[D] Capítulo 63: Arpía.

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Arpía.

Solía vigilar a Kassiel, aunque no me correspondía tal hecho, pero desde niño siempre fue alguien que no le preocupaba en absoluto las consecuencias en su propio cuerpo con tal de cumplir con las exigencias que se le imponían. Aunque lo que me tope me asombro de una forma que no creí que fuera posible. Aquella mujer que era un objetivo en común para hombres aterradores, estaba durmiendo en brazos de mi hermano.

—Vaya… creí que estabas solo…

Se que Kassiel consigue con facilidad lo que se propone, pero esto era una exageración. Me avergoncé al notar que vestía su ropa.

—Manda a los caballeros a averiguar quién mierda se atrevió a tocar a Ariadne Shalie en la parte sur de este lugar.

Bramo, y la esmeralda de sus ojos me hizo estremecer. Nunca le tuve miedo a Kassiel a diferencia de todo el mundo, era alguien que veía la vida con ojos desinteresados para mí, pero el hombre que la sostenía y ordenaba me pareció diferente.

—Fue Asteritas Shalie, fue el único hombre que se distanció, lo vi yo mismo.

Mordió sus labios al punto en que creí se los rompería.

—¿Qué harás, Kassiel?

Inquirí. Decidido a ver el rumbo de su futuro, pues ahora solo me parecía un hombre que tentaba a la horca.

—¿Piensas hacerle algo a Asteritas Shalie? ¿Cuánto estás dispuesto a hacer por ella?

Force su respuesta valientemente. Sonrió, como un villano, tan maligno y cínico que una hiena.

—Como te lo he dicho, incluso si ella quiere el infierno, se lo daré si lo desea. Sin embargo, eso no me limita a castigar a los estúpidos bastardos que hagan derramar sus lágrimas, sea un príncipe o un simple plebeyo.

Vociferó con firmeza mientras se levantaba delicadamente para no despertarla. ¿Quién era este hombre y que hicieron con mi hermano? Porque hasta lo que yo sabía, un hombre frío e indiferente como él no sabía de delicadeza o cuidado.

—Dices mucho el tema de amarla, tan abiertamente que parece mentira.

Empezó a acomodar su traje para estar presentable, y sin mirarme respondió;

—Ni siquiera estoy en condiciones para decírselo directamente, no aun, así que simplemente te lo digo a ti. ¿No eres mi hermano? Deberías por lo menos recompensar las miles de veces que te vi emborrachándote y lamentándote por mujeres que ni siquiera tenían la gracia de ser honestas.

Eso me ofendió.

—¿Qué hay de diferencia entre ellas y la princesa?

He cometido otro desliz, incluso yo soy capaz de verlo.

—Incluso si deshaces el mundo y lo vuelves a hacer, no hay forma de que alguien con cabeza pueda compararla.

Lo dice como una realidad universal, pero yo no puedo percibir aquella magia que él ve. Y tengo miedo, de que aquella luz que lo tiene deslumbrado sea su perdición dejándolo ciego.

—¿Crees propicio dejarla aquí?

—Le mentiré a su abuelo con que simplemente se levantó temprano a desayunar, no hay forma de que sepa que pasó toda la noche aquí.

Parecía muy relajado por las consecuencias.

~¤~¤~¤~

Él me ha hecho derramar lágrimas.

Me hizo llorar.

Llegó a mi debilidad.

Cuando me levanté, fue en lo único que pude pensar.

Depredador. [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora