¿Cuánto estarías dispuesto a perder para conservar la corona?
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Mi nombre es Aradia Edén Marchetti Petrova. Toda mi vida mis padres se encargaron de mantenerme con vida para este momento, llegar a ser el Boss de la asociación internacional de la ma...
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ARDAN.
Observé completamente embelesado a mi perfecta y sexy esposa arrodillarse con gracia en el piso mientras ondulaba sus brazos y los hombros, haciendo tintinear todos los diamantes que llevaba encima, esas ropas resaltan sin duda su preciosa figura, se ve hermosa.
Mi sorpresa fue grande cuando, aún de rodillas, recostó su espalda en el suelo y alzó los brazos, parecía una posición incómoda, pero se ve tan sensual que las ganas de acomodarme entre sus piernas y follarla se hizo presente, me apretaba el pantalón de sólo imaginar que ya podía hacerla mía, ella era mía.
Rhett puso la música y Aradia onduló sus caderas en movimientos ondeantes desde su estómago hasta sus caderas, levantándolas cada tanto, moviéndolas con una rapidez impresionante, tintineando los diamantes que abrazan sus curvas, repitiendo el proceso unas tres veces en quince segundos, apoyando una rodilla en el piso, moviendo su pecho mientras mueve sus brazos y hombros, levantándose.
Quince segundos, quince segundos... y estaba increíblemente duro.
Dobló su cuerpo a la mitad, estirándose hacia atrás, moviendo sus perfectos pechos con rapidez mientras sus caderas no dejaban de hacer su magia, el estúpido y diligente de Rhett bajó las luces y las encendió en rojo, derramando humo a los pies de mi mujer, haciendo de su acto alucinante, mágico, hechizando a hombres y mujeres por igual, incapaces de quitarle la vista de encima.
¿Una lastima que ella sea toda mía cierto?
Mis partes favoritas fue cuando descendía y subía mientras movía esas deliciosas caderas, siempre viéndome, siempre usando esos ojos para seducirme. Ella me tiene completamente atrapado.
¿Lo mejor? Lo mejor vino cuando Sabina se acercó y le ayudó a acomodarse siete velos, alejándose después, cambiando la música, ondulando sus caderas como el mar, moviéndose a mi alrededor mientras me lanzaba cada uno de ellos, moviéndose muy cerca de mí, rozándome con sus pechos y su trasero, sonriendo con coquetería, sabe muy bien lo que está haciendo, sigue provocándome, sabe muy bien cuales son las consecuencias de provocarme.
Todo se convirtió en un espectáculo cuando la música cambió a una más animada, esta vez, alguien cantaba, mi chica movía las caderas con rapidez, brincaba de un lugar a otro, dobló su cuerpo y terminó en el piso, apoyando su mano en el piso hacia atrás, moviendo sus caderas hacia arriba, aplaudiendo en el frente después, todo manteniendo su postura, regresando la mano al piso ¿Cómo carajo hizo eso? Ella es increíble.
Regresó al piso, levantó las caderas y volvió a aplaudir, tenía a todos tan animados que aplaudían al compás de la música, muchos babeaban por su figura deslumbrante, y ella, en su propio show, dueña de su cuerpo, se levantó sin dificultades, sin usar sus manos, dando un brinco para girar en 360 grados, plantando los pies en el piso, ondulando su cuerpo otra vez, tocando sus pechos, moviendo el culo, sentándose de lado en el piso, levantando la cadera, levantándose para repetir el movimiento en el piso en el que terminaba aplaudiendo, sorprendiéndome de sobremanera, divirtiéndome, calentándome, ella era todo, ella lo tenía todo.