Alquimistas en el Sengoku

Capítulo 18: Luna negra (primera parte)

- ¡No lo puedo creer! ¡Eres completamente humano! - la noche cayó por completo y los efectos de la luna nueva se manifestaron en Inuyasha provocando asombro en Winry, quien no apartaba la mirada de él, veía fascinada como su cabello plateado se volvió negro, sus ojos ya no eran dorados sino gris oscuro, las orejas de perro desaparecieron, siendo reemplazadas por orejas humanas a los lados de su rostro, mientras que garras y colmillos se retractaron dejando uñas y dientes romos en su lugar.

- ¡¿Puedes dejar de mirarme como a un bicho raro Winry? - estaba molesto, pero no con ella, quizá con él mismo y su naturaleza, sentirse débil y vulnerable durante esas noches le frustraba.

- Lo siento - dijo apenada.

- ¡Ya bestia, no te desquites con ella! - respondió Kouga para luego tomar ambas manos de Winry entre las suyas - Preciosa no le hagas caso a este tarado, si algo malo sucede yo te protegeré.

Winry zafó sus manos del agarre de Kouga - Te lo agradezco pero sé cuidarme sola - contestó con sequedad, no negaba que Kouga era atractivo, pero no era su tipo.

- Ya es muy tarde y todo parece estar en calma, deberíamos dormir un poco - comentó Sango dejando escapar un bostezo.

- Ustedes vayan a descansar, yo me quedaré despierto a vigilar - dijo Kouga.

- Yo también me quedaré despierto a vigilar - añadió Inuyasha, no deseaba tener que depender de Kouga ni deberle favores.

Winry y Sango fueron a recostarse sobre el lomo de Kirara, Shippo yacía dormido desde un par de horas atrás.

Kouga se mantuvo despierto observado el movimiento de las llamas de la chimenea, siendo un demonio completo poseía mucha resistencia y podía pasar sin dormir varios días seguidos. Por su parte Inuyasha no resistió pasar mucho tiempo en vela, su condición humana le exigía descanso y de un momento a otro se quedó profundamente dormido.

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- ¿Qué te ocurre Aome? Te noto preocupada - en poco tiempo de conocerla, Alphonse ya sabía reconocer sus emociones como si de un libro abierto se tratase y ese mutismo era poco característico de ella.

- Es que estoy preocupada por los demás, esta noche hay luna nueva y no quiero pensar que podría pasar si se encuentran en una situación de peligro - respondió con cierta aflicción.

- ¡Es verdad, lo había olvidado! - la expresión de Miroku se puso seria y reflejaba preocupación.

- ¿Qué tiene que ver la luna nueva con que ustedes estén preocupados? - preguntó Alphonse.

- Durante las noches de luna nueva Inuyasha pierde sus poderes de hanyo y se convierte en humano, lo que lo deja vulnerable ante cualquier ataque pues no puede usar el poder de su espada - respondió Aome.

- ¡Entonces Winry corre peligro si los atacan! - la reacción de Edward no se hizo esperar, el ceño fruncido y los puños apretados delataban su nerviosismo.

- No quiero pensar en eso Ed, sólo nos queda rezar porque nada malo suceda esta noche.

- Soy ateo, ni siquiera sé rezar - masculló molesto cruzando los brazos.

El ambiente era bastante tenso, el insomnio se apoderó de ellos ante la incertidumbre de no saber como se encontraban sus compañeros, así que Aome decidió romper esa tensión abordando otro tema.

- Ed, Al - los nombrados le prestaron atención - Hay algo que me ha estado rondando la mente desde hace varias horas y quería preguntarles si saben algo al respecto.