Capítulo 25. La trampa. Cuarta parte

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Albert estaba desesperado por reunirse con su prometida cuanto antes, así que decir que aquel viaje en automóvil había sido el más largo de su vida sería quedarse corto. Cada minuto que pasaba sin tener noticias de su prometida aumentaba su angustia. Cada curva, cada semáforo en rojo, parecían prolongar la agonía de la incertidumbre. El tiempo se estiraba como si se burlara de su desesperación.

Georges se había abstenido de informarle a William Albert que su prometida se encontraba inconsciente, como se lo había hecho saber Archibald por teléfono con gran preocupación. Villers sabía que anunciarle a William Albert este hecho en esos instantes solo le causaría una mayor tensión nerviosa. Por lo demás, Ardlay ya se encontraba en un estado lamentable de ansiedad, y sumirlo en una confusión mayor no sería de ayuda en esos momentos. Además, un médico estaba en camino a la residencia de los Brighton, según Archie, y este sería el que determinara a ciencia cierta el estado actual de la joven. Concluyó entonces que lo mejor sería que William Albert se enterara de este importante detalle en cuanto llegara a la residencia de los Brighton, y Candy estuvo de acuerdo con Georges en este asunto. En el estado calamitoso en el que se encontraba su padre adoptivo, algo de calma antes de volver a ver a su prometida le haría bien y lo prepararía para lo que tendría que afrontar más adelante.

Así, mientras el auto se acercaba cada vez más a su destino, el silencio se volvía ensordecedor. Cada uno sumido en sus propios pensamientos, esperando con el corazón en vilo el desenlace de esta trágica noche.

El inspector Willoughby, por su parte, los siguió en su auto como era de esperarse. Deseaba hablar con la joven y esclarecer los hechos de esa tarde, especialmente porque había visto algunos daños en una farola cercana a la iglesia Saint-Clement, como si un accidente reciente hubiera ocurrido en la calle. Algo en su olfato policial le sugería que este hecho estaba relacionado con la joven en cuestión y que, dentro de todo, el comisario Sallow jugaba un papel importante.

En cuanto llegaron a la propiedad, Albert saltó del vehículo y, sin esperar a nadie, se precipitó hacia la puerta de la casa en un frenesí impropio de él. Afortunadamente para el magnate, un sirviente los estaba esperando en el vestíbulo y no tardó mucho en ser recibido. En medio de su turbación interior, el hombre no permitió que el criado lo ayudara a retirar su abrigo ni su sombrero, entrando en el lugar como una flecha con la sola idea de encontrar a su prometida de nuevo. La urgencia se reflejaban en su rostro, marcado por la preocupación y el anhelo de asegurarse de que su prometida se encontrara a salvo.

— ¿Dónde está Patricia? Fue lo primero que dijo Albert cuando fue conducido por el criado al recibidor y encontró a los señores Cornwell, Archibald, Annie y al señor Brighton con las caras largas y sumidos en un completo silencio que denotaba una profunda preocupación.

— El médico está con Patty, Albert, pero te puedo asegurar que se encuentra bien, respondió Annie al instante al observar el rostro desencajado del hombre.

— ¿Médico? ¿Por qué un médico? ¿Qué le ha ocurrido? Cuestionó, su rostro adquiriendo una palidez mortal, sus ojos buscaban desesperadamente respuestas en las miradas de los presentes, mientras el corazón le latía con fuerza en el pecho, presagiando lo peor.

En esos momentos, Candy, Georges y el inspector Willoughby entraron en el salón, encontrándose con una escena caótica. Las miradas desconcertadas reflejaban la confusión que reinaba en el ambiente. Nadie sabía cómo explicar la delicada situación que enfrentaban, pues los detalles eran imprecisos y confusos. Lo único que tenían claro era que la joven había sido drogada con un potente somnífero, según el testimonio de la señora Fox.

— Tengo que verla, profirió Albert, mientras se precipitaba hacia las escaleras en busca de Patricia, subiéndolas de un tirón con grandes zancadas que resonaban en el silencio tenso de la residencia.

Un largo inviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora