[D] Capítulo 61: Envoltura.

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Envoltura.

Algo en mi estaba soportando la incertidumbre de no saber cuanto mas iba a aguantar hasta caer, a dejar caer frente a mis ojos esta ilusión diseñada. Fui odiado hasta la médula, de la forma cortante que creo podría solo merecer alguien bajo igual a mi. No hay cualidad noble o particular que me haga pensar que puedo aceptar atencion de ajenos de todos modos.

—Necesita comer o tomar algo si quiere soportar el transcurso del viaje.

Me asombre por una voz que poco reconocí, su presencia era imponente y me pareció noble a la vez que elegante, el era Zakya Halvev, un hombre temido sin duda, muy reconocido también. Sus ojos eran duros, tan estrictos que tardé en responder.

—Los insumos son escasos para malgastarlos…

Su mirada se profundizó en mí, no era un hombre que hubiera visto hablar mucho así que me asusto. Sabía pocas cosas de él, solo lo que la sociedad podía decir.

—No te arrastraremos a Karax.

Abruptamente empujo agua a mis manos, mire la cantimplora en mis manos. Era amable.

—Muchas gracias, Sir Halev…

Ante mi voz pareció querer exhalar. Supongo que fui molesto.

—No puedo creer que un hombre de tan pobre carácter tenga que actuar como el amor de mi princesa.

Murmuró gruñendo por lo bajo. Lo mire en silencio, pues reconocí que debía tener razón al desesperarse. Me sentía incómodo en esta posición.

—Si escuchaste debes decir algo.

Ordenó fuerte, frente a todos sus hombres que se notaban expectantes, no creo que hayan entendido de lo que hablamos.

—Comandante, no creo q-que sea bueno intimidar al invitado de la princesa…

Un solo vistazo de reojo logró callar cualquier palabra de todos los hombres que no nos veían. Me asombre, su autoridad era absoluta sin duda. Se paró frente a mi.

—Para empezar, un débil sin carácter no sobrevivirá a este paso frente a esos depredadores.

Reconozco que soy alto pero este hombre tenía una musculatura semejante a la mía, salvo que su propia esencia era mucho más dominante que la mía.

—¿Esmael Icarde, no es cierto?

Asentí rápidamente por instinto sin dejar de mirarlo, me encontraba pasmado por su repentina atención hacia mi.

—¡No lo he escuchado, soldado!

Elevo la voz con una postura hostil, autoritaria y firme. Por inercia enderece y endureci mi postura.

—¡Si, comandante Halev!

Enarcó la ceja.

—Bajo la situación que debo vigilarte por ser un invitado especial de la princesa, debere enseñarte a sobrevivir en esta situación, no creas que se te permitirá ser una carga.

No sé a qué clase de situación se refiere. Reverencie al comandante al responder.

—Comandante Halev, me encuentro agradecido por su consideración, sin embargo, no desearía pierda su tiempo, pese a no llegar a la altura estoy entrenado en combate y tengo habilidades físicas por las cuales valerme en el viaje.

En medio de mi afirmación logre escuchar susurros de sus hombres a sus espaldas.

—¿Es imbécil…?

—No creo que entienda que está siendo intimidado por el comandante…

Me confundí de forma instantánea, elevé mi vista dejando de reverenciar para ver su cara de disgusto. Tapo su rostro al suspirar.

Depredador. [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora