Dejó de apretarme los muslos, mirándome con confusión, Ardan no es ningún tonto y el tipo de trabajo que realizamos claramente no exige que no tengamos marcas, es más, nuestros cuerpos siempre están llenos de marcas por la cantidad de peligros que enfrentamos a diario.
¿La cagué?
- ¿Qué trabajo tienes que hacer de regreso? ¿Necesitas que te ayude? ¿Por qué no puedes tener marcas?
Miré por la ventana buscando algún tipo de salida, Ardan sigue esperando, observándome para que le dé una respuesta.
- Es... un trabajo que acepté hace unas semanas con los estadounidenses, y sí, necesitaré toda la ayuda posible de personas confiables solamente, pero hablemos de eso de regreso de nuestra luna de miel ¿Sí?
Ardan frunció el ceño nada convencido por lo que le estaba contando.
- ¿Qué tipo de trabajo es y por qué no puedes tener marcas? ¿Qué es y por qué no me puedes decir ahora?
- ¿No crees que es un poco fuera de lugar hablar de trabajo en nuestra luna de miel?
Dejó de tocar mis muslos y apoyó sus manos a ambos lados del asiento.
- Aradia ¿Qué pasa y por qué no quieres contarme?
Boté el aire, temblorosa, el aire comenzó a faltarme ¿Qué le digo? ¿Qué mentira invento? Si le cuento se va a enojar, claramente se va a enojar, mierda, no creí que mis sentimientos por él fueran correspondidos tan rápido, es obvio que se preocupará, es obvio que va a odiarme por ofrecerme para ser una puta.
- Me estoy ahogando, necesito aire, baja el vidrio... Ardan... no puedo respirar - Intentando buscar el botón de la ventana a tientas- Me quiero bajar, quiero bajarme, no quiero estar encerrada aquí, necesito respirar, yo... yo no...
Sujetó mi mano antes de poder llegar a la manija para quitar el seguro y abrir la maldita puerta.
- Aradia ¿Qué pasa? ¿Te sientes bien?
- Quiero salir, me quiero bajar - intentando hacer que soltara mis manos- Necesito aire... el espacio es demasiado pequeño - Dejando su regazo, sentándome frente, observando una posible salida- Quiero bajar... necesito bajar...
- Aradia estás prácticamente desnuda, vamos por la calle ¿Quieres que baje la ventana?
- Me quiero bajar... no puedo estar aquí, me estoy ahogando.
Intentando abrir la otra puerta sin lograr llegar a ella, Ardan me sujetó ambas manos intentando hacer que entrara en razón, no podía escuchar lo que me decía, todo se escuchaba bajo el agua y lograba ver todo cubierto por una gruesa capa de neblina, me estaba ahogando y el miedo súbito se apoderó de mi mente, necesito aire, sólo quiero un poco de aire... Siento el corazón retumbarme en la cabeza, los oídos abombados, la preocupación de que Ardan me odie y se marche ocupa la parte de mi cerebro que sí funciona, lo único que funciona.
ESTÁS LEYENDO
Aradia "La selección" #2 (+21)
Lãng mạn¿Cuánto estarías dispuesto a perder para conservar la corona? ** Mi nombre es Aradia Edén Marchetti Petrova. Toda mi vida mis padres se encargaron de mantenerme con vida para este momento, llegar a ser el Boss de la asociación internacional de la ma...