Comeback

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Cerro los ojos con fuerza mientras respiraba profundo intentando calmar su inquieto corazón. Odiaba ese lugar como pocas cosas, odiaba el blanco de las paredes y las camas, odiaba el olor a desinfectante y antiséptico, odiaba incluso el pequeño bit que producían las maquinas. Realmente odiaba los hospitales.

—Con eso será suficiente. —Dijo una joven médico justo cuando terminó su trabajo.— Deberá tener cuidado de no hacer muchos movimientos o las suturas se abrirán. Por favor téngalo en cuenta.—dijo para después recoger su equipo y salir por la cortina que separaba una cama de otra en la sala de emergencias.

—Bueno... Esto no era lo que esperaba de esta noche.—Duckyoung miro su mano vendada.

—Lo lamento. —Se disculpo Jungkook fingiendo real interés cuando por dentro se sentía aliviado, un poco más y quizá no la contaba. Había presionado tanto al hombre que casi le apuñalaba con el cuchillo, vio sus intenciones en sus ojos, sino fuera porque la copa de vino en su mano cedió ante la extrema fuerza aplicada y se quebró en su mano izquierda; no quería ni imaginar lo que hubiera pasado.

Una enfermera entro nuevamente por la cortina con una pequeña bandeja con unos vasos pequeños de plástico con pastillas.

—¿Min-nim?— preguntó mirando al mayor quien asintió.— Deberá tomar esto.— le dijo dejando la bandeja en una mesita al pie de la cama de hospital donde el mayor estaba sentado.

—¿Qué es eso?—Pregunto Jungkook a la mujer de entre unos cuarenta y cinco años.

—Son analgésicos.— contesto para luego mirar al patriarca.—Son algo fuertes así que deberá permanecer en observación por el resto de la noche.— dijo sorprendiendo a los tres presentes.

—¿No cree que eso es demasiado? Solo son un par de cortadas.—dijo el mayor.

—La doctora Eun-ssi lo ha ordenado...—El mayor iba a protestar pero la mujer siguió hablando.—Min-nim, este medicamento es altamente peligroso si no se tiene cuidado con el. Por ahora solo observaremos que no haya ningún tipo de efecto secundario y entonces lo daremos de alta. Además estos medicamentos van a dejarlo prácticamente inconsciente, por ahora lo mejor es que se quede aquí.—La voz implacable de la mujer con aspecto maternal dejo a los tres con la boca cerrada, se podían notar los años de experiencia en sus palabras y al final ninguno, ni siquiera el padre pudo objetar.

La enfermera salió justo por donde vino y dejo a los hombres solos y en silencio.

—Supongo que no queda otra opción.—Dijo Duckyoung tomando el pequeño vaso de plástico con agua y Yoongi tomo el de las pastillas para dárselas una por una a su padre. Después de tragar todas las medicinas el mayor miro al pelirrojo.— Jungkook¿irás a casa?— Pregunto quitándose los lentes ya un poco mareado.

—Si, pero mañana vendré a recogerlos cuando lo den de alta.—dijo mirando a Yoongi quien lo miro de reojo solo por un segundo antes de ponerse a recoger las cosas de su padre de la cama.

—No es necesario mañana pediremos un taxi. Ve a casa.—El mayor iba poco a poco perdiendo fuerzas y se recostó en la cama con ayuda de su hijo.

—...Esta bien.— Dijo para dar media vuelta y retirarse pero antes de salir se giró y miro al joven, el hombre apenas y parecía consiente a causa de los efectivamente rápidos analgésicos.— Yoongi...— Llamó al joven que lo miro inquieto.—¿Vas a estar bien?—preguntó mirándolo desconfiado, sin saber de que desconfiaba.

—Si hyung —respondió finalmente huyendo de su mirada.

—Yoonshi...—El menor se tenso y le miro asustado. -¿Vas a estar bien... Verdad?—Yoongi trago duro.

—S-si H-hyung.—Jungkook frunció el ceño cuando nuevamente Yoongi le huyó y se giró dándole la espalda. El cantante , con la vista clavada en los fuertes hombros del joven se preguntó "¿Qué ocultas Min Yoongi? "

Salió del hospital hasta llegar al carro de su primo. Se subió al asiento del piloto y puso sus manos en el volante. Cerro sus ojos con frustración y de un momento a otro golpeo el volante una y otra vez con su mano derecha. Una vez se canso de descargar su furia contra el auto dejo caer su cabeza contra el respaldo del asiento. Miro el techo gris del auto y se preguntó de que estaba furioso.

La respuesta era, que al final de todo, no había obtenido nada. Si, por supuesto que obtuvo algo, y eso fueron muchas sospechas más una conversación que rayaba en lo psicópata que era el mayor, eso si que le quedó claro, pero al final no había nada que pudiera usar, nada que pudiera llevar a la policía.

—Me niego.—dijo Jungkook para si mismo y para esa vocecilla en su cabeza que le decía que nunca podría ayudar a Jimin y que nunca lograría encontrar la verdad.—Esto no se va a ser quedar así.— dijo mirando sus propios ojos en el retrovisor. Unos ojos fieros, felinos y determinados.

Encendió el auto y seguro de lo que hacia comenzó a manejar en medio de la noche.

Cuando estacionó el auto frente a la casa blanca su corazón comenzó a palpitar ansioso. Iba a hacerlo, realmente iba a hacerlo.

Bajo del carro sin poner seguro en las puertas al bajar, como si sintiera que saldría corriendo y de esta manera fuera mas fácil huir. Camino hasta la puerta azul y una vez frente a ella, justo cuando puso su mano sobre la perilla, justo en ese momento se dio cuenta de algo.

Él ya había decidido volver, lo hizo inconscientemente al momento de salir de la casa, porque mientras Yoongi ayudaba a su padre con las toallas ya manchadas de sangre para subir a su auto, en ese momento él debió cerrar la puerta con seguro, giró su muñeca y la puerta se abrió, pero no lo hizo.

La puerta se abrió y dentro el más asqueroso y aterrador silencio le dio la bienvenida.

La puerta se abrió y dentro el más asqueroso y aterrador silencio le dio la bienvenida

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The Lake || Kookmin [ADAPTACIÓN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora