In the beginning there was a butterfly...

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Como despertar de una pesadilla.

Ese fue el sentimiento que le invadió cuando sus ojos se abrieron y se vio respirando en medio de un sótano desolado y destrozado. Sujeto su garganta con pánico, aun podía sentir el dolor del agua entrando en sus pulmones, de su interior siendo quemado por las ansias y necesidad de aire.
Respiraba profundamente, desesperado por sentir el oxigeno expandir sus pulmones. Tenía frío y miedo, no sabía si eran dos cosas diferentes o eran la misma pero... el recuerdo de la mujer le invadió.

Su rostro, joven y grisáceo, sus ojos sin vida, sus manos congeladas contra sus mejillas.

Ella lo había tomado, lo había acercado y le había besado.

Tapo su boca, iba a vomitar. El recuerdo distorsionado por el agua y la bruma de la inconsciencia encontraba una manera de mantenerse nítido y claro. Más aún, cuando sintió que la oscuridad se llevaba el último rastro de su vida, cuando su ultimo aliento escapaba de sus pulmones.

Lo vio.

Reflejos naranjas y un rostro conocido.

—Jimin...— exhalo.—No... No ¿que estoy diciendo? No es real... no...—su cuerpo comenzó a temblar brutalmente, mucho mas que cuando el frío le hacía tiritar.—No es real.—dijo.—No es real. No es real... fue... una alucinación... una... un...—De repente, los recuerdos de aquella noche en el lago junto a Hoseok volvió a su memoria. El sentimiento era siniestramente muy similar a ese momento.—No.—escupió con furia.—No es real.—Se vió a si mismo entonces, estaba tirado en el sótano, con las rodillas y los codos en el pavimento pero no era pavimento, era tierra, tierra y lodo, con piedras y hojas amarillentas pero húmedas.

Miró a su alrededor, solo había bosque y grava suelta mezclada con arena. El ruido del agua se unió al susurro de las hojas de los arboles. Había algo tan mal ahí, algo tan fuera de lugar que aun si moverse del lugar donde estaba parado ya sentía la piel de su nuca erizarse. Espero un par de minutos a lo mucho cinco y entonces aquel distinguible sonido de las pisadas apresuradas sobre las piedras de la orilla sonó a su espalda. Giro para verlo, Hoseok venía dando pasos firmes, demasiado pesados para ser naturales, pensó mas no dijo nada; para cuando su amigo llego a su lado un silencio incomodo los envolvió.

—¿Estas seguro?—preguntó tratando de que su propia inseguridad no se mostrara en sus palabras.
No era alguien supersticioso, su padre no lo había criado como tal pero después de un tiempo en soledad hay rodeado de oscuridad y naturaleza su corazón había comenzado a inquietarse de manera natural.

Había tantas leyendas sobre ese lago, la ciudad entera sabía de ellas, crecían escuchando el mito de la joven del lago, la que se había suicidado saltando del puente, algunos decían que vestía de blanco otros que llevaba un traje negro; pero todos concordaban que ella era real, o eso decían. "Si vas solo al lago a la media noche, una chica aparecerá llorando, pidiendo ayuda. Si decides ignorarla te arrastrara al lago y te matara. Pero si la ayudas, te dará el beso de la muerte". Estupideces, creía él.

—:Si.—respondió Hoseok seriamente. Pocas veces esa expresion dura aparecía en el siempre amigable Hoseok pero cuando lo hacia incluso él se sentía intimidado, o tal vez era el efecto del lago. —Debemos terminar esto de una vez por todas.—sentenció con fiereza.

—Entiendo pero... —de su boca no saldría sus dudas sobre lo que estaban apunto de hacer por lo que calló sin terminar la frase, más aún así Hoseok entendió el mensaje fuerte y claro.

—¡No permitiré que hagan de Jimin una estúpida leyenda!— gruño temblando de coraje. No se atrevió a contradecirlo.

Al final de cuentas, cuando comenzaron a caminar, se dijo a si mismo que entendía a su amigo. Él también apreció a Jimin.

The Lake || Kookmin [ADAPTACIÓN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora