Edward revisó entre la pila de cuentos de hadas que Shippo dejó guardados dentro de un baúl en la cabaña de la anciana Kaede, en realidad eran bastantes, sólo tomó la mitad de arriba de la pila y les dio un ligero vistazo, haciendo una mueca de desagrado descartó el de Pulgarcito ya que siempre sintió aversión por ese cuento, guardó los que no utilizaría y cerró el baúl. Ya estaba oscureciendo así que decidió sentarse junto a la chimenea, llamó a la pequeña Rin a su lado y extendió los libros sobre el piso para que ella eligiera uno.
Rin no sabía leer por lo que observó la imagen de las portadas, de inmediato descartó el de Caperucita Roja y el de Los tres cerditos porque le daban miedo los lobos. Habían otros como Pinocho, La Cenicienta, Blanca Nieves, La Bella y la Bestia, La Sirenita, pero el que más le llamó la atención fue el de El Mago de Oz porque el hombre de hojalata de la portada se parecía mucho a su hermano Alphonse - ¡Este quiero que me leas! - exclamó con entusiasmo.
*El Mago de Oz versión FMAB*
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- Está bien - respondió Edward con una pequeña sonrisa recogiendo los demás libros para ponerlos a un lado. Rin se sentó a su costado y recargó el rostro sobre el brazo izquierdo de Edward mientras abrazaba a sus dos muñecas de madera: Nina que era la muñeca que Edward le regaló un mes atrás, y Elysia, una muñeca de ojos verdes y cabello rubio oscuro peinado en dos cortas coletas que Alphonse le regaló el día anterior.
Edward procedió a leerle el cuento en voz alta, al tiempo que la niña imaginaba a los personajes siendo interpretados por la gente que ella conocía. Se imaginó a ella misma como Dorothy, a Alphonse como el hombre de hojalata, a Edward como el espantapájaros, a Inuyasha como el león cobarde, a la anciana Kaede como la malvada bruja del Oeste, a Aome como la bruja buena del Norte y a Sesshomaru como el Mago de Oz.
Pronto el sueño venció a la niña que se quedó dormida recargada en el brazo de Ed antes de que éste terminara de leer la historia. Edward al darse cuenta cerró el libro y cargó a Rin en brazos para llevarla a la habitación de Kaede usando un quinqué para alumbrar el oscuro camino. La anciana ya se encontraba dormida puesto que siempre madrugaba, de modo que Edward entró lo más silenciosamente posible a la habitación y recostó a la pequeña en el futón al lado de la anciana, la arropó con una manta para que no tuviera frío y besó con suavidad su frente - Buenas noches hermanita - le susurró y salió en silencio del lugar para regresar con sus demás compañeros.
- Oye Edward, me preocupa que ya anocheció y Aome no ha regresado ¿Crees que le haya pasado algo malo? - mencionó intranquila Sango.
Edward echó un vistazo alrededor de la habitación con la poca luz que brindaba el fuego de la chimenea, Kohaku y Jaken yacían dormidos en una esquina, Miroku dormitaba recargado sobre el estómago de Kirara que se hallaba transformada en un gran felino, pero Aome y Alphonse no estaban, a Inuyasha no lo contaba puesto que no se dignó a aparecer en todo el día - No te preocupes Sango, seguramente ella y Al están juntos, tal vez regresen un poco más tarde - dijo sabiendo de las citas nocturnas que solían tener.
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Alquimistas en el Sengoku
Fanfiction¿Que sucedería si Edward y Alphonse deciden buscar la perla de Shikon para recuperar sus cuerpos? ¿Y si por accidente caen dentro del pozo devorahuesos y se encuentran con el grupo de Inuyasha? Este crossover de Inuyasha y Fullmetal Alchemist Brothe...