¿Cuánto estarías dispuesto a perder para conservar la corona?
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Mi nombre es Aradia Edén Marchetti Petrova. Toda mi vida mis padres se encargaron de mantenerme con vida para este momento, llegar a ser el Boss de la asociación internacional de la ma...
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ARADIA.
Mi madre tiene ovarios de acero, pocas veces algo logra perturbarla, siempre encuentra solución hasta a los problemas más complicados, siempre a sido así, sabia, fuerte, inteligente... pero desde que invitó a la familia del hermano que no sabía que tenía para Halloween... está con los nervios de punta, encargándose personalmente (Con la ayuda de Santino, obvio) (Lo hace Santino, todos lo sabemos) de la decoración para la fiesta de Halloween que se llevará a cabo en mi casa, tenemos muchos críos y han hablado de eso todo el mes, de los disfraces que quieren ponerse, de pedir dulces, de las calabazas decoradas... y exactamente en eso estamos ahora, es temprano, los rusos llegarán aquí hasta en unas seis horas más, tenemos tiempo de sobra.
—Más terror a esas calabazas ¿Qué tienen? ¿Cinco años? ¿Es esta una guardería? ¡No! Más sangre a esos dientes, más calabazas enojadas ¡Vivan el Halloween! ¡Respiren el Halloween, pedacitos de mierda!
Los animó Sabina, paseándose entre los niños con las manos en la espalda, lleva las tetas envueltas en unas vendas y un par más por aquí, por allá, formándole la falda, cubriéndole las curvas, hoy es una momia ensangrentada... y con escaso presupuesto, es más piel que disfraz, pero bueno, así es nuestra Sabina.
—Em... Rubia, literalmente los niños tienen cinco años, bájale al azúcar, o al alcohol, o a las drogas, o lo que sea que te metiste.
Le recordó Vincenzo, quien ayudaba a Alex a cortar los ojos de su calabaza, mientras yo observo la calabaza que está haciendo Travis, Perise y Belias saltan tras él para convencerlo de que las ayude a hacer una boca tan terrorífica cómo esa, Tamar sólo apuñala su calabaza con rostro de influenciada por Sabina, Trevor y Airam no dan problemas, ellos a su manera hacen solitos sus calabazas.
—Dejémoslos que lo hagan a su manera, ellos...
—No —Interrumpió Sabina, señalándome con una cuchara—. Respira Halloween, Boss, te hace falta alcohol, yo voy por unos chupitos ¿Dónde está el marica de mi hermano cuando se le necesita? Hay que pegarte el espíritu Halloweenesco.
Dando media vuelta, dando saltos por el lugar hasta perderse por los pasillos de la casa, Vincenzo y yo nos encogimos de hombros y continuamos divirtiéndonos con los niños, sacando relleno, dibujando caras más tenebrosas para que a la rubia no le diera un infarto cuando las viera, llenándolas de luces, hasta que Rhett apareció por el pasillo con Boris a la espalda, los niños rápidamente olvidaron lo que hacían y corrieron a lanzarse sobre el oso niñera para ir a jugar.
—¿Y Sabina? —Pregunté—. Primero pensé que realmente había ido por tragos, después creí que había ido a buscarte, preguntó por ti.
Mirando a mi sexy castañito que se acerca con paso seguro.
—¿Sabina? Está en el patio, se encontró unos conejos, está vistiendo a uno de novia, aunque sospecho que es macho — Frunciendo el ceño, pensativo—. Dice que es Tambor con disfraz de princesa, creo que todavía no supera Bambi y sigue con la mierda esa de casar animales.
