Capítulo 46: Entrega de amor

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Una semana completa transcurrió desde la visita de Sesshomaru. El grupo continuaba incompleto debido a que Sango, Miroku y Kohaku todavía no regresaban del templo del monje Mushin, su viaje estimado era de unos diez días, por lo que todavía faltaban tres días para su regreso.

Durante ese tiempo quien peor la pasó fue Inuyasha ya que a pesar de haberse reintegrado al grupo, con los únicos que mantenía trato directamente era con Myoga, Edward y la anciana Kaede. Aome se la pasaba la mayor parte del tiempo al lado de Alphonse y Rin, situación que le impedía acercarse a ella, y cuando se presentaba la oportunidad de que se encontraran a solas, ésta lo evadía y mantenía su distancia con él conversando lo estrictamente necesario.

Es por demás decir que su indiferencia lo estaba matando lentamente y ese dolor se incrementaba al observar las muestras de amor que le brindaba a Alphonse cada que tenía la oportunidad. Dicen que nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde y justo eso era lo que experimentaba en ese momento. Los celos eran la muerte en vida para el hanyo que por primera vez veía la otra cara de la moneda, sin duda el karma le estaba cobrando de forma cruel todas las lágrimas que Aome derramó tiempo atrás cada que lo miraba partir en busca de Kikyo.

Esos días también fueron aprovechados por Aome, Alphonse y Edward para crear un contraataque hacia Naraku, esta vez basado en la alquimia que aprendieron con Shou Tucker.

- Según la historia que nos contó la anciana Kaede, Naraku se formó a partir de la fusión de un humano con cientos de demonios, lo que significa que su composición es similar a la de las quimeras creadas en Amestris - analizó Alphonse.

- Pero con la diferencia de que las quimeras son creadas con animales y aquí son demonios los que lo integran, eso quiere decir que hay otro factor que es su poder demoníaco, podemos revertir los círculos de transmutación que aprendimos leyendo las investigaciones de Tucker y separar a Naraku en sus componentes individuales, pero aún así necesitamos destruirlos antes de que vuelvan a integrarse - comentó Edward.

- Creo que el factor que falta sería el que purifique a esos demonios una vez separados, si logran revertir el círculo de transmutación para la creación de quimeras, podríamos agregar al mismo kanjis purificadores que se activen durante la transmutación separando y desintegrando de forma simultánea a todos los demonios que conforman a Naraku - agregó Aome.

Los hermanos asintieron comenzando a trazar sobre hojas de papel diversos bocetos de círculos de transmutación que aprendieron con Shou Tucker para buscar la forma de revertirlos mientras que Aome leía pergaminos sobre algunos métodos de purificación de demonios mediante kanjis antiguos que le prestó la anciana Kaede.

Lograron un gran avance pudiendo crear un círculo que les serviría para su propósito integrando la ciencia con lo sagrado, tenía un diseño bastante elaborado y el mayor inconveniente sería que necesitaba de una gran cantidad de energía para poder ser activado debido a que una parte estaría destinada a crear la transmutación inversa y la otra parte se transformaría en reiki que purificaría a los demonios.

Edward llevó la mano a su pecho y sacó la piedra filosofal - Creo que ya sé de dónde obtendremos tal cantidad de energía - dijo mirando con detenimiento la piedra.

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- ¡Quedaron perfectos señor Totosai! - exclamó Winry con emoción dando los últimos retoques a los automail que creó - ¡No puedo esperar para colocárselos a Ed! - en ella se reunía la emoción de volver a estar al lado de su amado y de ver la genialidad de su nueva creación en acción.

- ¿Entonces quieres regresar ahora mismo? - preguntó el anciano - Por mí no hay problema, yo también terminé de hacer la nueva funda para Colmillo de acero.

Alquimistas en el SengokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora