Capítulo 67

4.5K 416 203
                                    

Viernes por la tarde, todo era horriblemente caótico, mis padres vinieron a casa para pasar el día todos juntos, mamá se entretenía mirando a papá y Ardan discutir sobre quién era mejor en tiro, Rhett era el mediado que se encargaría de que nadie ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Viernes por la tarde, todo era horriblemente caótico, mis padres vinieron a casa para pasar el día todos juntos, mamá se entretenía mirando a papá y Ardan discutir sobre quién era mejor en tiro, Rhett era el mediado que se encargaría de que nadie se matara hoy, Santino y Aless eran una masita tierna, que junto a Vincenzo, apenas dejaban al trio de embarazadas poner un pie frente al otro, ellos querían traerlo todo, cualquier cosa, lo cual era... muy conveniente porque sinceramente quiero que estos bebés nazcan pronto, me canso de sólo respirar, definitivamente este será el primer y ultimo embarazo, quizá si estuviese creando a solo un ser humano, las cosas serían diferentes.

— ¿Sucede algo, Bombón? Tienes mala cara.

Ardan dejó de jugar a discutir con papá y se acercó a pasos agigantados, acuclillándose frente a mí.

— ¿De nuevo te cuesta respirar? ¿Quieres que te busque algo?

Se acercó Rhett, adoptando la misma posición, apoyando su mano en mi panza.

— Sí... o sea, no — suspiré— Es sólo que estoy cansada todo el tiempo, me pesa la panza, es sólo que quiero que pase el tiempo rápido, pero estoy bien, no se preocupen.

Ardan acunó mi rostro entre sus manos, besando mis labios.

— ¿Helado de chocolate con salsa de chocolate y galletas encima?

Hablándome mimado, y estoy tan sensible estos días qué, si sigue hablándome así, terminaré llorando.

— Si por favor...

Asintió mirándome con ternura, besando mis labios.

— Ya regreso.

— Ardan que sean dos, igual de contundente, por favor.

Le dijo mamá desde su tumbona, frotándose crema en la panza, se ve fresca como lechuga, que envidia.

— Tres, Alex dice que tiene hambre.

Dijo Sabina señalando su panza, se ve igual de fresca y sigue haciendo de las suyas, Vincenzo prácticamente dejó de trabajar para perseguirla porque la muy suicida sigue yéndose en misiones sin pensar en el peligro, no es capaz de quedarse quieta.

— Tres helados para las damas entonces, ya regre... señora Natasha — mirándola con pánico— Creo que... o se orinó o rompió fuente.

Mamá se miró la entrepierna y cómo efectivamente goteaba agua desde la tumbona, miró a mi padre quien ya estaba comenzando a entrar en pánico.

— Definitivamente yo controlo mis esfínteres, ya viene el bebé.

— ¿Qué hacemos? ¿Qué vamos a hacer? Todo está en casa, la ropa, los pañales, tus cosas ¿Qué vamos a hacer? —paseándose de un lugar al otro— Ya va a nacer...

Aless rodó los ojos y fue hacia mamá para ayudarla a ponerse de pie, sonriéndole.

— Caesar, eres un imbécil ¿Se te olvida y aquí hay dos embarazadas más y hay de todo? — le dijo Santino— Contrólate o voy a abofetearte.

Aradia "La selección" #2 (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora