The Lake || Kookmin [ADAPTACIÓN]

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Salió del cubículo del baño y se paró frente al lava manos. El agua caía fría contra sus finos y blancos dedos. Su mente parecía en otro lugar mientras el líquido caía por entré sus dedos.

Se obligo a regresar y seco sus manos.

Antes de salir se miro al espejo y observó su rostro pálido y no por ser blanco. Llevo una de sus manos a la delgada bufanda que llevaba y con dos dedos la bajo un poco.

Para ser primavera Jungkook no debería usar una prenda como esa, pero al bajarla con sus dedos la razón de ella apareció marcada en su cuello.

Largas marcas ya verdes y dos veces más pequeñas que en un principio, resaltaban en su blanco cuello.

Suspiro cansado. No quería recordar como de neuróticos se pusieron todos al ver los hematomas morado intenso casi negro que tuvo a la mañana siguiente.

Como no supo explicarlo. No lo hizo.

Ahora sus amigos (que eran los únicos que lo sabían... Y Yoongi) solo podían pensar dos cosas. Alguien quiso matarlo (que era cierto) o a Jungkook le gustaba el sexo rudo.

Se acomodo la prenda y regreso al trabajo.

Era uno de esos días donde Namjoon no trabajaba y aun así Hoseok apareció en la estación. Jungkook no dijo nada, ni se quejo aun cuando sabía que era porque le estaban vigilando. Un poco paranoicos según él, pero no todos los días veían las marcas de asfixia en uno de sus amigos, entendía que estuvieran preocupados.

Además no era ninguna molestia tener a Hoseok a su lado esos días. El chico siempre sonreía animado, viendo el lado positivo de la vida. Y justamente eso era lo que él necesitaba.

Cada día que pasaba era una tortura, no importaba que cada noche fuera al lago y lo recorriera de un lado a otro. No importaba cuanto le llamara, le rogara o gritara su nombre, él no aparecía.

—Hyung... No quiero ser entrometido pero...¿esta todo bien?— preguntó el menor con preocupación palpable en su voz.

—Si. Hobi. Ya te dije que esto no es nada.— dijo intentando ignorar el tema.

—No me refiero a... Eso.— dijo con un poco de desdén, el bailarín tampoco quería hablar de las marcas.

—¿Entonces...—

—No te ves bien hyung... Pareces... Perdido. Te estaba hablando pero ni siquiera me escuchabas.- le explico el menor mirándolo preocupado.

Jeon Jungkook jamás había sido alguien que compartía sus penas y preocupaciones con otros, solo lo había hecho con... Él. Era cerrado y no le gustaba que las personas se metieran en su vida porque solo había lastima en sus ojos cuando sabían la verdad.

Pero...

—No, tienes razón, no estoy bien.— Se quebró.

Quizá Jimin si había cambiado algo en él. Sentía que si no se lo decía a alguien explotaría.

—Hyung... Puedes contar conmigo. —Le dijo con cariño.

Jungkook se separó de la consola y se giró en su silla para encarar al menor. De repente ya no se sintió tan confiado y miro al suelo. La mirada de Hoseok le atravesaba el corazón.

—¿Te... Te a pasado que sabes algo... Algo que está mal... Que es imposible... Que hiere a muchas personas y aun así... No puedes decir nada?—Miro sus dedos entrelazados. Sus rodillas sentían el peso de sus codos y su espalda era mucho más pesada que minutos antes.

—No. Nunca me he visto en esa clase de situación.— Confesó sincero. —Pero... Si hiere a tantas personas, quizá deberías decirlo y evitar el sufrimiento de ellas.—le aconsejo con calma.

—No es tan fácil... Es probable que si lo digo, sufran más de lo que ya lo hacen... Además...—Por primera vez Hoseok no supo que decir, no por lo que Jungkook decía sino por la expresión de dolor que este tenía.—siento... Que el que más sufrirá... Es a quien menos quiero herir.— apretó sus párpados en un vago intento de que la imagen de Jimin llorando y siendo consumido se fuera de su mente.

En ese momento en que notó el sufrimiento de Jimin, la necesidad de confortarlo le inundo opacando el miedo, el dolor o incluso la necesidad de seguir vivo.

Si hubo algo que aterro a Jungkook fue el hecho de no asustarle la idea de morir.

El sentir que esta bien si con eso podía quedarse a lado de Jimin.

Le asustó una vez en su cama al darse cuenta que estaba enfermo.

Se había enamorado de un muerto.

Vaya pues que les puedo decir.

Estoy haciendo todo lo posible por no dejarlos sin capítulos a pesar de que me es muy complicado adaptarlos por cuenta propia y sin necesidad de molestar a la autora original.

Si valoran eso... por favor regálenme un voto y si quieren un comentario. Se que nadie me pidió que les adaptara este fic pero yo lo hago con cariño.

Besos a todos.