Compañeros de varitas

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— ¿Qué somos qué?— Preguntaron Harry y Nora al mismo tiempo mirando al gigante frente a ellos.

—Son magos —respondió Hagrid, sentándose otra vez en el sofá, que crujió y se hundió—. Y muy buenos, debo añadir, en cuanto se hayan entrenado un poco. Con unos padres como los suyos ¿qué otra cosa podían ser? Y creo que ya es hora de que lean la carta.

No podía creer lo que esta persona le estaba diciendo. Repasó todo lo que había ocurrido en los aproximados 10 minutos antes de que su vida cambiara totalmente.

Este señor... Hagrid, había dicho que era su nombre; guardián de las llaves y terrenos de Hogwarts. Él había tirado la puerta luego de que Harry y ella se desearan feliz cumpleaños. El tío Vernon le había apuntado con un arma que fácilmente había doblado, había llamado a Dudley bola de grasa (esa parte fue divertida) y luego le había reclamado a sus tíos el que no tuvieran idea de su... mundo. Hagrid les permitió leer sus cartas.

COLEGIO HOGWARTS DE MAGIA

Director: Albus Dumbledore

(Orden de Merlín, Primera Clase,

Gran Hechicero, Jefe de Magos,

Jefe Supremo, Confederación

Internacional de Magos).

Querida señorita Potter:

Tenemos el placer de informarle de que dispone de una plaza en el Colegio Hogwarts de Magia. Por favor, observe la lista del equipo y los libros necesarios. Las clases comienzan el 1 de septiembre. Esperamos su lechuza antes del 31 de julio.

Muy cordialmente,

Minerva McGonagall

Directora adjunta.

—¿Vosotros lo sabíais? —preguntó Harry—. ¿Vosotros sabíais que yo... que erámos... magos?

Tenía que estar soñando, es decir... ¿magos?... la magia no existe. En cualquier momento se despertaría y volvería a la alacena con Harry en la cama de al lado, porque no podía existir este... este mundo... ¿sus padres? La cabeza le daba vueltas e iba, iba a...

A su lado Harry sintió sus tambaleos y la tomó de la mano, en estos momentos su contacto era lo único que podía asegurarle que no era un sueño, porque era real.

—¡Saber! —chilló de pronto tía Petunia—. ¡Saber! ¡Por supuesto que lo sabíamos! ¿Cómo no iban a serlo, siendo lo que era mi condenada hermana? Oh, ella recibió una carta como ésta de ese... ese colegio, y desapareció, y volvía a casa para las vacaciones con los bolsillos llenos de ranas, y convertía las tazas de té en ratas. Yo era la única que la veía tal como era: ¡una monstruosidad! Pero para mi madre y mi padre, oh no, para ellos era «Lily hizo esto» y «Lily hizo esto otro». ¡Estaban orgullosos de tener una bruja en la familia!
Se detuvo para respirar profundamente y luego continuó. Parecía que hacía años que deseaba decir todo aquello.

—Luego conoció a ese Potter en el colegio y se fueron y se casaron y los tuvieron a ustedes, y por supuesto que yo sabía que iban a ser igual, igual de raros, unos... unos anormales. ¡Y luego, como si no fuera poco, hubo esa explosión y nosotros tuvimos que quedarnos con ustedes!

Harry se había puesto muy pálido.

—¿Explosión? ¡Nos dijeron que habían muerto en un accidente de coche!— Gritó Nora con fuerza.

—¿ACCIDENTE DE COCHE? —rugió Hagrid dando un salto, tan enfadado que los Dursley volvieron al rincón—. ¿Cómo iban a poder morir Lily y James Potter en un accidente de coche? ¡Eso es un ultraje! ¡Un escándalo! ¡Que los hermanos Potter no conozcan su propia historia, cuando cada chico de nuestro mundo conoce su nombre!

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