≪•°Desire To Protect You°•≫

Capítulo 9 | Expedición |

Caminaba hacia el campo donde regularmente entrenamos, pero no lo hacia sola tenia el arnés de mi caballo en mi mano, puesto que hoy íbamos a salir de expedición. Muchos cadetes ya estaban alistando lo necesario para poder salir, debo admitir que estaba nerviosa por fin iba a salir de estas murallas, que se que fuera de ellas existe titanes. Al tener todo listo Erwin se paro en medio de todos nosotros para dar las indicaciones.

—¡Soldados!.—ante ese llamado todos prestamos atención al cejón.—Comenzaremos con la expedición número 30 con el objetivo de explorar fuera de murallas, entregamos nuestros corazones a la humanidad.

Ante eso, todos exclamaron "por la humanidad" haciendo el saludo militar, en mi caso yo no dije ni realice ese saludo, es meramente ridículo simplemente me subí a mi caballo a esperar la orden de partir. Se me dio la consigna de que iré obviamente en mi escuadrón, al ubicarlos cabalgue hacia ellos.

—No entiendo porque tu tienes que ir a esta expedición.—dijo Auruo con su cara de culo de siempre.—Solo vas a estorbarnos.

—¡Cállate Auruo!—Petra siempre defendiéndome.

—Si tu lo dices.

Empezamos a caminar, por las calles del distrito Tros todos alababan a la legión, las expediciones pasadas que han tenido resultaron exitosas, con pocas bajas. Yo me puse la capucha de la capa, no queria que nadie me viera, nos acercábamos a la puerta del distrito.

—¡Adelante soldados!—la voz gruesa de Erwin se escucho incluso hasta donde estoy yo, que es hasta atrás.

Mandaron a la novata atrás, que grandiosa estrategia tienen en verdad. Cabalgamos en los caballos, por primera vez desde que desperté en este mudo salgo afuera de las enormes murallas, admito que mi estomago lo sentía apretado y el corazón acelerado al pasar el pequeño túnel siendo el grosor de la muralla, sentí lo que es estar fuera de esos grandes muros, el aire cochaba más con mi rostro.

—¡No se quede nadie atrás!—la voz del capitán hizo que volviera  al realidad.

Pase mi mirada hacia él viéndolo de espalda, mire de reojo a mis otros compañeros de escuadrón todos concentrados mirando hacia enfrente, menos yo pues veía a mi alrededor como si fuera una niña entrando a una juguetería. No se cuanto tiempo haya pasado en realidad, sospecho que es medio día por la altura del sol, si a estas alturas me tengo que fijar en eso para saber la bendita hora, seguimos cabalgando, ya me dolía el culo por el trote, nuestro destino es explorar el territorio desde el distrito Tros al distrito Karanese, si será un largo camino que recorre.

En algún momento ya no íbamos cabalgando rápido con los caballos, ya íbamos más calmados.

—Hasta el momento no hemos visto algún titan, es algo bueno.—dijo Erd.

—Si aparece uno yo me encargo de ellos.—el fanfarrón de Auruo hablo, cae mal en verdad.

Seguimos avanzando con un poco más de tranquilidad sin embargo no bajamos la guardia nadie, menos yo pues es mi primera expedición no quiero morir aún. Mi miraba pasaba de cadete en cadete algunos apretaban las riendas de su caballo con fuerza otros sus expresiones faciales reflejaban nerviosismos o más que nada miedo, se entiende aunque uno se prepare llegaremos hacer comida para titanes sin más.

La tarde se estaba apareciendo en nuestro camino, regalándonos colores naranjas un hermoso paisaje apreciaron mis ojos.

—¡Titan en la ala este!—y eso fue lo que arruino mi momento.

Gire a la izquierda y efectivamente venían no solo un titan sino dos corriendo algo torpe pero lo hacían.

—Erd y enfermera.—voltie a ver al dueño de esa voz gruesa.—Encárguense de ese titan.