Confused

172 36 2
                                    

Hay momentos en la vida en los cuales las cosas se vuelven un desastre frente a tus ojos tan rápido que no sabes como fue que todo termino así. No encuentras la salida y cualquier opción termina dañando algo. Derrepente todo parece una pelicula moviendose demasiado rápido y tu no puedes seguir el ritmo.

Para Jungkook que en un momento estaba con Jimin, viviendo uno de los momentos más importantes solo pudo reaccionar a lo que sucedía cuando él ya se encontraba en medio de Jin y Jimin quien le miraba con odio y posesión, olvidando su ser real.

¿Cuándo se había movido?

¿Cuándo había pasado?

¿Por qué Jin estaba ahí?

Solo era consiente de que Jin temblaba de pánico contra el suelo, sosteniendo su espalda con sus manos en el suelo y sus piernas intentaban empujarse de espaldas para huir, pero como Jungkook ya había experimentado, frente a Jimin el cuerpo se paraliza de miedo.

Lo único que detenía a Jimin era él mismo sirviendo de barrera para Jin. Su frágil cuerpo humano era lo único que retenía al fantasma iracundo de matar a su primo.

¿Cómo había llegado a eso?

En su mente, vestigios de lo que había sucedido se sobreponian uno tras otro en una vorágine de imagines sin sentido ni orden, solo recordaba estar con Jimin cuando la voz de Jin sonó. Luego Jimin desapareció, el solo podía ver con sorpresa a su primo quien se veía pálido incluso en esa oscuridad. Intentó acercarse a Jin quien se alejó, algo era dueño de sus cuerpos, el miedo o el desconcierto no importaba cual. Lo último que podía recordar con la mayor claridad posible dentro de la bruma de su memoria era como corrió hacía su primo en cuanto miró al fantasma aparecer frente a el haciendolo caer de espaldas de la impresión.

—Detente Jimin...— Pedía con una mano como escudo para detener su avance aunque bien sabía que no cambiaría nada si Jimin realmente así lo quería. Jimin no hablaba pero solo miraba al pelirrojo y al moreno a su espalda de manera intermitente e indeciso. Podía notar como el espectro luchaba contra aquello que intentaba dominarlo pero por momentos parecía perder. El miedo que Jimin perdiera su batalla se convertía directamente en miedo de ser asesinados por el fantasma.—Por favor...— le rogó en un susurro que impregnaba sus suplicas, no porque Jimin no los matara, sino porque el chico rubio no se perdiera en su locura, en sus palabras Jungkook rogaba porque Jimin no se volviera ese "hombre de traje". Dio un paso lento hacía adelante, apesar de los posibles, no, de los obvios riesgos de acercarse al inestible ente, el cantante solo pensaba en Jimin, en este punto solo quería tranquilizarlo, abrazarlo y demostrarle que todo estaría bien, incluso la presencia de Jin había desaparecido para el pelirrojo.

—¿J-Jungkook?- le llamó aterrado su primo pero le ignoro prestando toda su atención a Jimin.

Dio otro paso más y Jimin posó su ojos en el permanentemente, tenía su atención y vio en brillo oscuro en los ojos de Jimin iluminarse un poco.

—Tranquilo...— le dijo como si de un animal asustado se tratase y en parte era así. Jimin estaba asustado, podía sentirlo en su piel como si fueran uno.— Jimin...— cuando pronunció su nombre pudo escuchar como Jin chilló por lo bajo. No era para sorprenderse de ello, cuando era obvia la razon del renovado miedo de su primo, despues de todo, Jimin era "la leyenda del pueblo".

El chico del lago.

—¿Jungkook...?— su voz temblo ligeramente al pronunciar su nombre. Ahí estaba, se dijo Kook. De entre el pánico y la locura ahí estaba Jimin.

—Esta bien Jimin... todo esta bien.— Jimin lo miró inseguro pero su oscuridad comenzó a desvanecerse poco a poco, como el alba Jimin emergía de su noche oscura.

—Yo...— el fantasma le miró con pena, se sentía avergonzado de no poder controlarce, de volverse un peligro para el cantante y su "conocido", pero Jungkook no le culpaba de nada y en realidad lo entendía.

El que alguien invadiera y perturbara el espacio que solo les pertenecía a ellos, el miedo a lo desconocido y el rechazo. La misma incertidumbre. Todo aquello Jungkook también lo sintió cuando vio la figura de Jin entre los arboles mirándoles, pero la única diferencia era que el no luchaba día a día con una oscuridad que consumía su mente y su alma.

—Esta bien...—Dijo con calma, en una promesa de que el se haría cargo de todo y después de compartir una mirada con Jimin este asintió y se desvaneció en el aire confiando ciegamente en el cantante. Jungkook no se relajó hasta después de un par de segundos, no porque creyera que el espectro volvería, sino porque aun no asimilaba lo que había sucedido. Se giró sobre sus pies y sintió su cuerpo terriblemente pesado. Su mirada chocó con la del mayor quien no huyó de sus penetrantes ojos.

—Hyung...— el chico lo miraba temblando desde el suelo, aterrado de lo que acababa de presenciar. Jungkook tomó el cuadro de madera con la mariposa y agradeció que Jimin no lo viera.— Tenemos que hablar.— dijo sintiendo que esa sería una larga noche.

Llegaron a casa después de los treina mitutos de caminata. El tramo fue en silencio porque Jungkook no era de los que gustaba de iniciar conversaciones en momentos como ese y mayormente porque Jin no se dignaba a verlo, mucho menos hablarle. Por media hora, bajo la noche y con el murmurar del lago como único sonido, los dos jovenes se sumieron en sus pensamientos.

—Explicame...— dijo Jin rompiendo el silencio justo cuando cruzaron la puerta. Su primo parecía ya haberse calmado y aunque aún se veía un poco mas blanco de lo normal, sus ojos demostraban que estaba preparado para enfrentar lo que sea que viniera.

Y decidió hacerlo, le diría todo. Porque al final, Jin había visto a Jimin y no había como ocultar esa verdad.

 Porque al final, Jin había visto a Jimin y no había como ocultar esa verdad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ante cualquier error favor de avisarme para corregir.

The Lake || Kookmin [ADAPTACIÓN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora