Mama

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Ahí, en el espejo su madre le miraba.

—Oh mi querido Jungkook.— su dulce voz llamando a Jungkook desde el reflejo y dejo estático al pelirrojo . Ella estaba ahí, parada a su espalda, mirándolo con ternura y tristeza. Su rostro no había cambiado nada a sus recuerdos. Un bello rostro maduro, con ojos cálidos y unos labios con una sonrisa torcida que en el pasado era bella y ahora solo sonreía con nostalgia y desolación, su cabello negro con rayos blancos y grises colgaba de la misma manera que cuando era niño y que a pesar del tiempo jamás cambió, incluso esos pequeños mechones que caían por los lados de su rostro enmarcando lo estaban ahí.

Por instinto se giro a su espalda para enfrentar a su madre pero la mujer no estaba por ningún lado, solo el espejo permitía verla, pues ella no se reflejaba en nada.

—M-mamá ...¿Q-que...—intentó encontrar palabras pero estas se atoraban con dureza en su garganta. La mujer le miro intensamente y negó ligeramente con la cabeza.

•Shh. No digas nada amor.— dijo con ese tono dulce en su voz, ese que siempre uso para calmarlo cuando lloraba porque se había caído y se raspó la rodilla, ese tono de consuelo que con tanta calma llenaba su corazón.—Mi Kookie. Mi pequeño Kookie...—decía y parecía al punto del llanto.—Tan terco como siempre.—dijo con una sonrisa resignada.—No estas viendo Kookie...— El cantante se preguntaba con pánico si lo que veía era una alucinación. ¿Acaso su subconsciente había creado un recuerdo de su madre porque se sentía perdido y solo? —... tan torpe como siempre. No estas viendo Kookie .—dijo negando de nuevo con la cabeza.

—¿Q-que no estoy viendo?—se forzó a preguntar a pesar de que las palabras se esforzaban en no salir de su pecho.

—Nada. Kookie . No estas viendo nada.—dijo mirándolo fijamente como si hubiera un significado tras sus palabras.

—Mamá...—le llamó cuando esta se quedo en silencio casi inerte mirando la nada.

—Shh... no estas viendo.—Repitió la mujer mirándole fría.— Tan inútil. Kookie inútil. Lo que haces es inútil.— gruñó con severidad mirándole fiera y causándole un terrible sentimiento en el pecho al joven.

—N-no...—negó con la cabeza. No quería aceptar esas palabras y en su empeñó por negarles, el miedo y el dolor volvían a azotarle. —No, no, no....—negaba desesperado. ¿Por qué se sentía tan desesperado? ¿Por qué quería respuestas?—no, yo... Yo. Yo... No...—¿Quién era Jimin para él? ¿Era acaso por amor? ¿Era amor? ¿Era Jimin? ¿Era miedo o necesidad?  ¿Qué era?

—Si Kookie . Inútil. Inútil. Inútil.— Repetía una y otra vez la mujer sin parar, como si de una pista rayada se tratara una y otra vez.—Inútil, inútil inútil, inútil...—

—¡NO!— grito con furia. su pecho dolía y se movía errático, apenas y podía respirar y mantener su vista enfocada, todo a su alrededor se volvía borroso pero miro con ira al reflejo de su madre.—¡NO! LO VOY A HACER.—Grito con determinación, con fuerza, con su corazón.—LO VOY A ENCONTRAR. PORQUE LO AMO.—dijo sintiendo tan reales las palabras y los sentimientos que se preguntó por que había dudado.—PORQUE LO NECESITO. PORQUE ES JIMIN Y NADA MÁS IMPORTA. —Y era cierto, en su mente quizá no fuera así, quizá su cabeza solo lo quería detener por miedo a salir herido pero no podía temer más, había llegado tan lejos no con su cabeza, sino con su corazón y no era el momento para cambiarlo.—NO IMPORTA LO QUE TENGA QUE HACER LO VOY A ENCONTRAR.—sus gritos desgarraban su voz y el mundo perdió color a su alrededor pero  con aquellos gritos que parecían nacidos en la locura, esos gritos que tan incoherentes parecían, esos callaron las dudas.

—Kookie no estas viendo. El caos. El dolor.—Dijo de nuevo la mujer mirando a los ojos determinados de su hijo.

—No me importa.— sentenció con una firmeza que jamás había sentido antes. Ya no había dudas o miedos.— Voy a encontrar la verdad. Voy a hundir al maldito que mato a Jimin y voy a hacerle pagar. No me importa si tengo que vender mi alma al diablo para lograrlo. Voy a hundir a Min Duckyoung.— la ira y la fuerza de su alma se reflejo en sus ojos rojos.

—Kookie ... ahí.—dijo la mujer apuntando al armario blanco para luego desaparecer.

Todo volvió a la normalidad,  el cuarto era el mismo, el piso ni se movía y su corazón ya no se sentía perturbado.

Aun sentía su cuerpo empapado de sudor y un poco mareado por la situación pero ya era todo bien parte del pasado, cerró sus ojos antes de cualquier cosa y pensó con claridad y calma.

No era común que el perdiera los estribos. Aunque tampoco es como que fuera la primera vez, era solo que hacia mucho no le sucedía, el recuerdo de aquellas veces en las que destruyó toda su habitación después del funeral de su madre le hizo darse cuenta que él solo perdía el control cuando no estaba preparado.

Supuso que era normal, que a todos les pasa, te sientes seguro de lo que quieres, de lo que haces pero luego te enfrentas a la realidad y empiezas a dudar. Ahora más si consideramos que esta en el lugar donde las pesadillas se volvían realidad. Su mente no iba al mismo ritmo que su corazón y empezaba a dudar de sus razones, siempre fue así para él, siempre dudando en los momentos importantes, y su madre siempre lo impulso.

Abrió los ojos y se dirigió a él armario que ya había revisado anteriormente pero esta vez no dejaría pasar nada, su madre siempre lo había guiado y nunca dudo de ella... No comenzaría ahora.

Abrió las puertas del armario de par en par pero sin importar cuanto revisará entre las ropas, no había nada. Dio un paso atrás y miro en mueble entonces noto la superficie superior, el único lugar donde no había revisado.

Con algo de dificultad llevo su mano hasta el techo del mueble, solo sus dedos llegaban a la superficie y aunque estuviera parado de puntas seguía sin poder llegar mas lejos. Sus músculos ardían por el esfuerzo mientras buscaba de un lado al otro todo lo que sus dedos alcanzaban a tocar. Entonces como si fuera un milagro,  uno de sus dedos lo toco.

No supo identificar lo que era, pero era duro. Solo la punta de su dedo llegaba al objeto pero a pesar de ya no poder llegar mas lejos Jungkook se esforzó en alcanzarlo. Poco a poco el objeto se comenzó a mover, milímetro a milímetro este estaba cada vez más cerca de su mano, un poco más y su dedo se engancho en el objeto.

Sin dudarlo jalo de él y tropezó al intentar bajarlo pues sus piernas perdieron fuerzas.

Miró su mano y entonces vio un retrato.

En el la foto de una de las mujeres más bellas que había visto se encontraba sosteniendo un pequeño recién nacido.

Con cuidado Jungkook saco la fotografía del marco y miro el reverso.

"Siempre te amaré mi pequeño. A pesar de todo...  No me olvides y se fuerte.

15.3.2004"

No había nombre o firma pero no la necesitaba para saber quien era.

La madre de Yoongi.

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The Lake || Kookmin [ADAPTACIÓN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora