≪•°Desire To Protect You°•≫

Capítulo 78 | Marley prt. 1 |

Siempre creí quien se iba a embarazar primero seria alguien más, pero jamás paso por mi cabeza que Hange quedaría embarazada. La notica nos cayo como valde de agua fría a Levi y a mí.

—¿Cómo dices? —cuestiono Levi muy dudoso.

—Estoy embarazada chicos, son los segundos en saberlo. Por lo que les pido que no digan nada aún.

—¿Quién fue el primero? —cuestione.

—El padre del bebé.

—¿Y quien es el padre del bebé?

—Bueno pues, ustedes si lo conocen. —Hange se rasco su cabeza, cuando hace eso es porque esta nerviosa. —Lo han visto de vista y a veces entablan conversaciones con él.

—¡Di de una puta vez quien es!

—Onyankopon.

Levi me soltó de la mano para golpear con fuerza el escritorio de Hange, tal parece que a él no le agrado del todo esa noticia.

—¿Cómo mierda pudiste acostarte con él? que no te das cuenta que puede ser un enemigo. Eres una estúpida por abrirle las piernas a ese infeliz que no sabemos cuáles son sus planes.

—No hables de esa manera Levi. —dije firmemente.

Hange se le aguadaron sus ojos, en señal de que estaba al borde del llanto. Una mujer embarazada suele ser muy sensible.

—Levi, por favor sé que no confías en él, pero yo si lo hago. Conozco sus intenciones y una de ellas es ayudarnos, no queríamos que esto pasara, simplemente ocurrió y no me arrepiento de nada.

—Ojalá digas lo mismo cuando nos apuñale por la espalda. Un hijo es un gran obstáculo para nuestras vidas.

Muy enfadado salió Levi de la oficina de Hange, en cambio yo me quede con ella. Mi comandante la cual recargo su cuerpo al respaldo de la silla suspirando muy profundamente mirando el techo.

—Felicidades Hange. —dije mientras me sentaba en una silla. —Es bueno saber que no te arrepientes, pronto habrá una mini versión de ti o de Onyankopon rondando por el cuartel.

—Sabes, desde que me entre eh estado pensando en tantas cosas, una de ellas es dejar el puesto de comandante. Es riesgoso más para el estado en el que me encuentro, pero, por otra parte, no lo pienso hacer. —enderezo su cabeza mirándome. —Erwin me escogió a mí, de todos me escogió y no pienso defraudarlo.

—Admiro tu valentía, prometo cuidar de ti y de tu bebé en cada expedición.

—Eres tan linda Navier, no me explico porque te cásate con ese maldito enano gruñón.

—Yo tampoco lo sé.

Bueno, en realidad si lo se. Desde un inicio el amor que siento hacia él es muy grande, cuyo amor me puede destruir en cuestión de segundos.

—Alguna vez ¿Han pensado en tener hijos tú y Levi?

Esa pregunta me tomo por sorpresa, si bien llevamos tiempo juntos desde que nos hemos casado y jamás paso por mi mente el tener hijo o bien sentarnos él y yo para hablar de eso. Honestamente no me imagino a Levi hablar de bebés sabiendo lo poco tolerante que es, cualquier cosa le colma la paciencia.

—Yo no lo sé.

—Él dijo que un hijo es un obstáculo. Creo que esa es su forma de pensar, desde que lo conozco siempre a sido tan frio, reservado y a veces siniestro. Me cuesta creer o imaginarlo de papá. —creo que ya somos dos. —No quiero presionarlos ni nada Navier, pero espero de corazón que llegue el momento en le que formen una familia.