Amelia una joven de 22 años estudiante de la universidad introvertida, valiente, optimista y apasionada por el anime, recientemente se obsesiono por una serie de titanes principalmente amando así a un personaje ficticio Levi Ackerman, anhelando esta...
Me levante un poco más temprano de lo normal, me cambie con ropa que había comprado que consta de un pantalón negro, una blusa lila de cuello y encima un tipo chaleco de tejido negro también con unas bostas negras cortas que compre, me mire al espejo viendo mis ojos hinchados porque si, ayer por la noche llore un poco. No sé el por qué, pero me dolió saber que soy un simple objeto para él, pero estoy dispuesta demostrarle que no.
Sali de mi cuarto, todavía estaba oscuro asi que nadie podría verme tome utensilios de limpieza para dirigirme a los establos, llegando al lugar nuevo que encontré.
—Manos a la obra.
Comencé por limpiar todos los muebles y acomodarlos a mi gusto, si nadie venia aqui al menos yo si pues será mi nuevo lugar de escapatoria, quite telarañas fue un miedo que tuve que superar aqui de si o si, pues yo antes le tenía fobia a las arañas y a las telarañas. Recuerdo que una vez mi madre me pidió que le ayudara a limpiar donde fue un tiempo el lugar donde curaba, estaba lleno de telarañas y arañas, no se dé donde agarre los ovarios suficientes para ayudarle.
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La noción del tiempo se me fue, en la de menos ya estaba amanecido y yo ya había terminado en limpiar y acomodar todo, en un rincón deje las cosas de limpieza y baje para ir a la cocina almorzar algo antes de irme al hospital. Estando ya en la cocina me tope a la persona que no queria toparme.
—Buenos días. —el infeliz me saludo primero, cosa que nunca hace.
—Buenos días capitán. — dije lo más fría que pude, pasando de lado.
Vertí agua caliente a una taza, esta vez no tenía ni ganas de hacer otro tipo de té asi que opté por probar el amargoso té que le gusta a ese enano, pero le puse como 4 cucharadas de azúcar para no volverme amargado como él. Me recargue en la isla de la cocina a tomarme el té con un pedazo de pan que vi, de reojo note como él caminaba a donde yo estaba.
—¿A qué horas visites ayer? No note cuando llegaste.
—¿Acaso eso le importa capitán? —resalte la palabra "capitán. —No tengo por qué decirle todo lo que hago fuera o dentro de aqui. —tenso su mandíbula.
Quiere jugar yo tambien se jugar y muy feo, no soy alguin que se deja pisotear por las personas o que la humillen. Di el ultimo sorbo a mi té y deje la taza en el lavabo y caminar hacia la salida pasando a su lado rozando levemente nuestros hombros.
—Con permiso capitán.
Dejándolo con la palabra en la boca rápido, aunque se que mañana se desquitara conmigo en los entrenamientos chingo a mi madre si no. Al subirme a mi caballo y salir de los establos mire de lejos como Levi estaba viéndome con los brazos cruzados, le pique las costillas a dante para que comenzara andar pensé que iría caminando pero creo que sintió la prisa que llevo. Creo yo que llegue a tiempo, ya estaba Margot esperándome en la entrada del hospital.
