se había vaciado y su corazón dio un fuerte golpe de ansiedad.

The Lake || Kookmin [ADAPTACIÓN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora