Capítulo 50

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Quité los cabellos rebeldes que se pegaron a su frente debido al sudor, acariciando su pecho con mi mano libre, quería que me sintiera, que supiera que cuenta conmigo, que estoy aquí para él sin importar lo que los demás digan de nosotros, yo jamá...

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Quité los cabellos rebeldes que se pegaron a su frente debido al sudor, acariciando su pecho con mi mano libre, quería que me sintiera, que supiera que cuenta conmigo, que estoy aquí para él sin importar lo que los demás digan de nosotros, yo jamás pienso dejarlo, Ardan marcó un antes y un después en mi vida, puedo decir que soy plenamente feliz desde que él reapareció y esta vez para quedarse.

Aclaré mi garganta y sin más reparos, comencé a cantar.

Me diste apoyo... cuando lo necesitaba.

Me mostraste el amor cuando... no lo sentía.

Tú me ayudaste a luchar cuando yo... Me estaba dando por vencido.

Y me hiciste reír cuando yo... lo estaba perdiendo todo.

Las lagrimas que Ardan derramaba en sueños me estaban preocupando ¿Qué puede ser tan terrible para atraparlo de tal manera que no logra dormir en paz? ¿Quién lo dañó tanto para que él se sienta así? Necesito un nombre y necesito saber si sigue con vida, porque de ser así, voy a hacerlo pedazos.

Acaricié su rostro continuando con mi canción, cantándole Get you the moon de Snow esperando que pudiera arrancarlo de esa horrible pesadilla y traerlo de regreso conmigo.

Porque eres, tú eres la razón por la que todavía... sigo aquí.

Porque tú eres la razón por la que mi cabeza está... Encima de todo esto.

Y si pudiera, te daría la luna... te la daría.

Y si la muerte viniera por ti... Te daría mi vida.

Seguí cantándole, acariciando su cabello y su pecho justo sobre el corazón, sintiéndolo latir desbocado bajo mi tacto, Rhett no le soltó la mano, acariciaba su dorso con lentos movimientos circulares cuidadoso de no pasar a llevar sus dañados nudillos, ambos intentando traerlo de regreso.

Ardan abrió los ojos, agitado, sujetando mi mano en su pecho y la que Rhett sostenía con fuerza, las lagrimas siguen cayendo, el rostro contraído de dolor.

— Tranquilo guapo, tranquilo, estás con nosotros, no pasa nada malo, está todo bien, estás a salvo.

Giró sobre su cuerpo y apoyó su rostro en mi pecho, abrazándome con fuerza mientras temblaba, Rhett y yo intercambiamos miradas confundidos, pero no lo presionamos, me dediqué a abrazarlo y acariciar su cabello mientras el castaño le frotaba la espalda, Ardan está despierto, pero la pesadilla todavía lo recorre.

— No podía despertar — dijo con voz ahogada— Te escuchaba... los escuchaba a ambos, pero no podía despertar y yo... yo...

Besé su coronilla sin dejar de acariciarlo.

Sé lo que siente, sé lo vulnerable que uno se siente luego de esas pesadillas que amplifican todos aquellos momentos de nuestro pasado que quisiéramos olvidar, sé cómo es que el miedo y la desesperación no te deje respirar ni pensar... nada...

Aradia "La selección" #2 (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora