Amelia una joven de 22 años estudiante de la universidad introvertida, valiente, optimista y apasionada por el anime, recientemente se obsesiono por una serie de titanes principalmente amando así a un personaje ficticio Levi Ackerman, anhelando esta...
Una vez que te acostumbras a otro ambiente, las cosas suelen ser un poco mas ligeras de sobrellevar, aunque a mi parecer este ambiente esta de la mierda. Esta nación es muy ruidosa, tengo que caminar hasta las montañas para poder tener algo de tranquilidad y sobre todo respirar aire fresco, pero vale la pena venir hasta este lugar el cual se ha convertido en un lugar de refugio para mí, especialmente porque hay un lago que me hace recordar a la isla Paradis.
Me baje de mi caballo para quitarme las botas y caminar hacia ese lago, al meter mis pies al agua fue de lo mas refrescante que hay, mas para este tiempo donde el calor se esta poniendo un poco mas intenso.
—Que relajante...
Mire hacia atrás viendo como Dante comía del pasto que encontraba a su alrededor, en mis tiempos libres es donde suelo darme estas escapadas, aunque cada vez es muy reducido esos tiempos, con el trabajo y los labores domésticos se ha vuelto algo tedioso de hacer. Incliné mi cuerpo un poco para meter mis manos al agua, quería meterme por completo, pero desgraciadamente no traje un cambio extra. Me senté en una roca cerca al lago aun con mis pies dentro quise estar un rato más aquí, por suerte deje un recado para Levi sino haría que toda la tropa militar me buscara, paso una vez y no quiero que vuelva pasar otra vez desde entonces aviso que saldré fuera sin decir a donde exactamente voy no quisiera compartir este lugar.
Decidí regresar a casa, al ver que estaba por caer el atardecer, por las calles todavía circulaban personas de aquí para allá como si tuvieran que pasar por ciertos lugares forzosamente, la vida ajetreada aquí. Llegue al valle donde están los capitanes y el sargento de las tropas, se nos hizo una excepción y vivimos los que venimos de la Isla Paradis siendo vecinos todos nosotros y otras personas más que aun no me eh familiarizado con ellas, deje a mi caballo renegón en el establo, dejándole comida y agua sino relinchara toda la jodida noche y es lo que menos quiero.
Entrando a la casa la note demasiado silenciosa, para mi esto no es nada normal. Comencé a buscar por las habitaciones una señal de alguien, pero no había nada, así que decidí buscar al exterior, cerca del valle hay mini bosque así es como lo llamé yo ya que hay demasiados árboles alrededor. Me detuve al ver tal imagen que presencié, sonreí como boba, Levi tenía en sus brazos a nuestro hijo dormido, pero me dio el patatús ver que estaba sentado arriba de una ancha rama.
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—¿Quieres que me dé un infarto acaso?
—Yo sigo vivo de milagro, infartos lo que tú me has provocado desde que te conozco.
No tuve herramientas para defenderme, porque se que es verdad que le eh echo pasar mas de varios sustos.
—¿Dónde estabas? —me pregunto mientras acomodaba a nuestro hijo en sus brazos.
—Salí a caminar un poco, se me fue la noción del tiempo.
—Ya veo. —se me fue el aire al ver como bajaba de esa rama de un salto. —A la próxima lleva a Zelvin contigo a ese estúpido lago en vez de dejarlo con la viejo loca.
