Promise

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Lo que en un principio había sido un contacto frío ahora parecía quemar su mano. Se removió un poco sin querer parecer desesperado o con pánico, aunque era así como se sentía y por suerte "Jimin" le soltó fácilmente. Se resistió la necesidad de tocar su propia mano para comprobar si lo que había sentido era real.

Real...

Jimin era real.

Todo su ser tembló ante esta revelación, una consciente e innegable revelación.
Inconscientemente dio un paso atrás mirando el suelo un poco mareado.

No podía ser posible, se negaba a creerlo, más sin embargo ahí estaba él, de frente, mirándolo, le había sentido y le había escuchado. Por más que quisiera no podía negarlo, Jimin era real. Tan real como él mismo, tan real como el día y la noche, tan real como el frío que sentía en su espalda y definitivamente tan real como para volverse una amenaza.

Sintió como si la oscuridad de la noche se acrecentará y comenzara a tragarse todo a su alrededor. El aire comenzó a faltarle, su cuerpo se sintió débil y su mirada se Comenzó a poner borrosa.

Intentó calmarse, intentó evitar lo que le estaba sucediendo, estaba por tener un ataque de pánico y solo él sabía cuánto luchaba por evitar eso.

Pánico y fantasmas no se llevan bien, sobre todo si quería salir de ahí.

—¿Te encuentras bien Jungkook?— la voz angelical hizo dos cosas en Jungkook, dos ompletamente opuestas y contradictorias a la vez. Le hizo sentir calmado pero asustado, y lo único que no sabía era si estaba asustado de Jimin o de sentirse calmado con su voz. Su voz no quiso salir de su boca así que simplemente asintió sin verle a los ojos.—Eres muy callado Jungkook.— dijo el peli naranja dando el paso que Jungkook había dado para alejarse, Jungkook por instinto se alejo otro paso.— ¿Porqué te alejas Jungkook? Yo solo quiero ser tu amigo.— la voz de Jimin sonaba triste, desolada y solitaria.

Quizá ese sentimiento impreso en su voz fue lo que obligó a Jungkook a mirarle a los ojos, esta vez por decisión propia o por lo menos esa fue su intención pues el rubio no le veía a él sino que su vista estaba fija en el lago. Un sentimiento o necesidad se incrustó en el corazón del chico.

—Estoy aburrido Jungkook.— comenzó a hablar de nuevo el joven pero no volteo a mirar al peli rojo.— Siempre es igual... siempre es tan solitario y las aguas son frías. Tengo frío Jungkook, tengo mucho frío.— Su voz estaba impregnada de emociones crudas y crueles, las cuales estrujaban y asustaban el corazón de Jungkook. Aquella necesidad creció pero no la dejo vencer.

—J-Jimin...— el mencionado volteo a verlo.— Y-yo...— intentó controlar el tono de su voz.— Me tengo que ir...— un brillo afilado apareció en los ojos de
Jimin.

—¿Te vas?— aquel sonido fue una clara amenaza para la salud física y mental de Kook.

—T-tengo que ir a ca-casa. .. mi primo d-debe estar esperándome.— Sabía que era mentira, Jin estaba trabajando de noche así que la casa estaba vacía pero necesitaba una excusa que le valiera a un fantasma. Como odiaba esa palabra.

—¿Me vas a dejar? ¿Me dejarás solo otra vez?- la última pregunta desconcertó a Jungkook. ¿Otra vez? Aquellas palabras parecían ocultar un significado más profundo, uno que no conocía.—¿Te irás?¿Desaparecerás? ¿Me dejas? ¿Fingirás que no existo? ¿ME ABANDONAS? ¡¿SOLO YO DE NUEVO?!—una peligrosa locura impregnaba cada una de aquellas preguntas cada vez más intensa que la anterior.

—N-no.— se apresuro a decir pues el brillo neurótico en los ojos de Jimin le hacia sentir que no viviría un segundo más si la conversación seguia ese rumbo.
La demencia en Jimin pareció detenerse y Jungkook solo hizo lo único que se le ocurrió para no volver a enojar al rubio.—P-prometo que volveré...— casi fue un susurro, sólo un poco más fuerte y su voz parecía ligeramente desesperada.

—¿Enserio?— la locura había desaparecido por completo y en su lugar algo extraño se presentó. Esperanza, Jimin parecía ilusionado por aquellas palabras. A Jungkook le dolió el corazón, sabía que él chico era un puto fantasma pero le había dolido ilusionar al peli naranja con una mentira. Y es que Jimin parecía un dulce ángel, tierno e inocente (cuando aquella oscuridad no lo hacía parecer un fantasma sacado de "La Maldición") que Jungkook no pudo evitar sentirse como un imbécil engañando a una inocente chica para llevarla a la cama.

—S-si.— dijo con dificultad porque de alguna manera sintió que terminaría cumpliendo esa promesa por mas que se dijera a si mismo que era una estupidez.

Lo único que Jungkook supo después de decir esas palabras fue que Jimin había saltado sobre él. Primero miedo y luego desconcierto cuando se vio aprisionado por los brazos del fantasma que rodeaban su cuerpo. Por un instante creyó que sentiría frío, más cuando sus manos se tocaron, pero este no fue el caso. Jungkook jamás había sentido esa clase de calor abrasador que parecía quemar todo a su paso sin dejar ni siquiera las cenizas y aún así sentirse tan cálido y cómodo como si fuera el calor de una chimenea en un día de invierno.

—Esperaré por ti Jungkook... siempre esperare por ti, aquí.— Susurró Jimin en su oído y su aliento frío le hizo creer que se quemaba.

Después de eso Jimin se desvaneció en el aire como la neblina de la madrugada.

Después de eso Jimin se desvaneció en el aire como la neblina de la madrugada

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The Lake || Kookmin [ADAPTACIÓN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora