Capítulo 55

6.1K 432 376
                                    

RHETT

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

RHETT.

Las manos de Ardan delinean mi columna con lentitud, aprietan mi cintura y luego se posan en mi trasero para moverme sobre él, sintiendo el pene tan duro que la leve fricción era placenteramente dolorosa.

Sentía la humedad en mi glande pegajoso por el líquido preseminal, estaba excitado, muy excitado, y gracias a la hierba de la paz, cortesía de mi suegro, me importaba una mierda estar haciéndolo con un hombre ahora.

En todo lo que pensaba era en la ternura con la que Ardan me besaba, sus manos traviesas recorriendo mi piel, lo paciente que está siendo, dándome el tiempo suficiente para acostumbrarme a las sensaciones, todo en lo que pensaba es en que realmente quiero a este sujeto y no tengo ni la menor idea de cómo sucedió.

Gemí al sentir sus labios en mi cuello, besando, succionando y mordisqueando, podía sentir la dureza bajo mi trasero, Ardan está muy duro y está haciendo maravillas para contenerse, lo he visto en acción y no es así de paciente.

Lo empujé suavemente por el pecho lo suficiente para ganar algo de distancia, Ardan se detuvo de inmediato y me miró, pupilas dilatadas, labios entreabiertos, jadeante, levemente sonrojado.

Oh mierda... ¿Por qué me resistí tanto?

— ¿Quieres seguir? Podemos parar cuando tú quieras.

Dijo.

La ultima palabra la tenía yo.

— Ahora entiendo por qué te enamoraste tan fácil de este sujeto — quitándome la camiseta— Es... imposible de odiar, imposible de no querer.

Mirando de reojo a Aradia, de piernas cruzadas, con los brownies entre las manos, comiendo, sin apartar la vista de nosotros.

— Te lo dije, es tierno, es romántico, es dulce, detallista, delicado, atento — suspiró como idiota enamorada— Estás en las mejores manos.

— Bombón, no soy tan bueno, soy un bruto la mayor parte del tiempo, y si Rhett quiere llegar hasta el final hoy, no tengo lubricante, me deshice de todo.

Respondió Ardan avergonzado por tanto piropo.

— ¿Y en nuestra primera vez? — preguntó la pelinegra— Me sentí en las nubes contigo, muy segura y amada — metiéndose un brownie a la boca— Y tengo condones y lubricante en la mesita de noche, lo conseguí todo, así que continúen en lo suyo, está muy delicioso todo esto.

Señalándonos.

— Bueno... si Rhett quiere continuar, yo me sentiría muy halagado.

Dijo el rubio, besando mi boca, mi barbilla, sobre la nuez de adán, una clavícula... mi pecho... oh mierda... no sabía que se sentía tan bien si jugueteaba con mi tetilla... oh mierda...

Gemí mordiendo mi labio inferior arqueando la espalda, apretando la tela de su camiseta que cubría sus hombros, sintiendo sus dientes y su lengua torturarme mientras yo solito movía las caderas para frotarme con él.

Aradia "La selección" #2 (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora