¿Cuánto estarías dispuesto a perder para conservar la corona?
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Mi nombre es Aradia Edén Marchetti Petrova. Toda mi vida mis padres se encargaron de mantenerme con vida para este momento, llegar a ser el Boss de la asociación internacional de la ma...
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La intensidad con la que me mira Rhett hace que tomo mi cuerpo se estremezca de la expectación, me mira como si fuese la cosa más maravillosa y perfecta del mundo, ambos sabemos que no es así, que soy lo más alejado posible de la perfección.
Mucho de mí está mal, mucho de lo que requiere estar a mi alrededor lo lastima, lo lastima ser mi pareja, pero nunca me sentí más honrada de que a pesar de todo eso, a pesar de las dificultades que hemos atravesado, él sigue aquí... ha seguido aquí, conmigo, sonriéndome, amándome, protegiéndome de todo aquello que me abruma, siempre mi escudo, siempre mi calma, mi lugar seguro, mi paz.
Aún arrodillado y sin soltar mi mano, el castaño levantó la cabeza, sonriéndome.
— Sweety, creo que nosotros siempre lo hemos sabido, todo el mundo lo espero, tú y yo somos perfectos juntos. Por años estuve perdidamente enamorado de ti, años de agonía pensando que no podía tenerte, años intentando con todas mis fuerzas no saltar sobre ti para besarte y tocarte como siempre lo deseé, pero cuando todo fue aclarado... fui el hombre más feliz en la tierra por tener el privilegio de ser tu pareja. Frente a ti y todas estas personas, quiero jurarte mi fidelidad, mi amor y mi lealtad, a ti... y a Ardan — el rubio le guiñó un ojo cuando este lo miró de reojo— Por favor, hazme el honor de ser marcado por ti, y con este hierro reclámame como tuyo.
Adoro el rito del honor maldita sea, es un poco sádico esto de quemarlos, pero no hay mayor honor para un hombre que ser marcados por su mujer, y no hay mayor honor para mí que tenerlo a él, a ambos.
— Mi turno, Boss
Habló Ardan, apoyando una rodilla en el piso, tomó mi mano libre, la besó y apoyó en su frente, rindiendo sus respectivos respetos antes de levantar la mirada, observándome con esa intensidad que me alborota las hormonas.
— Bombón, nuestro comienzo fue un poco forzado, todos lo sabemos, pero también sé que a medida que el tiempo pasaba, la brecha entre nosotros era más y más angosta, creo que me enamoré de ti incluso antes de saberlo y no entiendo como eso es posible, pero... lo es. Me vuelve loco ese lado tuyo que no le muestras a nadie más, me encantan tus sonrisas espontaneas y tus te amo, nunca me cansaré de decir lo agradecido que estoy de haber sido elegido por ti, de darme la oportunidad de conocer a una mujer tan maravillosa, despiadada, cruel, sensual, pero también una mujer que tiene temores y pesares, amo que tengas la confianza suficiente para abrirte conmigo, te amo Aradia Marchetti, frente a ti y todas estas personas, quiero jurarte mi fidelidad, mi amor y mi lealtad a ti y a Rhett, que ha sido la persona que aportó lo que nos faltaba para ser plenamente felices — el castaño se sonrojó— Aradia, por favor hazme el honor de ser marcado por ti, y con este hierro reclámame como tuyo.
Quité mis manos de las suyas y acaricié la mejilla de cada uno, sonriéndoles.
— Es un honor para mí reclamarlos como míos frente a las cuatro casas y el mundo. Les prometo aquí y ahora siempre serles fiel y leal, amarlos hasta el ultimo de mis respiros y protegerlos con todo lo que tengo, porque ustedes son mis compañeros de vida, mis confidentes, mis protectores, mis pilares, ustedes son mi todo y odiaría provocarles dolor, pero mi lado sádico está ganándole la batalla a la cordura, lo que más quiero es ver mi inicial en sus cuerpos, que todos sepan que son míos.
