— Su cuerpo se ha regenerado por completo, despertará en cualquier momento — dijo Byakuya observando a Naraku desnudo y en posición fetal dentro de la esfera violácea hecha de energía demoníaca.
— Seguro que despertará de pésimo humor después de haber sido casi aniquilado por esos sujetos — comentó Akaicho recordando como su amo fue reducido a ser una simple araña y después capturado junto con ella por el chico de cabello rubio dentro de una cubierta de diamante, misma cubierta que Byakuya tuvo que lo desintegrar mediante un poderoso hechizo ya que era casi indestructible.
Guardaron silencio al ver que Naraku abrió los ojos y estiró con fuerza sus extremidades haciendo desaparecer la esfera de energía, lo observaron caminar hacia ellos desnudo sin manifestar el mínimo pudor, lo que despertó los bajos instintos de Akaicho quien lo miró con lascivia.
— Por lo menos disimula pervertida, te lo estás comiendo con la mirada — le susurró Byakuya.
— ¡Tú cállate rarito! — respondió la mujer también en voz baja.
— Byakuya — le llamó Naraku — Tengo una importante misión para ti.
— ¿Qué tengo que hacer?
— Quiero que traigas hasta aquí al demonio más poderoso de todo Japón para que Akaicho se encargue de controlarlo, haz lo que creas necesario para hacerlo venir.
— Sí Naraku, lo haré — dijo antes de crear una flor de loto y desaparecer envuelto en flamas azules.
— ¿Y según tú, quién es el demonio más poderoso de todo Japón? — preguntó Akaicho en un susurró cerca del oído de Naraku, al tiempo que pegaba su voluptuosa anatomía al cuerpo del demonio tratando de provocar sus instintos primarios.
— Pronto lo sabrás — respondió él con una sonrisa lasciva.
— Entonces mientras tanto creo que tú y yo podríamos divertirnos bastante — sugirió deslizando una de sus manos con suavidad por el tonificado pecho de Naraku hasta llegar a su vientre bajo, cuando pretendía tocar más abajo la mano de él detuvo a la suya.
— ¿Qué es lo que pretendes mujer?
— ¿No es más que obvio?, te dije que quiero diversión, ¿O es que acaso no te gustan las mujeres y por eso creaste al rarito de Byakuya?
Naraku soltó la mano de Akaicho y la dejó continuar con su recorrido. Sentir las caricias de ella sobre esa parte tan sensible de su anatomía le hizo encenderse de inmediato — No voy a permitir que pongas en entredicho mi hombría — sujetó a Akaicho por la nuca y la besó con salvajismo, beso al que ella respondió de la misma manera. Soltó su nuca para despojarla con prisa de la ropa que traía puesta y sin ninguna delicadeza la arrojó contra el futón que se encontraba en un rincón de la amplia habitación, después se posó encima de ella para continuar besándola y acariciándola con creciente lujuria...
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.— ¿Vas a ir todo el camino de regreso leyendo ese libro? — preguntó Inuyasha.
— Sí, es que tu conversación es tan interesante que ya me dio sueño — respondió con sarcasmo Edward dejando escapar un bostezo, después de que ninguno de los dos había emitido palabra alguna desde que emprendieron el viaje de regreso, y no es como que quisieran entablar una conversación de amigos tampoco, motivo por el que el alquimista optó por leer el libro de bolsillo sobre alquimia que siempre portaba con él.
Inuyasha se cruzó de brazos y no respondió al comentario, prefirió observar el paisaje del bosque sobre el que venían volando, todavía faltaba al menos una hora de camino antes de llegar con sus amigos, las rayas naranjas del atardecer surgieron desde el horizonte junto con unas enormes nubes grises de tormenta que por suerte se encontraban algo alejadas de su posición. Pasaron unos cuantos minutos más en silencio hasta que algo llamó la atención del hanyo.
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Alquimistas en el Sengoku
Fanfiction¿Que sucedería si Edward y Alphonse deciden buscar la perla de Shikon para recuperar sus cuerpos? ¿Y si por accidente caen dentro del pozo devorahuesos y se encuentran con el grupo de Inuyasha? Este crossover de Inuyasha y Fullmetal Alchemist Brothe...