The Lake || Kookmin [ADAPTACIÓN]

Happy...

El día termino tan rápido que casi deseaba que el tiempo no hubiera corrido como desgraciadamente lo hizo. Parado fuera de la puerta de cristal de la estación, Jungkook esperaba al menor que lo llevaría a su casa. Habían pasado ya cinco minutos esperando pero aun no había señal alguna de Yoongi, por un momento se llegó a cuestionar que quizá el menor no iba a aparecer, pero luego descartó la idea porque era Yoongi de quien estábamos hablando. La noche estaba fresca y clara en el cielo, sin ni una sola nube que cubriera el firmamento, pero en el medio de la ciudad solo se podían apreciar unas cuantas estrellas brillando dispersas a la distancia, en definitiva el cielo del lago era mas hermoso.

—H-hyung, l-lo siento.—decía el chico blanco con la respiración entrecortada.

—¿Corriste?— no pudo evitar preguntar curioso con una ligera sonrisita en el rostro. Una bastante burlona por cierto.

—S-Si... y-yo...—intentaba hablar pero sus pulmones se lo impedian pidiendole aire a mitad de las palabras.

—Primero respira...— el menor asintió y se dedico a tomarse unos segundos para calmar su respiración. Mientras el menor hacia esto Jungkook se concentro en su rostro, era atractivo pero no era lo que llamaba su atención, si no la ligera mancha de sangre en la comisura del labio del menor.

—¿Yoongi?—el nombrado lo miró. —¿Eso qué tienes en el labio es sangre?—pregunto llevando demasiado rápido para el menor, la mano a su rostro y con uno de sus dedos limpiar la sangre. El menor palideció y se sintió nervioso por la acción, los dedos de Jungkook seguían tocando ligeramente sus labios y no pudo evitar sonrojarse. Jungkook retiro sus dedos tan rápido como llego, sin ninguna intención oculta tras el acto y cuando miro la punta de sus dedos, efectivamente era sangre.—¿Qué fue lo que sucedió?— le preguntó mirandolo directamente a los ojos.

—Y-yo... I-intentaron asaltar me.—excusó el chico pero, "Miente, Yoonshi siempre juega con su ropa cuando miente." No era la voz de Jimin, pero era claramente un pensamiento, un recuerdo del fantasma. Yoongi acariciaba la manga de su ropa entre sus dedos, y entonces Jungkook recordó que había visto el mismo movimiento cuando hablaron esa misma mañana. ¿Yoongi mintió sobre donde iba a estar?

—Ya veo... pero ¿Estás bien?— preguntó mirando las reacciones del menor. Jungkook se preguntaba que era lo que disparaba que las emociones de Jimin se mezclaran con las suyas.

—Si hyung. Estoy bien.— Yoongi agacho la mirada.

—Deberías denunciar el asalto.—notó como se tenso el menor y entonces no parecía tan descabellada la idea de que Yoongi ocultaba algo.

—N-no... no. Solo quiero olvidarlo. Además no vi su rostro y no tomaron nada.—se apresuró a decir.

—Mnh...—Gruñó bajo, como si dijera "Esta bien haz lo que quieras" cuando en realidad era un "No te creo nada, pero no diré más."—¿Nos vamos?— el menor lo miró confundido por un segundo y luego comprendió. Yoongi asintió como respuesta.
Ambos subieron al carro de Jin, quien "amablemente" le prestó su carro para ir a la cena.

Días antes cuando Yoongi le confirmó que pasaría por él para la cena, por ordenes de su padre, el menor también le dijo que era una cena un poco más informal que la de los Kim, sin tanto lujo desmedido. Una simple cena de tres.

Manejó por alrededor de 30 minutos. El camino fue bastante silencioso a pesar de la música de fondo del radio. Ninguno de los dos sabía que decir y Yoongi no despegaba la mirada de la ventana. Cuando fue capaz de darse cuenta de donde estaba, se sorprendió de ver que era el puente.

Si, aquel puente que se veía desde el bosque y atravesaba el lago. De hecho si fuera de día quizá se podría ver la saliente.

El carro corría sobre el lago y aunque no quería hacerlo, no pudo detener las ganas de mirar de vez en cuando las aguas del lago. Ahí, en algún lugar de ese lago, se encontraba Jimin. Las ganas de dar vuelta y regresar para ver a Jimin le invadieron pero se resistió. "Esto es por él" se dijo a si mismo.

Porque lo era ¿cierto?

No muy lejos del puente, quizá a unos cinco minutos en carro, Yoongi le indicó una salida que pasaba bastante desapercibida, era casi imposible notarla si no se conocía su existencia. Giró el carro y se adentró en lo que rápidamente se volvió bosque.

—Interesante lugar...—murmuró Jungkook, mirando con atención el camino oscuro frente a él, no había nada mas a la vista que lo que era tocado por la luz de los focos del carro y esto en su mayoría eran árboles gruesos.—Justo como película de terror.—ironizó.

—Puede serlo...—susurró Yoongi con un tono perdido en su voz, igual de perdido que sus pensamientos y su mirada. Decidió que era mejor ya no decir nada más.

Manejó por otros 5 minutos hasta que el camino desembocó en un circulo de árboles con una casa de dos pisos en el centro. Era una casa muy bonita, que estaba pintada casi completamente de blanco, habían varios maceteros con hermosos helechos que flanqueaban las escaleras que dirigían hacia la puerta principal la cual era de color azul.

Bajaron del automovil y Yoongi camino con la confianza de toda una vida llendo a ese lugar, a pesar de que sus hombros se notaban tensos y ligeramente caídos. Jungkook caminó justo detrás de él, su corazón no podía calmarse e intento deshacer el peso de su respiración antes de entrar. Cuando su pie se posó en el primer escalón no pudo evitar el mirar hacía atrás, los árboles enormes rodeaban la casa y la ocultaban del ojo del mundo, se sintió perdido e indefenso en medio de la nada. Su carro estaba ahí, tan fácil era regresar y acabar con todo, pero sabía jamás lo olvidaría y jamás podría vivir tranquilo.

Por eso, a pesar de que el miedo ya había comenzado a colarse entre su férrea seguridad, Jungkook no dio un paso atrás. Subió el escalón, sin importarle sentir que su cuerpo era rasgado por mover sus músculos tensos. Él dio el paso que faltaba para enfrentar aquello que tanto temía Jimin.

—Adelante Hyung.—dijo Yoongi sosteniendo la puerta para él.