Capítulo 47: Quiero permanecer a tu lado

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Con sumo cuidado tomó el frasco de tinta vegetal color negro que la anciana Kaede le ayudó a elaborar junto con las agujas que ella misma creó con alquimia ocultándolos tras su espalda y se dirigió hacia donde Alphonse pacíficamente leía uno de los tantos libros de química que ella le prestó.

- Oye Al ¿Te puedo pedir un gran favor? - le preguntó agachando la mirada por la vergüenza que conllevaba pedirle dicho favor.

- Por supuesto, dime qué es - cerró el libro no sin antes fijarse en el número de página en el que se quedó para prestarle atención a su novia.

- Bueno... es que... - sus mejillas se tornaron rosas y jugueteaba moviendo en círculos la punta del pie derecho sobre el piso.

- ¿Qué pasa? ¿Por qué estás tan nerviosa? ¿Sucedió algo malo? - comenzó a preocuparle su actitud.

- ¡No es eso! - se apresuró a responder - Lo que sucede es que quiero pedirte que me hagas un tatuaje, me gusta mucho la cruz de Flamel que portan tú y tu hermano, así que quiero un tatuaje de ella - le mostró el frasco de tinta y las dos agujas que traía ocultas tras la espalda con anterioridad.

- ¿Y para eso tanto misterio?, en verdad me había preocupado - le reprochó con un toque de dulzura en la voz - Claro que puedo hacerte el tatuaje, sólo dime en dónde lo quieres - pensó que quizás lo querría en un tobillo, en el hombro o probablemente sobre la clavícula como el que tenía la maestra Izumi.

- Ese es el detalle... ¿Recuerdas que el veneno de Naraku me dejó una cicatriz en medio de los senos? - él asintió - Sólo es por vanidad, pero quiero que el tatuaje cubra esa cicatriz.

- ¡Oh! - atinó a responder Alphonse sabiendo lo que implicaba realizar dicho tatuaje - Y... y... ¿Quieres que te lo haga ahora?... digo... sabes que aquí no hay mucha privacidad y es en una zona del cuerpo que no puedes estar mostrando - dijo con nerviosismo.

- Estamos solos, Edward y Winry se fueron en Ah-Un, lo que significa que se dirigieron a un sitio lejano; no logro sentir la presencia de Inuyasha, por lo tanto también está lejos; y Rin recién se fue con la anciana Kaede a recolectar hierbas medicinales fuera de la aldea, tardarán dos o tres horas en regresar.

- De acuerdo, entonces debemos darnos prisa - tomó las agujas que ella traía, las observó para notar que eran similares a una jeringa pero sin émbolo, debía llenar con tinta el tubo de la parte superior para que descendiera por la aguja acanalada y entrara en la piel a momento de perforarla. La primera tenía sólo una aguja que utilizaría para delinear y la segunda poseía cuatro agujas alineadas que servirían para rellenar la figura.

Alphonse agarró el frasco de tinta para vaciar un poco dentro de la primera aguja, pero toda intención de hacerlo se vio frenada cuando frente a él observó como Aome se sacó la blusa escolar y momentos después dirigió las manos hacia su espalda para desatar el broche de su sostén liberando sus redondos y firmes pechos obsequiándole una vista maravillosa «Es perfecta» pensó de inmediato, era la segunda vez que la veía de esta manera pero eran circunstancias muy distintas, la primera vez ella estaba en riesgo de muerte y la prioridad era salvarla, que incluso en ese momento no le importó que Edward también la viera así y tuviera que tocarla para purificar el veneno. Sin embargo ahora ella misma le mostraba por voluntad propia parte de su desnudez y qué decir que él se sentía sumamente afortunado de poder contemplarla así. También internamente agradecía por primera vez tener ese cuerpo de metal, de lo contrario no sabía que reacciones podría haber tenido su cuerpo humano, probablemente le hubiese costado hacer acopio de toda su fuerza de voluntad para no abalanzarse sobre ella y hacerle muchas cosas que nada tendrían que ver con el tatuaje.

Aome extendió un futón sobre el piso donde se recostó boca arriba esperando que Alphonse llegara con la agujas ya preparadas y comenzara a realizarle el tatuaje. No tuvo que esperar mucho para cuando lo vio hincarse al lado suyo con la primera aguja en mano.

Alquimistas en el SengokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora