WEAKNESS

Baile de Navidad

Nora:

—Hicieron esto para burlarse de mi, ¿no?—dijo Nora caminando hacia Malfoy.

—Créeme Potter, yo estoy tan sorprendido como tú—dijo Malfoy.

Malfoy había entrado en el aula de encantamientos. Nora estaba de pie frente a él, la luz de la luna caía directamente sobre ella. Pudo sentir la mirada de Malfoy, que la recorría desde la punta de la cabeza hasta la de los pies.

Una sensación extraña la recorrió.

—No confío en ti como para creer que esto no es una broma—le respondió Nora y se dirigió hacia la puerta. Tomó el pomo y jaló.

Este no cedió. Nora lo intentó una vez más. La puerta seguía sin abrirse. Se dio la vuelta para mirar a Malfoy con una mezcla de pánico y furia, este le devolvió la mirada y fue directo hasta la puerta para intentar abrirla.

No cedió.

—Esta cerrada—dijo Malfoy.

—No me digas genio, por supuesto que esta cerrada—su humor iba empeorando, se llevó la mano hacia la bota para buscar su varita y hacer volar la puerta si era necesario, pero había un inconveniente. No tenía sus botas, llevaba puestos sus tacones y su varita descansaba bajo llave en su baúl.

Malfoy apoyó la espalda en la puerta y soltó un suspiro.

—No tengo mi varita y ¿la tuya?—dijo Nora.

—En mi habitación, Blaise me convenció de que era una idiotez llevarla a un baile.

Nora soltó un risa exasperada.

—Te empeñas en negar que fuiste parte de esto, ¿verdad?

—Dime Potter, ¿en que me beneficiaría pasar una noche contigo?—dijo Malfoy, arrastrando las palabras.

—Tu pasatiempo favorito durante todos estos años ha sido molestarme a mi y a mi hermano, dime tú ¿qué más puedo pensar?

De repente Draco la miró, pero no como lo había hecho antes, sino que ahora solo la miraba a los ojos. Nora no pudo entender que es lo que sus ojos grises querían decir.

Tal vez que la aborrecía.

—No importa si lo crees o no. Yo no planee nada—dijo Malfoy secamente.

En ese momento sonó la música que anunciaba el inicio del baile. Se quedaron callados. Nora fue hasta el otro extremo del salón y se apoyó en la pared, frente a él.

Recorrió a Draco con la mirada, justo como lo había echo él con ella. Era alto y tenía el pelo rubio platinado, recordó cómo lo llevaba en primer y segundo año con cantidades alucinantes de gel, ahora Draco lo llevaba despeinado y algunos mechones le caían en la frente. Siguió con su rostro, Nora podía odiarlo, pero no podía negar que Malfoy era atractivo.

Sus ojos se deslizaron por su cuello, justo en el momento en el que tragó saliva. Luego fueron hacia sus hombros, sus brazos, su torso y sus piernas... Sin querer sus ojos volvieron al rostro de Malfoy y apartó la vista cuando se dio cuenta de que él había vuelto a examinarla, exactamente como ella lo estaba haciendo.

De repente el ambiente era terriblemente pesado. La música sonaba y todos estabas divirtiéndose en el baile de Navidad, todos menos ella.

Pensó en Harry con Parvati Patil, Hermione con Víctor, Ron con Padma y Angelina con... Fred.

Mientras tanto ella estaba ahí, encerrada en el aula de Encantamientos con la persona que más odiaba en Hogwarts, vaya suerte la suya.

De repente se le ocurrió una idea.