Capítulo 26

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Desde el tercer piso del Lilith, disfruté ver a todas estas mujeres divirtiéndose, pasándola increíble, enrollándose con los vedetos que Sabina contrató, y las más osadas, ocupando los privados con los prostitutos que calentaban el ambiente, todas...

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Desde el tercer piso del Lilith, disfruté ver a todas estas mujeres divirtiéndose, pasándola increíble, enrollándose con los vedetos que Sabina contrató, y las más osadas, ocupando los privados con los prostitutos que calentaban el ambiente, todas viviendo su vida sin reservas, follando y manoseándose tanto como quisieron.

Así es como deben ser las cosas, mierda.

— ¡Aquí estás! ¿Creíste que te salvarías del baile hot, muñequita? — preguntó la rubia— Te estamos esperando en el primer piso.

Me quejé.

— El único baile sexy que quiero es el de Ardan mientras se saca la ropa, me separa las piernas y...

— ¡Mañana! — interrumpió— Mañana todo eso, ahora vamos — sujetando mi mano— ¡Yura! ¡La encontré!

Mi abuela llegó por las escaleras, a pesar de la edad sigue igual de activa, maliciosa y peligrosa, arrastrándome con mis tías, sus hijas, Ella y Emma, llevándome hasta una silla de fierro en el escenario, el ambiente sudaba sexualidad, luces rojas, poca ropa, sexys sujetos paseándose en tanga, buenos culos, strippers para quienes no gustan mucho de lo masculino, aquí hay para todos los gustos, y luego estaba yo, siendo sentada en esa silla con las cuatro mirándome maliciosas.

— Ahora, Boss — dijo Ella— Te quedarás quietecita para que te manoseen como fierro de metro, es tu ultima noche cómo soltera y tienes que disfrutarla.

Sujetada por mi abuela y Sabina, me aseguraron a la silla bien amarrada para que no pudiera escapar otra vez, creí que me había librado del baile caliente, me daba un poco de miedo que Ardan se enterara, Rhett se enojó mucho cuando vio el video de Sabina dónde me estaban bailando y uno de ellos me besó ¿Y si por este baile caliente Ardan ya no quiere casarse conmigo?

No tuve tiempo de ponerme más nerviosa cuando la luz bajó y los bailarines se hicieron presentes, dos chicos con una tanga diminuta y dos chicas usando calcomanías en sus pezones y unas minibragas brillantes subiendo al escenario, una de las chicas sujetando mi rostro con ambas manos, plantando un pequeño beso sobre mis labios.

Soy mujer muerta, soy mujer muerta, soy mujer muerta.

No fui capaz de moverme mientras maniobraban la silla como se les antojaba, tenía paquetes frotándose con mi cuerpo, luego en la mejilla, tetas en el rostro y culos en el regazo, me toquetearon por todas partes y me dejaron un par de regalitos también por el cuerpo mientras la eufórica de Sabina me animaba y se movía al ritmo de two feet, todo el mundo estaba disfrutando, incluso la zorra de Malia estaba aquí, enredándose con uno de los prostitutos a unos metros del escenario, al menos se está tragando la lengua de otro sujeto y no de mí prometido.

Fue un alivio total cuando la música terminó, uno de esos chicos me besó para culminar el acto y le dio permiso a Emma para que me soltara de la silla, permitiéndome bajar del escenario, recibiendo los dos chupitos que mi abuela me entregó, bebiendo uno y después el otro de un solo trago.

Aradia "La selección" #2 (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora