Alquimistas en el Sengoku

Capítulo 31: Confesiones (segunda parte)

Edward y Winry se alejaron de la cabaña con el propósito de tener privacidad para poder hablar, ambos se encontraban de pie bajo la sombra de un frondoso árbol mirándose con timidez uno al otro pero sin emitir palabra alguna, el silencio era incómodo, por lo que Winry decidió tomar la iniciativa y hablar.

- Ed, hay algo importante que tengo que decirte - lo miró a los ojos con un leve sonrojo - Me costó mucho trabajo armarme de valor, así que por favor quiero que me escuches sin interrumpirme.

Edward asintió, escucharía lo que Winry tenía que decirle y después de eso le confesaría por fin sus sentimientos, aún no sabía como decírselo, ser romántico no era su fuerte y por los nervios olvidó pedirle un consejo a Alphonse al respecto.

Winry inhaló y exhaló con fuerza para calmar su nerviosismo y sujetó con su mano derecha la mano izquierda del alquimista - Ed... nosotros nos conocemos desde que éramos niños y hemos sido amigos desde entonces... pero... de un tiempo hacia acá algo cambió y ya no puedo verte como un amigo...

- ¿A qué te refieres Winry?... no te entiendo...

- Sssshhh... déjame continuar por favor - Winry colocó su dedo índice sobre la boca de Edward para callarlo - Durante mucho tiempo confundí mis sentimientos por ti con una simple amistad... pero aquel día... cuando me salvaste del ataque de Cicatriz, pude darme cuenta de que no es amistad lo que siento por ti... es amor...

- Winry... yo...

- ¡Te amo Edward Elric! ¡Y ya no podía callarlo por más tiempo!... no sé como fue que pasó pero me enamoré de ti... y la pregunta que quiero hacerte es... - volvió a inhalar y exhalar con fuerza antes de continuar - ¿Quieres ser mi novio?

La confesión de Winry tomó por sorpresa a Edward dejándolo sin habla por un momento, no tenía idea de como reaccionar, en su mente había planeado ser él quien le dijera a Winry que la amaba, pero como siempre la impredecible chica se le había adelantado y tomado la iniciativa, lo que le provocó una cálida sensación en el pecho y gran dicha al saberse correspondido.

Winry esperaba una respuesta de Edward, sin embargo el chico permaneció inmóvil y en silencio «¿Eso significa que me está rechazando?» sintió una horrible opresión en el pecho y las lágrimas comenzaron a agolparse en sus ojos «Soy una tonta... pensé que él sentía lo mismo por mí, pero no es cierto... lo arruiné todo... ¿Ahora cómo podré mirarlo a la cara sin morir de vergüenza?» deseaba en ese momento saber usar alquimia para crear una grieta en el suelo y hacer que la tierra se la tragara. Soltó la mano de Edward y apretó los puños con frustración, cerró los ojos provocando que las lágrimas contenidas resbalaran por sus mejillas - Yo... lo siento... - alcanzó a pronunciar con la voz entrecortada antes de sentir unos cálidos labios posarse sobre los suyos y unos brazos abrazarla con delicadeza, esos labios comenzaron a moverse con suavidad incitándola a corresponderle, por fin comenzó a mover también su boca aunque de manera torpe al no tener experiencia al besar, sin embargo la sensación de ser besada y abrazada por el hombre que amaba era incomparable, abrazó a Ed por el cuello para profundizar más el beso, ambos se sentían en las nubes, pero el aire se les estaba acabando y tuvieron que separarse.

Edward pegó su frente a la de ella mientras trataba de regular su respiración y poder responder a su pregunta - Tu novio... tu esposo... tu amante... seré lo que tú me pidas... porque yo también te amo Winry...

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- ¡Qué lindo! ¡Ya son novios! - susurró emocionada Aome al resto de sus compañeros que se ocultaban junto con ella tras unos arbustos espiando a la parejita.

- ¡Wow!... no me esperaba que fuera Winry quien tomara la iniciativa, pero todo salió muy bien - susurró Alphonse feliz por su hermano y su amiga - Pero creo que ya debemos irnos, ellos necesitan privacidad - mencionó haciéndole señas a los demás para retirarse del lugar.