Amelia una joven de 22 años estudiante de la universidad introvertida, valiente, optimista y apasionada por el anime, recientemente se obsesiono por una serie de titanes principalmente amando así a un personaje ficticio Levi Ackerman, anhelando esta...
A veces pienso que la suerte nuca esta de mi lado, es como si de plano no le agradara para nada si me aborrecería, aunque yo hago todo para caerle bien, pero nada me funciona. Tal parece que la suerte y Levi son tan amigos que ambos se unen para joderme la vida como hoy, en una parte de la biblioteca limpiando libro por libro y acomodándolos a la vez para variar con la compañía de Annie.
Ambas estábamos limpiando en silencio la biblioteca, nadie decía nada hace como dos horas. Admito que me sentia algo incomoda estar así podría escuchar hasta la respiracion de ella y la mía, en el combate me deje llevar y la golpee varias veces, pero en mi defensa ella tambien atacaba con todas sus ganas era obvio que yo tambien lo iba hacer. Estábamos a espaldas una de la otra, de repente yo miraba sobre mis hombros para verla, pero ella estaba concentrada en lo que hacía.
—Annie.—tengo que romper este silencio incomodo, gire para verla.—Lo de hace rato, yo... lo siento, admito que me deje llevar.
—Descuida, accedí a pelear contigo.—dijo con calma pero sin voltearme a ver.
—Peleas bien ¿aprendiste eso cuando estaba en la tropa de reclutas?
—Si.—mujer de pocas palabras ehh...
—Ya veo.
—Tu ¿Dónde aprendiste a pelear?
—Desde que llegue a la legión.—mentira, fue en el subterráneo.—Entrenar con el capitán Levi es duro pero al fin trae recompensa.
—¿Has peleado con el capitán cuerpo a cuerpo?—al fin se volteo para verme.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Si, varias veces donde siempre salgo muy golpeada.—también trabajamos el cuerpo de otra forma pero... eso no diré.
—Ah de ser duro pelear con él, muchos dicen que no hay nadie quien le pueda hacer frente.
—Creme, eso es verdad.—ambas limpiábamos libros que teniamos en las manos.
—Puedo que si haya alguien que se le haga frente.
—Probablemente, pero lo veo difícil.—me encogí de hombros.
—¿Eres muy cercana a Eren, Mikasa y Armin?—su pregunta me tomo por sorpresa.
—Digamos que si, los conocí cuando eran chicos todavía vivíamos en el muro María los cuatro.
—Llegue a escuchar como hablaban de ti.
—Espero que cosas buenas al menos.—le sonreí.
—Sin duda que si, en especial Armin y Eren.—si lo suponía, Mikasa ella es... ella es Mikasa.—Pareciera que estuvieran enamorados de ti.
Solté una carcajada ante tal comentario tan absurdo, era imposible que estuvieran enamorados de mi ese par, yo lo veo como hermanos menores y ellos como hermana mayor porque eso era, yo soy mayor que ellos.
