Amelia una joven de 22 años estudiante de la universidad introvertida, valiente, optimista y apasionada por el anime, recientemente se obsesiono por una serie de titanes principalmente amando así a un personaje ficticio Levi Ackerman, anhelando esta...
No supimos en qué momento la lluvia paro, eso fue lo de menos, nuestros cuerpos siguieron consumiéndose al igual que la fogata, hasta el amanecer. Para ser honesta no quería que este momento terminara, me costaba creer todo, probablemente Levi no es alguin expresivo o más bien no lo es, pero el que haya dicho que soy suya... joder ni en mi miserable vida que llevo imagine algo así.
Veía como se abotonaba su camisa con su mirada hacia el frente, aprecie ese perfil que tiene, puede que sea un ser muy despreciable para mucho o para todos, pero es también un hombre guapo y atractivo ahora y antes de que llegara aquí. No es que en estos momentos sienta amor hacia él, muy apenas puedo respirar el aire que él respira, se podía decir que su misteriosa belleza su piel pálida como una taza de cerámica, su cabello lacio y negro como la noche, esos ojos entre azules y grises haciendo juego con las finas y estilizadas facciones de su rostro y ni hablar de ese cuerpo que tiene, todo es perfecto en él.
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—Seguirás viéndome como una maldita pervertida.—me saco de mis pensamientos.
—E-eh... no soy una pervertida.
—Pues no dejas de verme como una pervertida.
Agarre su capa y se la avente a la cara, antes de que se cayera la agarro con sus manos, yo me levante sacudiendo el vestido se acercó a mi tomando mi mentón nuestras caras estaban muy cerca.
—Si sigues mirándome así.—roso sus labios con los míos.—Ahora mismo podría perder el control.
—Eso no estaría nada mal...—corte la distancia, pase mis manos sobre su cuello para profundizar el beso, separándonos por la falta de aire.—Pero, tienes que volver mañana es la expedición y yo tengo que volver al hospital.
—Lo sé.— camino para tomar su saco y ponérselo.
Yo camine hacia los caballos para sacarlos de los pequeños corralones, le entregue su yegua. Antes de salir del lugar tomé mi morral colocándomelo en mi hombro, me subí a mi caballo Levi imito mi acción.
—Nos veremos despues Lynn.—lo mire al mismo tiempo él tambien lo hizo.—Mantente a salvo, prometo llegar pronto.
—Tu también mantente a salvo.—hice una pequeña pausa, sé que a donde van no es para preocuparse...—Por favor, no llegues tarde.
Sin nada más que decir, tomamos nuestros caminos para seguir con nuestros deberes. Por un momento pensé que estaba dando vueltas en círculos, pero logre dar con la cabaña de Margot deje a dante comiendo mientras tanto fui a mi recamara para tomar mi ropa y darle un baño, sé que cuando me tope a la pellirroja empezara con el bombardeo de las preguntas que de alguna manera tender que decirle pues ella es la única que me puede dar algún método de emergencias o algo así.
Al estar lista salí de la cabaña con la compañía de mi caballo caminamos hacia el hospital, al entrar me puse mi bata y comencé a atender los pacientes que estaban ahí con heridas no tan graves hasta eso. En estos días tengo que toparme de si o si con ellos, con los infiltrados para que sean mis ratas de laboratorio, por las noches estuve experimentando para poder conseguir un paralizante algo asi como un veneno que impida la movilidad de todo el cuerpo, gracias tambien a la colaboración de Hange pude completar eso.
