The Lake || Kookmin [ADAPTACIÓN]

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Después de recibir la contraseña Jungkook salió de la cafetería con el teléfono en su mano y con el corazón agitado de la ansiedad. No quiso decir mas pues no había nada más que pudiera decir para calmar las inquietudes de Hoseok o para explicar la verdad a Taehyung. Así que lo mejor era solo terminar sus asuntos ahí y dejarlos solucionar los suyos solos.

Fuera de la puerta miro la calle a su alrededor y el sentimiento de tener la meta a centímetros de sus dedos era abrumadora. A su alrededor las personas pasaban caminando pero no tenían rostros y el luegar parecía otra dimensión, nada parecía real y lo único a lo que se quería aferrar era a ese pequeño aparato entre sus dedos.

—¡JUNGKOOK-HYUNG!— gritó la voz de Taehyung a su espalda, quien llegó apresurado a su encuentro.—No entiendo lo que sucede...— Comenzó a decir mirándolo.—No puedo comprender porque siento que puedo confiar en ti sin pedir explicaciones.... Eso no es lógico pero...la mirada de Tae brilló con intensidad y Jungkook se sintió en la tierra de nuevo.— Pero lo hago.—Sentenció firme.

Fue la voz del chico lo que calmó sus ansiedades, el recordar la confianza que Jimin había puesto sobre sus hombros, no supo cuando empezó a sentirse tan conectado a Tae como para sentirse tranquilo con la confianza que este le daba, pero sabía que seguramente se debía a que la distancia entre el y Jimin disminuían cada vez más. Sus emociones se mezclaban poco a poco.

—Se que Hoseok no lo entiende... — Le dijo el cantante al joven mirando al interior de la cafetería. Aún apesar de lo que su amigo había hecho Jungkook sabía lo que probablemente el bailarín estaba sufriendo.—Y no es su culpa... Él solo quiere protegerte.—Taehyung se sonrojo ante lo dicho y Jungkook sonrió.— Se que aún lo amas.— El menor bajo la mirada avergonzado y eso le pareció tierno al músico.—Así que por favor, dale una oportunidad. Por favor... ayudalo.—Le pidió y el menor se sorprendió.

—Yo...—los ojos de castaño se cristalizaron.—Perdí mi derecho a amarlo...—Confesó con el dolor de su corazón.—Lo lastime demasiado... Le culpe por algo que... Que no...—Tae luchaba por no llorar mientras los recuerdos lo atacaban.—No tengo derecho...—

—Esa confianza ciega que estas depositando en mi, abusaré de ella y te diré... Que si aún se aman, no deben rendirse.— le dijo pensando en Jimin. Los dos chicos la tenían tan fácil, los dos estaban vivos, y mientras lo estuvieran, mientras se amarán y lo quisieran, podían encontrar una solución.— Por favor deposita esa confianza en Hoseok.— dijo y le sonrió.— El te necesita más de lo que crees y tu... Tu ya no necesitas cargar el peso de Jimin sobre tu espalda.— El pelirrojo alzó su mano y acarició el cabello del menor quien había comenzado a llorar en silencio.—Yo me haré cargo Tae.—Y sonrió seguro de sus palabras.—Así que no dudes más y lucha por lo que amas.—

—Realmente no entiendo hyung...¿Por qué no duele más?.—Dijo el menor sujetando su ropa sobre el corazón con confusión pues un peso que llevaba sobre el desde hacía cuatro años se había desvanecido.—No lo entiendo.—Repitió refiriéndose al sentimiento que sentía, lo unía a Jungkook.

—No necesitas entenderlo.—Le dijo recibiendo la mirada aun confundida del chico. Como si supiera de que hablaba.—Por mucho tiempo busque una explicación lógica... Pero alguien me dijo "no hay razón... Y probablemente nunca la habrá."—Tae lo escuchó atento y limpiando las gotitas saladas en sus mejillas.—En ese momento entendí.—Jungkook lo miró.— Que solo buscar razones para algo es inútil... Solo tienes que seguir a tu corazón. Es lo único que importa.—Pensar de más era inútil, preocuparse por algo fuera de su alcance era inútil.

—¿Por qué siento que ya nos conocemos?— Preguntó Tae y eso sorprendió a Jungkook.

No creyó que Taehyung pudiera sentir la conexión entre Jimin y él, pero luego lo encontró lógico, después de todo, él era el mejor amigo del fantasma y aunque lo lógico en su vida era bastante impreciso, no dudó de ello.