[D] Capítulo 41: Pesado.

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Pesado.

La primera vez que lo vi fue como si el viento hubiera cortado mi respiración. 

Delice Galarthe.

Era increiblemente guapo incluso en nuestra juventud, era un niño tan adorable que la gente de la guardería siempre tenía un ojo sobre él con miedo a que sea objetivo de otros niños. En ese entonces era demasiado joven para pensar que mi corazón podia latir por otra persona, menos por una estrella brillante que opacaba al sol con su resplandor.

Inteligente. 

Educado.

Maduro.

Siempre fue ese tipo de persona que medoreaba a mi alrededor de forma extraña. El tipo de chico que tenía asegurado, o eso creí.

—Me llamo Delice.

Se habia acercado a mi por voluntad propia pero sonreí como si nada fuese importante en el mundo. 

—Me llamo Aria.

En un momento de mi vida no lo vi como una persona que podia irse cuando quisiera, lo vi como mi acompañante, aquel que siempre estaba donde yo quisiera, quien no soltaba mi mano sin importar la distancia.

—Delice.

Sus ojos pardos eran exóticos y me veía con atención todo el tiempo.

—¿Qué es una mujer difícil de amar?

Una vez me atreví a preguntarle aquello pensando en uno que otro chico me lo hubiera dicho en el pasado. Pero lo que él hizo fue solo mirarme en silencio y decir;

—Supongo la que no es fácil de alcanzar por un hombre. Ese tipo de mujer es intocable.

Mamá era una mujer facil de amar según mi padre, del tipo que siempre llevaba una sonrisa en sus labios y reía felizmente, la que todo el mundo adoraba. No me consideraba tal atracción. 

—¿Debería quizá ser como mamá…?

Murmuré de forma inconsciente. Hubo un tiempo en que intente complacer a expectativas ajenas, buscando algún tipo de logro por ser la perfecta niña que deseaban, y me sentía frustrada de que hacerlo me pesara la vida.

—Aria, el valor de cualquier cosa en el universo recae en su singularidad, no pierdas tu valor único por opiniones sin ningún peso crítico. 

Se veia indiferente pero su voz era profunda y se notaba más serio de lo natural. Nunca perdí mi esencia como persona y gran parte de esa decisión fue por apoyo de Delice. No habia cosa en el mundo que hiciera en el que no fuese apoyada por él, de manera silenciosa cuidando mi espalda y respetando mi independencia pero siempre con una mano en mi hombro.

Yo lo amaba.

Lo amaba mas de lo que podía saber y como nunca me había sentido así, lo confundi con amistad.

Mi corazón dolía recordando su presencia y no teniéndola a mi lado. Pero si algo sabía de Delice era que adoraba en profundidad cada pequeña parte de mi, era el tipo de hombre que sin importar que tan horrible fuese me miraría con los mismos ojos de siempre. Por eso no importa cual hombre se presente delante mis ojos nunca podrán endulzar mi mirada.

Ya que mi corazón fue tomado por alguien que no existe en esta realidad, se me hace muy difícil amar. Incluso es lo mismo para el hombre que esta presentándome como su principal accionista y único socio igualitario frente a otro. Sali de las sombras com una sonrisa amable mostrandome ante todo el público y colocándome a su lado. Era su momento de decir: "La princesa es mi compañera, más cercana que cualquiera yo soy el unico hombre que está relacionado a ella entre todos ustedes"

Depredador. [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora