Inuyasha llegó a la aldea de la anciana Kaede ese mismo día, comenzaba atardecer y todo parecía transcurrir de manera normal. Se adentró en la cabaña donde fue recibido por sus compañeros, presentó al anciano Myoga con los alquimistas y le dio la buena nueva a Edward sobre la fabricación de sus nuevos automail y de paso le informó que Totosai traería a Winry de regreso cuando terminaran el trabajo.
- También traigo un mensaje de Bokuseno para ti Aome - mencionó con un semblante demasiado serio, algo que no era usual en él.
- Te escucho - Aome por alguna extraña razón se sintió temerosa por lo que iba a escuchar, la expresión de Inuyasha no le auguraba nada bueno.
- Dijo que hace una luna, una extraña voz le habló en la mente y sus palabras exactas fueron: "Sacerdotisa de Shikon, fuiste tan jactanciosa como para atreverte a desafiar a una deidad siendo tú una simple humana, ahora el precio a pagar por tu osadía será que al final, aunque logres ganar la guerra, terminarás derrotada en tu propia batalla".
Escuchar lo que dijo Inuyasha se sintió como agua con hielo cayendo sobre su cuerpo, trató de ignorar la sensación y se atrevió a indagar un poco sobre la procedencia de esas palabras - ¿Pero Bokuseno te dijo quién era el dueño de esa voz?
- Dijo que no tenía idea de quien era - respondió.
- Pero al menos debió haberte dado alguna pista.
- Señorita Aome - habló Myoga - Según recuerdo Bokuseno dijo que esa voz parecía estar formada por varias voces que hablaban al mismo tiempo y que parecían provenir de un ser muy poderoso que no pertenecía a este mundo.
Ahora los que sintieron como si agua helada les cayera encima fueron los hermanos Elric, ellos sabían perfectamente a quien pertenecía esa voz. Alphonse hizo el ademán de querer intervenir en la conversación pero Edward lo detuvo negando con la cabeza de forma discreta para que guardara silencio.
- Eso no ayuda mucho, jamás he escuchado una voz así - dijo Aome manteniendo la compostura, aunque por dentro el temor la invadiera no deseaba mostrarse frágil ante sus amigos - No queda otro remedio que esperar - inhaló y exhaló con profundidad y salió de la cabaña.
- ¿Qué podría significar esa sentencia? - preguntó Miroku a sus demás compañeros. Edward y Alphonse bajaron la mirada de manera inconsciente ante su pregunta, lo que le llevó a sospechar que ellos sabían algo pero decidió no interrogarlos, quizá no le gustaría saber la respuesta.
- Yo tampoco tengo idea excelencia, hasta donde sé Aome nunca a desafiado a ningún Dios - Sango se quedó pensativa, pero aún así no dio con una respuesta.
- Pronto va a anochecer, deberíamos ir a buscar leña para la chimenea - le dijo Edward a Alphonse buscando un pretexto creíble para salir de ahí y poder hablar a solas.
- Está bien hermano, vamos por leña.
Ya lejos de la cabaña Edward fue el primero en hablar - Esto es malo, ahora la maldita Verdad tiene en la mira a Aome y todo es por nuestra culpa - apretó los puños con frustración.
Alphonse se sentó en el suelo y dejó caer los brazos entre sus piernas en señal de derrota - Hermano... ¿Por qué la vida se ensaña con nosotros de esta manera? ¿Es que acaso estamos malditos?... ¿Por qué todas las personas que intentan ayudarnos terminan envueltas dentro de nuestra tragedia? - levantó la mirada hacia Edward - Nosotros merecemos lo que nos pasó por intentar jugar a ser Dios, pero Aome que sólo ha querido ayudarnos no merece que le pase nada malo. Estoy seguro que la Verdad está molesta porque ella le arrebató mi alma sin pagar el precio y desea cobrárselo de otra manera... tengo miedo, ella es la mujer que amo y no soportaría perderla.
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Alquimistas en el Sengoku
Fanfiction¿Que sucedería si Edward y Alphonse deciden buscar la perla de Shikon para recuperar sus cuerpos? ¿Y si por accidente caen dentro del pozo devorahuesos y se encuentran con el grupo de Inuyasha? Este crossover de Inuyasha y Fullmetal Alchemist Brothe...