Capítulo 61 | Edmund |

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Tomar un descanso de todo es reconfortante, hay momentos en donde quieres huir de todos sin que nadie sepa dónde estás, sólo para despejar la mente para recargar pilas olvidándote todos los problemas y pendientes que se dejan, pero que mejor hacerlo con la persona que amo tener momentos a solas para conocernos un poco más.

No sé en qué momento Levi planeó todo esto, llegamos una cabaña lejos de todos alrededor los únicos vecinos eran el parado, los árboles y un lago sin vecinos para nada ruidoso. La cabaña esa acogedora con dos plantas, en la planta baja una sala con chimenea, cocina con su mesa para seis personas y un medio baño, en la planta de arriba tres recamaras un baño, en la recamara principal tiene su propio bañó, afuera tenía un pequeño tendedero y un lavabo para la ropa. Sería un lugar perfecto para vivir, lo sorprendente es que todo estaba impecablemente limpio.

—¿De quién es esta cabaña?—deje mis cosas en uno de los sofás.

—Mía.—casi se me cae la mandíbula de lo sorprendida que estaba.—O mejor dicho, nuestra.

—¿C-cómo es que tú...?

—No la compre en realidad.—se sentó en una de las sillas de la mesa.—En una expedición, antes de que llegaras a la legión. Estaba en el escuadrón de operaciones especiales en ese entonces no era capitán. Pero salve la vida del capitán y del resto de los demás todos patéticamente me agradecieron, después de esa expedición el capitán se retiró dejándome el puesto a mí. Tiempo después lo vi en el distrito Hermina disfrutando de una vida tranquila, me comentó que nunca me agradeció apropiadamente, por lo que me dio esta cabaña.

—Vaya, salvar vidas tiene su recompensa ehh.—la cocina estaba también muy limpia, me percaté que la alacena estaba media llena.—¿Cuándo te diste la tarea de limpiar y llenar la alacena?

—No lo hice yo, pedí que alguien más lo hiciera.

—Capitán Ackerman ya tenía este escape planeado.

Me acerqué a él perdiendo mis dedos en su cabello suave, rodea mi cintura con sus manos quedando su rostro en mi estómago.

—Se puede decir que sí.

Se levantó para unir nuestros labios entre nuestro beso le sonreí me elevo un poco del piso aproveché para envolver mis piernas alrededor de su cintura, bruscamente me besó clavé mis uñas en sus hombros, respondiéndole el beso con la misma furia, con la misma sed de sensaciones, de sentir todo esto para así no sentir nada más. Así que me entregué a él y disfruté cada segundo, cada momento. Para olvidarnos de todo, desconectándonos del mundo que nos rodea lo cual era efectivo, tanto que me aterraba que Levi se convirtiera en mi adicción, se podría decir que lo hicimos en cada rincón de la cabaña y no nos fue suficiente... esto, esto era lo que necesitábamos los dos.

Nos encontrábamos en la sala, Levi estaba sentado leyendo un libro mientras que yo estaba acostada apoyando mi cabeza en su regazo viendo como la leña se consumía con el fuego, decidimos prender la chimenea para que calentara parte de la cabaña mis ojos se cerraban con las caricias que me daba en mi cabello, estos días trascurrieron con mucha tranquilidad cocinaba yo sola puesto que Levi es un asco en la cocina le decía mejor que buscara leña para la chimenea, al comer hablábamos de todo, empezó a cuestionarme sobre mi vida pasada. Le dije todo, donde nací que hacía y que fue lo que llegue a estudiar se mostraba fascinado con lo que le contaba se me hizo increíble el cómo acepto las cosas.

—No te duermas.—me dio un zape en la cabeza.

—¿Por qué no puedo hacerlo?

—No te has bañado.—es enserio, si me bañe ayer.

—No me quiero bañar, ayer lo hice.—cerré mis ojos.

—Dormirás en el sofá entonces.

—Hay más recamaras donde puedo dormir, si no te gusta compartir cama con alguien que se bañó ayer no lo hagas.—chasquea su lengua.—Además, uno no se muere por cochino, se muere de otras cosas. No eh sudado como para meterme a bañar.

≪•°Desire To Protect You°•≫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora