Sinner 1/2

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Sus ojos se cerraron dejando sus párpados soportar las gotas de lluvia. Las cálidas lágrimas saladas se mezclaban con el frío y dulce torrencial y su cuerpo temblaba aferrándose apenas a si mismo.

Sentía como si su alma se partiera en mil pedazos, como los fragmentos rotos del espejo bajo sus pies.

De rodillas y en silencio todo lo que escuchaba era un llanto desgarrador.

No quería abrir los ojos.

No quería ver lo que había causado.

Unos brazos fuertes lo rodearon y se retorció asustado abriendo los ojos de golpe.

—Soy yo, tranquilo. S-soy yo.—dijo Namjoon con la voz quebrada ayudándolo a levantarse. Entre sus brazos lo observo todo y ácido puro subió por su garganta.

Jin lloraba sin parar, con la vista perdida en la nada. Yoongi estaba vacío parado frente a su cuerpo. Y el rojo, el rojo oscuro, casi tan negro como el alquitrán en medio de esa noche, diluyéndose en el agua que empapaba el piso, que brillaba contra la luz de la tormenta.

Cerró nuevamente sus ojos resistiendo el ardor en sus ojos, apegándose al pecho de Namjoon con fuerza.

—L-lo siento.—rogó.

—Vamos.—fue lo único que el chico se atrevió a decir ayudándolo a caminar, casi arrastrando su débil cuerpo.

El sonido de sus pisadas en el suelo mojado hicieron eco entre las paredes hasta que llegaron hacia Seokjin, quien no parecía aún ser capaz de comprender la realidad en la que se encontraba. Estaba de rodillas aun en la puerta, justo donde se había tirado poco tiempo antes, y solo la mano de Namjoon en su hombro fue capaz de hacerlo despertar de su letargo.

—Tienes que llevártelo.— le dijo mirándolo fijamente, con una seguridad perturbadora en su voz.—Tienes que hacerlo ahora, Seokjin.—dijo halando de su mano para obligarlo a pararse y le tendió el cuerpo de Jungkook quien no se atrevía a mirar a su primo.

—Y-yo...—intento hablar pero el menor negó con la cabeza.

—No ahora.—sentencio empujando a ambos hacia fuera de la habitación y sin tener la fuerza de pelear mas, de contradecirle, el mayor tomo con fuerzas a Jungkook y lo guió por las escaleras.

—Yoon... —quiso llamar pero un tajante "no" le hizo detenerse.

—Váyanse.—pidió sin fuerzas, con las lágrimas escapándose rebeldes.

—Esto...—

—Yo... yo lo arreglaré.—susurró Yoongi tan bajo que casi se perdió su voz entre la lluvia.

Namjoon se quedo por unos segundos viéndolo, sin saber que hacer o que decir y simplemente se agachó hacia el piso y con cuidado tomo aquel reluciente cañón para limpiarlo por completo antes de dejarlo caer al suelo nuevamente.

Y sin decir nada más , se dio la vuelta y dejo atrás al chico. Dejo atrás a la pesadilla, al tormento, al pecado.

Camino sintiendo su cuerpo sucio y no era debido a la humedad y tierra, era algo pútrido que penetraba en su alma como el moho a la madera, como la humedad impregnada en las paredes de una vieja y descuidada casa. Camino alejándose de aquella escena, donde había perdido todo lo que tenía y dejo todo lo que era para salir de ahí como una persona totalmente diferente... a quien ni él mismo reconocía.

 a quien ni él mismo reconocía

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The Lake || Kookmin [ADAPTACIÓN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora